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¿Sin registro, no hay progreso?

08.3.2013

(Con motivo del Día Internacional de la Mujer, esta entrada se publica de manera simultánea en Materia)

Un artículo  publicado en 2007, con un título muy acertado, afirmaba que «la mayoría de la gente en países en vías de desarrollo nace y muere sin dejar rastro en ningún documento legal ni estadística oficial». Lo que significa nacer sin tener una identidad, vivir en lugares donde el estado no te proporciona lo necesario y dejar este mundo como si nunca hubieras existido y sin constar en ningún documento escrito.

Los registros adecuados de estadísticas vitales y de datos sobre causas de muerte son bienes públicos que permiten avanzar hacia objetivos de desarrollo, ya que están estrechamente relacionados con la producción, análisis, diseminación y uso de información fiable y actualizada que debe informar a los responsables de la toma de decisiones a diferentes niveles. Sin embargo, parece que no está sucediendo gran cosa en la dirección correcta para abordar esta situación: los datos  más recientes de UNICEF muestran que no hay registro de la existencia de aproximadamente la mitad de los niños en África. Y en la mayor parte de los países en desarrollo, donde la certificación médica de causa de la muerte a menudo no existe, resulta difícil tanto la atribución correcta de la muerte de una mujer como muerte materna como la estimación de los verdaderos niveles de mortalidad materna. Urge, pues, generar más y mejores datos.

Esta debilidad de los sistemas de registro y de las estadísticas es uno de los factores que dificulta la consecución de objetivos de desarrollo como la reducción de la mortalidad infantil (ODM4) y la mejora de la salud materna (ODM5). Primero tienen que estar bien dimensionados. De lo contrario, ¿cómo pueden los países sin sistemas de registro destinar recursos, poner en práctica políticas o evaluarlas? Y tras décadas trabajando con la limitación que supone la falta de datos, ¿cómo pueden saber los actores que trabajan en desarrollo que los fondos consiguen el efecto esperado ya sea en la reducción de la mortalidad o de la pobreza?

Desde el ámbito de la investigación se puede contribuir a esta cuestión: desarrollando métodos para asegurar la calidad tanto de las estadísticas vitales como de los datos de causa de muerte en entornos de recursos limitados. Como dijo una vez Lee Jong-Wook, director general de la OMS de 2003 a 2006, «para conseguir que las personas cuenten, primero tenemos que ser capaces de contar a las personas».

Presentación: ¡Contemos con las mujeres!