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Investigación

Entrevista a Myron Levine: "El movimiento antivacunas es uno de los mayores problemas que afrontamos"

El experto en vacunas nos habla sobre retos y oportunidades en el campo de las vacunas

30.03.2015

Myron Levine tiene una sólida experiencia en el área de las vacunas: participó en la campaña de erradicación de la viruela, formó parte del primer grupo de trabajo de la Global Alliance for Vaccination (conocida como GAVI) y fundó el Centre for Vaccine Development (CVD) en Maryland (Estados Unidos) del que en la actualidad es director. Desde agosto del 2014 ha estado trabajando en primera línea junto con la OMS para desarrollar una vacuna contra el ébola.  Ha respondido a algunas preguntas sobre retos y oportunidades en el área de las vacunas.   

¿Cuál es el reto más grande en el campo de las vacunas? 

Pienso que para la mayoría de las vacunas y la mayoría de los patógenos, la ciencia es relativamente fácil. Hay algunas excepciones, como por ejemplo la malaria, el VIH o la tuberculosis, pero en el caso de muchos patógenos, hacer una vacuna plausible capaz de llegar hasta su homologación y convertirse en una herramienta de salud pública es en realidad sencillo, si hay financiamiento. El siguiente paso complicado es financiar su distribución en países en desarrollo. A finales del siglo pasado, el sistema de Naciones Unidas creó GAVI —la alianza global de vacunas—, que ha contado con importante financiación y ha introducido con éxito vacunas vitales y servicios de inmunización en los países en desarrollo. El problema es que los candidatos que buscan financiación de GAVI son más de los que puede financiar. Así, se ha resuelto un problema pero han surgido otros. Esto es progreso. 

Para mí, el problema más grande a nivel global es el movimiento antivacunas y los que dudan de ellas. Hay gente que, casi como una religión, está contra las vacunas. Sus páginas web están muy bien articuladas: toman una frase por aquí, una oración de algún artículo científico por allá y lo juntan todo en un mosaico variopinto para crear un argumento convincente contra las vacunas.  Generan humo y fomentan dudas. Así, una pareja joven, bien educada, de ingresos altos, con un bebé recién nacido, ve el humo y piensa que detrás debe de haber fuego, debe de haber algo de verdad. Cuando una vacuna elimina una enfermedad, por ejemplo reduciendo cientos de miles de casos de sarampión a casi ninguno, los padres se preguntan si es necesario vacunar a su hijo, y olvidan que la enfermedad desaparece gracias a la alta cobertura de vacunación. Estamos viendo la aparición de sospechas en torno a las vacunas en América Latina, por ejemplo, incluso en regiones que eran claramente provacunas hace una o dos generaciones. También observo esto en subpoblaciones de algunos de los países más pobres; estamos en un mundo "plano" gracias a internet.  Considero que el movimiento antivacunas es uno de los mayores problemas que afrontamos. No podemos evitar la mortalidad por sarampión en África subsahariana de manera eficiente, ni eliminar la enfermedad, cuando todavía tenemos casos en Suiza, Japón o Francia. 

¿Considera que hay algún obstáculo importante para la vacuna del ébola?   

Es evidente que necesitamos vacunas potentes. Pero también necesitamos pensar de manera estratégica, haciendo un plan epidemiológico, para darle un buen uso a la vacuna. Incluso una vacuna que no confiera protección de largo plazo puede ser una herramienta eficiente para interrumpir la transmisión de la enfermedad, si la usamos de manera correcta.  

La crisis actual del ébola ha mostrado que el proceso de prueba y validación de vacunas y tratamiento se puede acelerar considerablemente. En su opinión, ¿cómo se puede mejorar el sistema de desarrollo de medicamentos sin comprometer la seguridad? 

Es una buena pregunta. Creo que todo se trata de hacer balances. Si tienes una enfermedad común, que no mata pero que afecta a la economía, y por lo tanto hay un deseo de tener una vacuna, ésta no será autorizada a menos que sea muy segura y que los efectos adversos sean pocos y leves. En cambio, una  situación única como la del ébola rompe todas las reglas: ir de fase I a fase III sin pasar por fase II; ir de una vacuna nunca antes probada en humanos a determinar dosis en solo seis meses; ¡es algo nunca visto antes! Sólo es posible en una situación epidemiológica. De hecho, esto fue más que eso, fue un fenómeno. En casa recibimos dos periódicos y el ébola estaba en la portada todos los días. Increíble.   

Uno de cada cinco niños no está protegido de enfermedades evitables mediante vacunación. ¿Por qué existe todavía esta desigualdad en vacunas? 

Creo que necesitamos separar el mundo desarrollado del mundo en desarrollo. En el primer mundo es porque eliminamos las infecciones, en parte gracias a las vacunas, que la gente decide jugar a la lotería. El sarampión es un buen ejemplo. Los padres que eligen no vacunar a sus hijos contra el sarampión no se dan cuenta de que incluso en Europa y EEUU, uno de cada 600 individuos que contrae el sarampión morirá, y además habrá hospitalizaciones.     

En los países en desarrollo, se trata sobretodo de acceso a la atención médica, y de contar con financiación de GAVI o de otros organismos para proveer las vacunas. Consiste también en tener una estructura adecuada que garantice la cadena del frío. La eficacia de la vacuna del sarampión es de corta duración en un ambiente cálido tropical. 

Así pues, son retos diferentes, y creo que los últimos son más fáciles de solucionar que los primeros. Actualmente estamos luchando con la legislación en EEUU, donde cada estado puede decidir si otorga una dispensa de vacunación a los padres. El problema con las dispensas basadas en motivos religiosos o intelectuales es que la supervivencia de niños que no pueden ser vacunados por motivos de salud depende de que otros niños se vacunen.   Muchos de nosotros consideramos que es injusto. Me gustaría ver una legislación obligatoria, sin excepciones, para algunas enfermedades infecciosas. 

¿Puede decirnos qué novedades hay en el campo de las vacunas?

Hay muchas novedades. Acaba de salir una nueva vacuna contra la meningitis y una segunda vacuna polivalente. Hay un nuevo concepto que está ganando popularidad, que es el inmunizar a las mujeres durante el tercer trimestre de embarazo para prevenir enfermedades infecciosas en el neonato, que es demasiado joven para ser vacunado.  Actualmente, hay un consorcio de tres ensayos clínicos independientes con la vacuna de la gripe para responder a la pregunta: ¿Podemos proteger al bebé de menos de 6 meses de edad vacunando a la madre contra la gripe? Uno de los estudios lo hicimos en Mali, el menos desarrollado de los tres países (los otros son Sudáfrica y Bangladesh), y podemos asegurar que funciona. Eso ya está tomando forma y ahora estamos empezando a hacer lo mismo para prevenir la tosferina.  Esta es una de las áreas en que se está avanzando.

En los países en desarrollo estamos empezando a ensayar  vacunas contra Shigella. Hay una nueva generación de vacunas contra la tifoidea llamadas conjugados Vi, donde un polisacárido se une a una proteína para cambiar sus propiedades. Uno de estos conjugados se autorizó el año pasado en India y parece prometedor. Estos son algunos ejemplos de todo lo que está ocurriendo.