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Mes de concienciación sobre el Estreptococo tipo B: juntemos esfuerzos para una vacuna eficaz y asequible

25.7.2018

[Este artículo ha sido escrito por Percy Efrain Pantoja, Medical Research Fellow, y Elena Marbán, Predoctoral Fellow]

La enfermedad por Estreptococo del grupo B es una causa importante de muerte en los primeros tres meses de vida a nivel global

En julio se celebra el mes internacional de la concienciación sobre el Estreptococo del grupo B (EGB, o GBS por sus siglas en inglés). Esta iniciativa surgió de las campañas de concienciación, promoción y prevención lideradas por asociaciones de familiares de bebés que habían enfermado por esta bacteria en Estados Unidos y en Reino Unido. La bacteria fue descrita por primera vez en 1970, pero no fue hasta 1989, después del fallecimiento de tres bebés, cuando se hizo un llamamiento a la atención pública y comenzaron los esfuerzos por desarrollar estrategias preventivas.

A la mayoría de bebés que entran en contacto con esta bacteria, no les ocurre nada; pero los que enferman, pueden sufrir consecuencias graves o incluso letales

La enfermedad por EGB es una causa importante de muerte en los primeros tres meses de vida a nivel global; produce neumonías, sepsis y meningitis. A la mayoría de bebés que entran en contacto con esta bacteria, no les ocurre nada; pero los que enferman, pueden sufrir consecuencias graves o incluso letales. Antes del nacimiento puede producir abortos espontáneos tardíos y partos pre-término, después del nacimiento tiene dos presentaciones: enfermedad temprana (hasta la primera semana del nacimiento) y enfermedad tardía (a partir de la semana hasta varios meses después).

Actualmente, no existen herramientas para prevenir la infección perinatal por EGB, a pesar de que causa más muertes en neonatos que la tos ferina, el tétanos y el virus sincitial respiratorio, juntos.

La transmisión del EGB puede producirse antes, durante y hasta seis semanas después del parto

Pero hablamos de un problema de salud global prevenible, con un frente desafiante y otro en desarrollo. Por un lado, la transmisión del EGB puede producirse antes, durante y hasta seis semanas después del parto. Un tercio de la población mundial está colonizada por EGB a nivel intestinal y/o en el tracto genital inferior sin producir síntomas; y una de cada cinco mujeres embarazadas es portadora o está colonizada por la bacteria, hecho que se asocia con un incremento del riesgo en infecciones del tracto genitourinario, corioamnionitis y endometritis.

Las pruebas diagnósticas aún no se han implementado en ningún país del continente africano, donde más impacto tendría su prevención

Muchos países de renta alta, incluido España, cuentan con un cribado universal frente a EGB durante el embarazo. El cribado consiste en un cultivo vaginal a todas las mujeres embarazadas para detectar si son portadoras y en caso positivo, administrar antibióticos durante el parto para evitar el contagio. Sin embargo, estas pruebas diagnósticas aún no se han implementado en ningún país del continente africano, donde más impacto tendría su prevención. Cabe destacar que la incidencia de enfermedad neonatal en los países africanos puede ser hasta diez veces superior a la que se ve en Europa. Interrumpir la transmisión del EGB y dar tratamiento oportuno en países pobres representa el primer desafío, ya que requiere de la implementación de un cribado universal, lo cual a su vez requiere más centros de atención sanitaria, laboratorios, personal sanitario y técnico especializado, entre otros.

Países que han implementado el cribado universal de colonización por EGB durante el embarazo (Imagen de GBS International)

Pese a que aún no hay ninguna vacuna licenciada contra la infección por EGB, hay diversas líneas de investigación en desarrollo

Pese a que aún no hay ninguna vacuna licenciada contra la infección por EGB, hay diversas líneas de investigación en desarrollo. De los diez serotipos capsulares distintos que tiene la bacteria, más del 90% de casos de enfermedad temprana son causados por los serotipos Ia, Ib, II, III y V, mientras que la enfermedad tardía es causada predominantemente por el serotipo III. Actualmente se encuentran varias vacunas contra EGB en ensayos clínicos de fase I ó II: vacunas trivalentes, pentavalentes (ambas con los serotipos más frecuentes), y conjugadas que inducen una respuesta de Inmunoglobulinas G (IgG), que pasan de la madre al bebé por vía placentaria. Estas vacunas se encuentran en evaluación de seguridad, tolerancia e inmunogenicidad. Los estudios de fase III tienen la limitación de la baja incidencia actual de EGB en neonatos y embarazadas, sobre todo en los países más ricos.

Es necesaria la aprobación e implementación universal de una vacuna eficaz y es probable que la estrategia acabe siendo la misma que se utilizó para la vacuna anti-Pneumocócica conjugada, buscando la respuesta inmune individual con ensayos inmunológicos estandarizados.

A pesar de los avances en el diagnóstico y el tratamiento de la infección por EGB en las últimas décadas, la infección invasiva por la bacteria sigue siendo un problema de salud pública a nivel global. La vacunación durante el embarazo es la herramienta preventiva más prometedora a medio plazo para evitar la transmisión del patógeno al bebé. 

La vacunación durante el embarazo es la herramienta preventiva más prometedora a medio plazo para evitar la transmisión del patógeno al bebé

Por lo tanto, se requieren esfuerzos globales para establecer colaboraciones y unir equipos de investigación en salud global con el fin último de contribuir a la implementación factible de un cribado universal eficiente y al desarrollo de una vacuna que garantice una adecuada protección a la madre y al bebé, y sobre todo, que esté al alcance de las poblaciones que más lo necesiten.