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¿Cuáles son las principales lagunas en el conocimiento científico de cara a la estrategia de desconfinamiento?

Serie | COVID-19 y estrategia de respuesta #3

20.04.2020

Este es el tercer documento de la serie COVID-19 y estrategia de respuesta, esta vez dedicado al conocimiento científico sobre la pandemia y escrito por la inmunóloga y redactora científica de ISGlobal Adelaida Sarukhan. El texto aborda algunas de las lagunas en el conocimiento científico que están dificultando la toma de decisiones inmediatas para comenzar a salir del confinamiento con el menor coste humano, social y económico posible.

La diversidad de virus sobre este planeta es inmensa. Se estima que los mamíferos albergan unos 320.000 virus distintos que aún no conocemos. El nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) era uno de ellos, hasta que a finales del año pasado adquirió la capacidad de saltar de alguna especie animal (probablemente el pangolín) al humano, y de ahí transmitirse de persona a persona, causando un brote de neumonías de origen desconocido en la ciudad de Wuhan. 

 

¿Qué porcentaje de la población ha sido infectada por el coronavirus?

Se sabe que, entre los casos confirmados, un 80% de personas presentan síntomas leves a moderados, un 15% presenta síntomas graves, y un 6% se considera como crítico. Sin embargo, se cree que un porcentaje importante no presenta síntomas o los presenta de manera tan leve que a menudo escapan a la detección. 

Algunos estudios sugieren que entre el 17% y el 30% de las personas infectadas no desarrollan síntomas, pero pueden contribuir a la transmisión del virus. Conocer el porcentaje real de personas infectadas por el virus (sintomáticas o no) es vital por dos motivos: 

  1. Estimar mejor la tasa de letalidad del virus (la llamada infection fatality rate). 
  2. Tener una mejor idea del porcentaje de personas que podría presentar inmunidad frente al virus

 

Esta pregunta solo se podrá contestar realizando estudios serológicos (para detectar anticuerpos frente al virus) a nivel poblacional. 

Para realizar estos estudios en España, se requiere: 

  • Identificar/desarrollar un test válido en términos de especificidad y sensibilidad. 
  • Adquirir o producir un número suficiente de dichos tests.
  • Planificar una estrategia de muestreo tanto en población a riesgo como en la población general, con el fin de obtener datos estadísticamente significativos.
 

¿Desarrollan inmunidad contra el virus las personas infectadas?

Varios estudios indican que los pacientes con COVID-19 desarrollan anticuerpos contra el virus de tipo IgM unos seis días después de la infección, seguidos de anticuerpos de tipo IgG. 

Sin embargo, todavía no se sabe con certeza si: 

  • Todas las personas infectadas (incluyendo las personas asintomáticas) generan niveles suficientes de anticuerpos.
  • Si estos anticuerpos son protectores (es decir, si son capaces de neutralizar eficazmente el SARS-CoV-2). 

Por lo tanto, no solo basta con saber cuántas personas han desarrollado anticuerpos contra el virus, sino que también es necesario cerciorarse de que estos anticuerpos los protegerán contra futuras infecciones

 

¿Cuánto tiempo dura la inmunidad?

Una vez identificada/estimada la población susceptible de contar con anticuerpos protectores contra el virus, es importante determinar cuánto tiempo durará esta inmunidad. Podría ser unos meses (como es el caso de la inmunidad contra los coronavirus que causan los resfriados comunes) o podría ser un par de años (como se observó con el SARS). Para contestar, es necesario realizar estudios serológicos longitudinales.

 

¿Con qué rapidez está mutando el virus?

Por el momento, los análisis genéticos realizados con muestras obtenidas en diferentes momentos y lugares, indican que el virus está mutando poco

Sin embargo, con el tiempo, la presión selectiva sobre el virus (ejercida por una inmunidad cada vez mayor en la población) podría facilitar la aparición de cepas que escapen a dicha inmunidad

Para responder a esta pregunta, es indispensable establecer mecanismos de vigilancia genética del virus que consisten en secuenciar regularmente virus obtenidos de pacientes de diferentes zonas geográficas y publicarlas en una plataforma abierta para su análisis. 

 

¿Por qué la población infantil es menos susceptible a la enfermedad y cuál es su papel en la transmisión de la infección?

Los niños y las niñas son mucho menos susceptibles a desarrollar formas graves de la enfermedad, a pesar de que sí parecen infectarse. Las razones aún no se conocen y merecen ser investigadas. Sin embargo, una cuestión todavía más urgente en este momento es entender qué papel juegan en la transmisión del virus. Esta información será esencial para guiar decisiones relacionadas con la reapertura de escuelas y recomendaciones sobre la convivencia de los menores con los adultos mayores.