¿Puede el estilo de vida influir en la aparición del TDAH en la infancia?

El TDAH es el trastorno de la conducta más común en la infancia, con una prevalencia del 5% a nivel mundial

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es el trastorno de la conducta más común en la infancia, con una prevalencia del 5% a nivel mundial. El TDAH se caracteriza por un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad de una intensidad y una frecuencia superior a la que se da en niños de la misma edad. Estos síntomas pueden interferir en el desarrollo infantil y se han asociado con problemas académicos en la etapa escolar y con un mayor riesgo de sufrir problemas de adicciones o de conductas de riesgo.

Las causas del TDAH son difíciles de identificar, ya que se trata de un trastorno complejo, originado por múltiples factores. En su aparición intervienen factores genéticos y ambientales, tales como la exposición al humo del tabaco durante la gestación o la duración de la lactancia materna, así como la interacción de estos factores. Además, en los últimos años varios estudios han sugerido que los factores asociados al estilo de vida -como las horas de sueño o el tiempo que pasamos mirando la televisión- también podrían influir en la aparición de este trastorno, hecho que resulta muy relevante ya que estos factores dependen de nosotros y, por lo tanto, son potencialmente modificables.

Los factores asociados al estilo de vida -como las horas de sueño o el tiempo mirando la televisión- también podrían influir en la aparición del trastorno

Los factores asociados al estilo de vida que más se han estudiado en relación al TDAH son las horas de sueño y el tiempo que pasan los niños y las niñas mirando la televisión. Se sabe que tanto la falta de horas de sueño como un excesivo tiempo mirando la televisión en la infancia incrementan el riesgo de sufrir síntomas de TDAH. Sin embargo, otras actividades muy comunes también en la infancia han recibido menos atención. Hasta hace poco, ningún estudio había analizado si las actividades cognitivamente estimulantes (como leer o hacer puzles) o la actividad física extraescolar también pueden influir en la aparición de los síntomas del TDAH.

En un estudio que acabamos de publicar, estudiamos la asociación entre diversos factores asociados al estilo de vida  a los cuatro años y la aparición de síntomas de TDAH a los siete años.

En este vídeo, la investigadora Gabriela Prado presenta el nuevo estudio prospectivo 

Además de analizar el efecto de las horas de sueño y del tiempo mirando la televisión, también tuvimos en cuenta el tiempo que los niños y niñas dedicaban a actividades cognitivamente estimulantes y a actividades físicas extraescolares. Para llevar a cabo este estudio analizamos datos de más de 800 niños y niñas que participan en el Proyecto INMA - Infancia y Medio Ambiente. A los cuatro años, las madres y los padres reportaron mediante un cuestionario el tiempo que los niños y niñas dedicaban a las diferentes actividades y a los siete años evaluamos los síntomas de TDAH mediante un cuestionario específico para este trastorno.

Nuestro estudio sugiere, por primera vez, que más tiempo dedicado a actividades cognitivamente estimulantes se asocia con menos riesgo de aparición de TDAH

Los resultados de nuestro estudio sugieren, por primera vez, que un mayor tiempo dedicado a actividades cognitivamente estimulantes (como leer o hacer puzles) en la infancia se asocia con un menor riesgo de aparición de los síntomas de TDAH.

Además, nuestros resultados también muestran un menor riesgo de TDAH en los niños que duermen más horas, tal y como ya se había demostrado anteriormente. En cambio, en nuestro estudio, la aparición de síntomas de TDAH no se asoció con el tiempo mirando la televisión ni con la actividad física extraescolar.

En conclusión, los resultados de nuestra investigación ponen de manifiesto que los factores asociados al estilo de vida pueden jugar un papel importante en la aparición del TDAH. Concretamente, nuestro estudio muestra que un horario adecuado de sueño y una mejor distribución de las actividades de tiempo libre en la infancia también pueden influir en el desarrollo de los síntomas asociados al TDAH.

Además, nuestros resultados abren la puerta a futura investigación. Debido al diseño del estudio, no pudimos analizar el efecto individual de cada una de las actividades cognitivamente estimulantes que recogimos, por lo que no fue posible saber cuál de ellas podría tener un mayor efecto -por ejemplo, ¿leer tiene un mayor efecto que hacer puzles?-. Así pues, en el futuro es necesaria más investigación con una evaluación más detallada de estas actividades.