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Reflexiones en el Día Mundial contra la Polio. Al filo del éxito, respuestas innovadoras para los nuevos desafíos

22.10.2020
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Foto: UN Photo/JC McIlwaine - Juba, Sudán del Sur.

[Este texto ha sido escrito por Nelly Regina Rabinovich y Matiana González, directora y coordinadora, respectivamente, de la Iniciativa para la Eliminación de la Malaria de ISGlobal]

 

Hace 32 años, los líderes mundiales de la salud lanzaron un compromiso valiente: la erradicación de las tres cepas del virus salvaje de la polio que habían desencadenado una enfermedad discapacitante y potencialmente mortal en todo el mundo. Desde entonces, la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Polio (GPEI, por sus siglas en inglés) ha logrado una reducción del 99% en los casos de polio, ha puesto fin a la transmisión de dos de los tres virus de tipo salvaje que causan la polio y ha completado la eliminación de la enfermedad en todos los países excepto Afganistán y Pakistán, que en 2019 reportaron menos de 200 casos. ¡La certificación de la erradicación completa está tan cerca!

¡La certificación de la erradicación completa de la polio está tan cerca!

En el camino hacia estos impresionantes logros, el programa global ha logrado no solo la capacidad de vacunar a cientos de millones de niños y niñas a través de sistemas de inmunización rutinarios y campañas específicas, sino también un sistema transformador de recolección de datos que rastrea, hasta la genética, cada poliovirus identificado en las personas. Además, el sistema contempla pruebas de rutina de las muestras recuperadas de las aguas residuales para asegurarse de que no haya virus circulando en la comunidad, a fin de identificar las infecciones antes de que provoquen un brote de polio. Para hacer esto factible, la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Polio ha involucrado a una comunidad cada vez más amplia, incluidos líderes nacionales, iglesias de todas las denominaciones, líderes comunitarios, empresas, fundaciones y estructuras de salud global, como una prioridad básica en la salud global.

Pero la historia no ha sido sencilla, con retrasos para lograr el objetivo final de la erradicación de la polio ­–originalmente establecido para el año 2000– ya que se han identificado nuevos desafíos, sobre todo pequeños brotes de polio­, no debidos a los virus de tipo salvaje, sino a un virus derivado de la vacuna. Desde hace mucho tiempo se sabe que el virus vivo atenuado utilizado para la vacuna oral tenía el extraño potencial de revertir, mediante un pequeño cambio genético natural, a la neurovirulencia, capaz de crear una enfermedad clínica indistinguible de la polio de tipo salvaje. Estos brotes se han identificado y respondido, pero también deben ser prevenidos.

El programa global ha logrado no solo la capacidad de vacunar a cientos de millones de niños y niñas a través de sistemas de inmunización rutinarios y campañas específicas, sino también un sistema transformador de recolección de datos

Actualmente, la Estrategia para la Fase Final de la Polio 2019-2023 se complementa con un plan de emergencia para contener los brotes locales del poliovirus de tipo 2 derivado de la vacuna. Esto ha sido necesario debido a los retrasos en el acceso a la vacuna basada en poliovirus inactivados que habrían asegurado que todos los niños y niñas del mundo tuvieran inmunidad contra el poliovirus tipo 2. Con el enfoque “Switch”, el mundo cambió la estrategia para eliminar la polio cambiando la vacuna oral que contiene virus vivos atenuados, ya que esa cepa fue erradicada. En cambio, 20 países no pudieron vacunar con la vacuna necesaria y en 2019 se notificaron más de 350 casos de polio derivada de la vacuna en 15 países de África y el sudeste asiático.

Foto: UNICEF Etiopía/2013/Sewunet.

La perspectiva a más largo plazo es un regalo de inversión en innovación: incluso en esta etapa avanzada del programa de erradicación, el potencial de una nueva vacuna oral sin riesgo de reversión a la neurovirulencia, y que se pueda utilizar ampliamente en los programas. Esta nueva vacuna, que también utiliza virus vivos atenuados pero con una mayor estabilidad genética y, por lo tanto, un menor riesgo de mutación, ha sido sometida a revisión de acuerdo con el Procedimiento de lista de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y puede estar disponible.

La historia no ha sido sencilla, con retrasos para lograr el objetivo final de la erradicación de la polio ­–originalmente establecido para el año 2000– ya que se han identificado pequeños brotes de polio­ debidos a un virus derivado de la vacuna

En paralelo a esta innovación, se reconoce que la GPEI necesita mejorar su gobernanza y ganar en responsabilidad, transparencia, participación e integración de los países. Como se indica en una reciente evaluación de la gobernanza de la iniciativa publicada en julio de 2020, es fundamental que la GPEI "demuestre que el cambio es bienvenido dentro de la organización porque los objetivos de erradicación pueden estar en riesgo con la estructura y las prácticas actuales internas".

Si la comunidad de salud global busca lecciones en la lucha contra la poliomielitis, podríamos resumirlo en lo siguiente: el valor de los datos y la comprensión detallada de los nuevos problemas; la sabiduría de la inversión sostenida en soluciones innovadoras; la importancia de la participación y la apropiación de la comunidad; y la comprensión de que la gobernanza y las adaptaciones a las nuevas realidades son cruciales para el éxito. Con estos elementos en su sitio, hay optimismo para el éxito y soluciones sostenibles a corto plazo. Y en la salud global, el optimismo es el ingrediente secreto del éxito.