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Investigación, Análisis y Desarrollo Global, Eliminación de la malaria

La erradicación de la malaria es posible, pero requiere innovación

El informe de la OMS subraya la necesidad de generar nuevo conocimiento y herramientas, siguiendo la hoja de ruta establecida por la Agenda de Investigación para la Erradicación de la Malaria (malERA)

27.08.2019
Detalle de una página del informe de la OMS

En 2016, bajo encargo de la dirección general de la OMS, se formó el Grupo Asesor Estratégico para la Erradicación de la Malaria (SAGme, por sus siglas en inglés) para analizar futuros escenarios de la enfermedad, incluyendo qué tan viable es su erradicación. La OMS acaba de publicar el resumen ejecutivo del informe: “La erradicación de la malaria: beneficios, futuros escenarios y viabilidad”. La principal conclusión es que no hay grandes obstáculos biológicos o ambientales que impidan su erradicación, pero no será posible lograrlo con las herramientas y el nivel de inversión actuales. De hecho, el informe estima que, con las herramientas actuales, tendremos todavía 11 millones de casos de malaria en África en el 2050.

En 1955, la OMS se fijó el ambicioso objetivo de erradicar la malaria, pero a pesar de lograr eliminarla en varios países, las herramientas existentes resultaron inadecuadas para su erradicación, y los esfuerzos se recentraron en su control. La malaria regresó con fuerza, afectando a las poblaciones más vulnerables del planeta: los más jóvenes y los pobres (la gran mayoría de las muertes ocurre en niños y niñas menores de cinco años y en África subsahariana). Desde el 2000, la marcada disminución en el número de casos y muertes por malaria ha abierto la puerta a considerar, una vez más, la viabilidad de erradicar la enfermedad.

Aunque el SAGme concluye que ‘aún no se puede dar una fecha específica para la erradicación’, enfatiza que ya existe una clara agenda para lograrlo.  

Corregir el rumbo

Antes que nada, la comunidad internacional necesita corregir el rumbo para alcanzar los objetivos globales de reducir en 90% el número de casos y muertes, tal como establece la Estrategia Técnica Mundial contra la Malaria 2016-2030. Para ello, necesitamos concentrar esfuerzos en los países con mayor carga de la enfermedad (la respuesta “De alta carga a alto impacto”). Ampliar las intervenciones actuales entre 2016 y 2030 para alcanzar al 90% de la población en los 29 países con mayor carga evitaría 2 mil millones de casos adicionales y 4 millones de muertes durante ese periodo. Por lo tanto, concluye el SAGme, el control de la malaria debe fortalecerse, independientemente de si se decide erradicar.

Recorrer el ultimo trecho

De manera a dar el último paso – y el más difícil – en el camino hacia la erradicación, la prioridad ahora mismo es de establecer las bases para un esfuerzo exitoso y disminuir el riesgo de fracaso.

Innovación: una de las piedras angulares es una agenda de investigación actualizada para desarrollar las herramientas y conocimiento transformadores que ayudarán a lograr la erradicación. Esta agenda ya existe. La Agenda Científica para la Erradicación de la Malaria (malERA) ha sido el resultado de un esfuerzo global y colaborativo coordinado por la Alianza Científica para la Erradicación de la Malaria (MESA), cuya sede está en ISGlobal, centro colaborador de la OMS para el control, eliminación y la erradicación de la malaria. En total, más de 400 expertos de todo el mundo participaron en malERA y su actualización (malERA Refresh) para consensuar las herramientas, estrategias y tecnologías que permitirán alcanzar la erradicación. “Efectivamente, malERA se ha convertido en un plano maestro para la comunidad científica,” señala Regina Rabinovich, directora de MESA. “Necesitamos aprovechar los avances en genética, herramientas moleculares y nuevas maneras de desarrollar fármacos y maneras de atacar al mosquito, necesarios para impulsar la erradicación,” añade la investigadora.