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Análisis y Desarrollo Global

Innovación y financiación, las claves de la lucha contra la tuberculosis, el sida y la malaria

ISGlobal organiza en Madrid el acto “España frente a las tres grandes epidemias: sida, tuberculosis y malaria”

09.10.2019
acto, fondo mundial

El pasado martes 1 de octubre, ISGlobal convocó en su oficina de Madrid un encuentro de personas expertas en salud global para abordar la historia de la lucha contra la tuberculosis, el sida y la malaria. Una lucha inaplazable para los 1,6 millones de personas que mueren anualmente de tuberculosis, las 435.000 que lo hacen por malaria (60% de las cuales son menores de 5 años), o los 1,7 millones que se infectan de sida al año, de las que un 30% no llegarán a ser tratadas por factores que incluyen la estigmatización social de esta enfermedad en muchos países.

El investigador y experto en tuberculosis de ISGlobal, Alberto García-Basteiro, Estrella Lasry, referente en enfermedades tropicales de la sección española de Médicos Sin Fronteras (MSF) y Javier Hourcade, experto en sida de la International Civil Society Support (ICSS) dimensionaron la incidencia de estas tres enfermedades: 

  • Las tres enfermedades tienen en común que las personas a las que afecta en mayor proporción son las que se encuentran en una situación de pobreza y más expuestas a la desigualdad. Especialmente la tuberculosis y la malaria son paradigmas de enfermedades de la pobreza, mientras que el acceso al tratamiento del sida lo es de las flagrantes desigualdades entre países. Así, una de las formas más eficaces de la lucha contra estas enfermedades es hacerlo contra la pobreza y la desigualdad. 
  • Otras tendencias globales también afectan decisivamente en la salud global. El cambio climático plantea un riesgo automático de reemergencia de la malaria en zonas donde ya estaba erradicada. Y, por otro lado, el auge político de mandatarios directamente enfrentados a los avances en materia de salud sexual y reproductiva está impactando directamente en la lucha contra el sida y otras enfermedades de transmisión sexual.
  • Los retos comunes a las tres enfermedades son la necesidad de financiación y de innovación. Esta última, tanto en el ámbito científico como al trasladar estos avances a las personas que más los necesitan. La malaria, por ejemplo, tiene un diagnóstico y tratamiento razonablemente sencillo, sin embargo, no logramos acabar con las enormes dificultades para alcanzar regiones rurales de los países donde hay una mayor prevalencia.

Françoise Vani, del Fondo Mundial, y Federico Buyolo, director de la oficina de la Alta Comisionada de la Agenda 2030, visibilizaron durante el acto que es posible ganar la batalla contra las tres enfermedades, pero ello requerirá de recursos, coordinación y, fundamentalmente, la voluntad de hacerlo. Abordar estos retos será posible mediante acciones concretas, como las intervenciones e inversiones del Fondo Mundial de lucha contra el sida la tuberculosis y la malaria que han salvado 32 millones de vidas desde su creación en 2002, y el compromiso y el esfuerzo coordinado de múltiples actores, como el de gobiernos donantes como el español que hace unos días anunció una contribución de 100 millones de euros al Fondo Mundial.

Durante el acto surgieron algunas preguntas y dudas inevitables: ¿qué pasa con las otras batallas?, las últimas emergencias sanitarias han sido declaradas por ébola y zika, y las enfermedades olvidadas (ninguna de las tres grandes pandemias puede considerarse como tal) enfrentan estos y peores problemas. Sin embargo, también se destacó que un foco en solo tres enfermedades puede robustecer los sistemas de salud, que son la principal garantía para lograr la cobertura universal en los próximos años, tal y como se han comprometido los gobiernos de la ONU hace unos días para avanzar en la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 sobre salud y bienestar.

Virginia Rodríguez, técnica de incidencia política en ISGlobal, resume las claves que recorrieron toda la conversación: “Por un lado, quedó claro que uno de los ámbitos en que es necesaria más innovación e investigación es para la mejora de los sistemas de salud. Y también se destacó que la inversión de instrumentos como el Fondo Mundial contribuye a la cobertura sanitaria universal de tres modos: aliviando la carga desmedida que para muchos de estos sistemas suponen las tres pandemias, con una inversión directa de 4.000 millones de dólares para reforzarlos, e incentivando la inversión directa de 46.000 millones de dólares en salud de los gobiernos receptores de recursos”.