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Investigación, Análisis y Desarrollo Global

¿A quién vacunar primero? Un grupo multidisciplinar de personas expertas propone una estrategia de vacunación contra la COVID-19

Según la propuesta, el primer grupo a vacunarse sería el más expuesto: el personal sanitario en contacto con pacientes y las personas que trabajan en residencias de ancianos

23.11.2020
Foto: Edu Bayer / Ayuntamiento de Barcelona

El reciente anuncio por parte de dos farmacéuticas de que sus vacunas candidatas tienen resultados de eficacia por encima del 90% aumenta la probabilidad de que a finales de año se apruebe más de una vacuna contra la COVID-19. Pese a estas excelentes noticias, la realidad es que el número de dosis disponibles en los primeros meses será muy limitado. En este escenario, los gobiernos deben definir cuál es la mejor manera de administrar las primeras dosis disponibles para lograr el mayor impacto, tanto en la mortalidad como en la transmisión comunitaria.

Este ha sido el objetivo del Grupo Colaborativo Multidisciplinar para el Seguimiento Científico de la COVID-19 (GCMSC), una plataforma independiente de científicos promovida conjuntamente por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, y el Colegio de Médicos de Barcelona (COMB), con la colaboración de la Asociación Catalana de Centros de Investigación (ACER), que presenta hoy su primer informe sobre grupos prioritarios para la vacunación contra la COVID-19.

Este primer informe hace un resumen de las vacunas candidatas más avanzadas y los diferentes puntos que cabe considerar para la implementación de las vacunas finalmente aprobadas. “Tras una revisión crítica de la literatura científica y de los planes generados por otros países o instituciones, nuestro grupo estableció una lista prioritaria de vacunación basada en principios éticos y adaptada a nuestro país,” explica Silvia de Sanjosé, epidemióloga y presidenta del GCMSC.

El informe establece que el primer grupo que ha de vacunarse es a la vez el más expuesto y al que más se necesita proteger para asegurar la atención sanitaria: el personal sanitario que está en contacto con pacientes (personal médico, de enfermería y otro personal hospitalario), así como personas que trabajan en residencias de ancianos. En este grupo también entraría el personal de primeros auxilios, como bomberos, policías, etc.

En segundo lugar, estaría el grupo más vulnerable: personas mayores de 80 años, priorizando a aquellas que están en residencias. Cuando la disponibilidad de dosis de vacunas sea mayor, se tendría que vacunar a continuación al resto de colectivos más susceptibles de enfermar gravemente:personas de entre 65 y 79 años de edad, y personas con condiciones crónicas como la diabetes de tipo 2, enfermedades pulmonares o cardiovasculares, y personas con obesidad.

Posteriormente, el informe lista al colectivo de personas que prestan servicios esenciales a la población y están particularmente expuestas al virus ­–incluyendo personal de transporte público, personal educativo, personas que trabajan en el sector de la alimentación, etc.– y a personas institucionalizadas en lugares donde la capacidad de aislamiento es limitada, como prisiones y centros de refugiados, así como a migrantes y otras personas en riesgo de exclusión social. A continuación, el resto de la población adulta, con prioridad a las personas mayores de 55 años. La última en recibir la vacuna sería la población infantil, ya que es la menos vulnerable al virus y, por el momento, se tienen pocos datos sobre la seguridad de la vacuna en este grupo.

 

Infografía que muestra la propuesta del GCMSC con los grupos prioritarios para la vacunación contra la COVID-19.

 

El grupo de expertos señala que las personas con evidencia de infección por SARS-CoV-2 (ya sea por PCR, por test de antígeno o por anticuerpos frente al virus) podrían considerarse como no prioritarias para la vacunación , como mínimo en las primeras fases. Además, también señala que estas prioridades podrán ajustarse según las características de las diferentes vacunas disponibles.

Finalmente, los miembros del GCMSC destacan la importancia de comunicar claramente a la población los riesgos y beneficios de las vacunas, así como la necesidad de mantener las medidas adicionales de prevención (mascarillas, distancia social, etc.) hasta que un porcentaje suficiente de la población haya sido vacunado.

Un grupo multidisciplinar para informar sobre la respuesta a la COVID-19

El GCMSC es un grupo de personas expertas de diferentes disciplinas y trayectorias en investigación , cuyas especializaciones resultan relevantes en el contexto de la COVID-19. Reunido por primera vez en septiembre de 2020, el grupo tiene como objetivo hacer un seguimiento continuado de la evidencia científica directamente relacionada con el control de la pandemia para impulsar las decisiones técnicas y políticas que implica la respuesta a la COVID-19 a través de informes que puedan ser consultados por las administraciones, entidades privadas y el conjunto de la sociedad.

“Ante la complejidad de la COVID-19 y el reto que supone establecer una síntesis rigurosa de la evidencia científica con la velocidad y las garantías que la situación exige, hemos promovido este grupo que nace con el objetivo de servir, de manera plenamente independiente, al conjunto de la sociedad, así como a las administraciones públicas y a los principales colectivos profesionales y científicos del ámbito de la salud y de la medicina”, afirma Antoni Plasència, director general de ISGlobal, centro miembro del Programa CERCA de la Generalitat de Catalunya.

El grupo, que ya está trabajando en el siguiente informe, prestará especial atención a los aspectos clave relacionados con el control de la pandemia, tales como la inmunidad frente al virus, los efectos crónicos de la enfermedad o las estrategias de identificación y aislamiento de casos y contactos.

“En una situación tan compleja como la actual, es muy importante que existan proyectos liderados por instituciones del ámbito profesional, científico y clínico que se pongan a disposición de la sociedad, con vocación de servicio público, de manera independiente y con una visión pluridisciplinar, bajo el prisma de la evidencia científica, criterios éticos y la defensa del interés general”, detalla Jaume Padrós, presidente del Colegio de Médicos de Barcelona.

 

* El GCMSC está formado por Silvia de Sanjosé (epidemióloga, PATH & ICO), Josep M Miró (infectólogo, Hospital Clínic y Universitat de Barcelona), Quique Bassat (pediatra, investigador ICREA en ISGlobal), Magda Campins (epidemióloga, Hospital Vall d’Hebron), Robert Guerri (internista, Hospital del Mar), Carles Brotons (médico de familia, EAP Sardenya), Juana Díez (viróloga, CEXS, Universitat Pompeu Fabra), Julià Blanco (bioquímico e inmunólogo, IrsiCaixa-IGHTP), Mireia Sans (médica de familia, CAP Borrell), Olga Rubio (intensivista, Althaia y Sociedad Catalana Bioética) y Adelaida Sarukhan (inmunóloga y redactora científica en ISGlobal).