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7 mensajes sobre salud urbana

04.4.2023
Salud Urbana 7 mensajes
Foto: Edu Bayer / Ayuntamiento de Barcelona

La población urbana crece y seguirá haciéndolo: en 2050, el 70% de la población mundial vivirá en ciudades. La vida urbana tiene sus beneficios y sus retos, y los beneficios pueden potenciarse mediante una planificación urbana y del transporte informada que utilice un enfoque multisectorial con las personas y el bienestar como prioridad. Aquí van siete mensajes clave sobre cómo promover la salud en las ciudades identificados por investigadores e investigadoras en salud urbana de ISGlobal, CHORUSARISE APHRC.

 

[Este texto ha sido co-escrito por Amanda Fernandes, Helen Elsey, Kate Hawkins, Deepa Barua, Chinyere Okeke, Deepak Joshi, Noemia Siqueira-Filha, Linda Oloo, Neele Wiltgen-Georgi, Ivy Chumo, Sushil Baral, Caroline Kabira, Blessing Mberu, Evelise Pereira Barboza y Carolyn Daher durante la 18ª Conferencia Internacional sobre Salud Urbana celebrada recientemente en Valencia].

 

  1. Para promover la salud en las ciudades hay que construir lugares saludables. Es fundamental entender que los sistemas de salud urbana van mucho más allá del sistema sanitario. Hay que analizar los espacios y actuar estratégicamente, teniendo en cuenta cómo viven, interactúan, trabajan y se mueven cada día en la ciudad todas las personas que viven en ella.
  2. La salud urbana ha de ser en todo momento inclusiva, responsable y equitativa. Hay muchos ejemplos de programas que mejoran la salud en general pero que tienen consecuencias negativas no previstas en la salud de las personas más pobres y vulnerables. Comprender cómo han cambiado las normas de género y cómo funcionan el racismo y la discriminación en las ciudades es un requisito previo para un desarrollo urbano saludable. Si se desea un cambio real, hay que escuchar a todas las voces y superar las barreras lingüísticas. Solo así conseguiremos la equidad en salud en todos los niveles de decisión.
  3. La salud urbana es política. Los gobiernos locales pueden estar influidos por empresas privadas y promotores inmobiliarios. Esto, a largo plazo, puede debilitar la planificación y la sostenibilidad. Encontrar respuestas a nivel comunitario es esencial y puede ser poderoso a nivel municipal, por ejemplo para aprobar ordenanzas que protejan y promuevan la salud sin dejar atrás a las personas más vulnerables.
  4. Es esencial un enfoque multisectorial para mejorar la salud urbana. Las mayores mejoras en salud se producirán cuando se introduzcan cambios en la movilidad, el espacio público, la vivienda y el diseño urbano. Esto es especialmente importante dadas las actuales crisis climática y de combustible que afectan a todas nuestras ciudades.
  5. Comprender y responder a lo que no está formalizado es clave para mejorar la salud urbana. Lo que no tiene validez oficial en la economía, en el ámbito de la vivienda y en los servicios sanitarios determina la vida y la salud de las personas pobres que viven en las ciudades. No debemos olvidar los asentamientos urbanos informales, a menudo invisibles, que pasan desapercibidos para el resto de la ciudad.
  6. Hay que ampliar la profundidad y la amplitud de los datos con el fin de impulsar el cambio urbano para todas las personas. Hay en marcha una revolución de los datos. Las ciudades y la ciudadanía los producen cada vez en mayor cantidad. Necesitamos democratizarlos y armonizarlos para poder debatir colectivamente los problemas, diseñar intervenciones y exigir responsabilidades a los sectores público, privado y gubernamental. Para orientar la acción, necesitamos mejores datos de los asentamientos y hogares informales e ilegales, ya sea en grandes comunidades o en pequeños núcleos, en lugar de hacer suposiciones a través de datos agregados.
  7. Quienes trabajan en el ámbito de la salud deben adaptarse a las necesidades específicas de las ciudades. Necesitan competencias adicionales, en particular "competencias suaves”, para negociar e influir en distintos sectores, utilizar el pensamiento sistémico para comprender los problemas y los procesos de cambio, e identificar soluciones creativas y sostenibles y cómo supervisarlas y evaluarlas, que respondan a los contextos diversos y cambiantes de los espacios dentro de las ciudades.

En resumen, y parafraseando a Thiago Hérick de Sá, de la Organización Mundial de la Salud, tenemos que reunir a actores y alianzas para "levantar barreras” (es decir, eliminar las desigualdades), uniendo a las personas, con datos y conocimientos, ¡calle por calle, en todas las ciudades y comunidades del mundo!

 

Necesitamos apoyar a toda la ciudadanía para que esté a la vanguardia de la creación de ciudades saludables. Foto: BRAC University JPG School of Public Health, Bangladesh

Más sobre salud urbana

International Society for Urban Health

Global Network for Age-friendly Cities and Communities

CHORUS Research on urban health

ARISE consortium

African Population and Health Research Center