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Investigación, Eliminación de la malaria

Las mujeres embarazadas pueden contribuir a la vigilancia de la malaria en África subsahariana

Un estudio realizado en el sur de Mozambique muestra que la tasa de infección en mujeres embarazadas que acuden a su primera visita antenatal es un buen reflejo de la carga de la enfermedad en la población infantil

07.07.2023
malaria embarazo mozambique
Foto: ISGlobal

Las tasas de infección por P. falciparum en mujeres embarazadas que acuden a su primera visita prenatal sirven para estimar la carga de la malaria en la población infantil de la comunidad, según un estudio liderado por el Instituto de Salud de Barcelona (ISGlobal) y el Centro de Investigación en Salud de Manhica (CISM). El estudio, publicado en Nature Communications, confirma que las mujeres embarazadas representan una población óptima para monitorizar cambios en la prevalencia de la infección y adaptar las medidas de control.

Vigilar de cerca la tendencia de la malaria en una comunidad o región (saber si está subiendo o bajando) es indispensable para ajustar las medidas destinadas a controlar o eliminar la enfermedad. Sin embargo, basarse en los casos clínicos que llegan a los centros de salud no es lo ideal, ya que hay muchos pacientes que no acuden o que son asintomáticos. Por otro lado, los estudios transversales (que recogen datos de muchas personas en un momento dado) son costosos y solo se pueden hacer cada dos a tres años.

Para Alfredo Mayor, investigador de ISGlobal y del CISM, las mujeres embarazadas que acuden a las visitas prenatales representan un grupo óptimo para monitorizar la prevalencia de la malaria y otras enfermedades infecciosas. “En África subsahariana, el 79% de las mujeres embarazadas acuden al menos a una visita de control prenatal, lo que ofrece una buena representación de la población total,” señala Mayor. “Además, las visitas prenatales tienen la ventaja de capturar las infecciones asintomáticas, ya que son independientes de que la persona se sienta mal.”

En este estudio, Mayor y su equipo midieron la prevalencia de malaria en 6.471 mujeres embarazadas que acudieron a la visita prenatal en tres áreas del sur de Mozambique con diferentes niveles de transmisión (Manhiça, Magude y Ilha Josina) y la compararon con la prevalencia estimada por casos clínicos o por estudios transversales en la población infantil de las mismas zonas y durante el mismo periodo de tiempo (2016-2019).

Una buena correlación en el tiempo y en el espacio

El análisis muestra que la prevalencia de P. falciparum en mujeres embarazadas refleja muy bien la prevalencia estimada por los estudios transversales en la población infantil, sobre todo si en ambos casos el parásito se detecta por pruebas moleculares (PCR). Con pruebas de diagnóstico rápido, la correlación se mantiene en zonas de baja transmisión (Manhiça o Magude) pero se pierde en zonas de alta transmisión (Ilha Josina) si se incluye a las mujeres multigrávidas (que han tenido más de un embarazo). Estas últimas mostraron una prevalencia menor que la población infantil. “Esto se debe a que la inmunidad adquirida durante embarazos previos permite mantener bajas densidades del parásito y escapar a las pruebas rápidas, que son menos sensibles que la PCR,” explica Arnau Pujol, co-primer autor del estudio, junto con Gloria Matambisso

Los resultados también muestran una buena correlación a lo largo del tiempo entre la prevalencia en mujeres embarazadas y la de los casos clínicos, aunque con un desfase de unos tres meses (es decir, la prevalencia en mujeres embarazadas disminuyó de la misma manera que la de los casos clínicos, con unos tres meses de retraso). Esta correlación se observó en los tres sitios, e independientemente de si la mujer era primigrávida, multigrávida o positiva para el VIH.

Finalmente, 60% de los focos de infección detectados a partir de casos clínicos también se pudieron detectar a partir de las mujeres embarazadas gracias a un programa informático que identifica casos geográficamente próximos entre sí.

“Nuestro estudio muestra que el cribado de P. falciparum en mujeres embarazadas que acuden a su primera visita prenatal refleja fielmente la carga del parásito en la población infantil,” dice Matambisso. Pero las y los autores advierten que es importante tener en cuenta el retraso de unos tres meses con respecto a los casos clínicos, así como la necesidad de excluir a las mujeres multigrávidas en zonas de alta transmisión o de realizar pruebas más sensibles. 

 

Referencia

Pujol A, Brokhattngen N, Matambisso G et al. Detecting temporal and spatial malaria patterns from first antenatal care visits. Nat Comms. July, 2023. doi: 10.1038/s41467-023-39662-4