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De la pobreza a la dignidad: promover la salud a través de la protección social

17.10.2025
Madagascar a cash transfer in the town of Betafo. Mohammad Al-AriefThe World Bank.
Foto: Mohammad Al-Arief / The World Bank - Programa de transferencias monetarias en Madagascar

La protección social universal es clave para acabar con la pobreza y lograr la equidad en salud global.

 

[Este texto lo han escrito conjuntamente Megan Naidoo, candidata a doctorada en la Universidad de Barcelona Elisa Landín Basterra, investigadora predoctoral en ISGlobal y la Universidad de Barcelona; Gabriela Santos Jesus, estudiante de doctorado en la Universidad Federal de Bahía; y Davide Rasella, Profesor de Investigación ICREA y responsable del Grupo Evaluación de Impacto en Salud en ISGlobal.]

 

Para millones de personas en todo el mundo, una enfermedad puede significar tener que elegir entre medicamentos o comida —un recordatorio contundente de que la pobreza es una lucha por la supervivencia. El primer Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS 1) de las Naciones Unidas es acabar con la pobreza extrema para todas las personas y en todo el mundo para 2030. Sin embargo, a solo cinco años de esta meta, el mundo sigue lejos de alcanzarla. Agravada por los conflictos globales, la crisis climática y la pandemia de COVID-19, casi una de cada diez personas sigue viviendo en pobreza extrema, sobreviviendo con menos de 3 dólares al día. Pero la pobreza no es solo una cuestión de ingresos: es una lucha por la dignidad y la salud.

La pobreza como determinante de la salud

La pobreza es uno de los determinantes sociales de la salud más poderosos. Limita el acceso a alimentos nutritivos, agua limpia, atención sanitaria de calidad y vivienda segura —los pilares del bienestar. Las consecuencias son mayores tasas de enfermedades infecciosas y crónicas, mortalidad prematura y estrés mental en las comunidades más vulnerables. La pobreza determina quién enferma, quién recibe atención y quién se recupera, reflejando un mundo injusto donde la salud es un privilegio y no un derecho.

Protección social universal: un camino hacia la equidad en salud

La protección social universal es central para lograr el ODS 1. Estas políticas garantizan que todas las personas puedan acceder a apoyo económico y, por lo tanto, puedan tener acceso a otros recursos esenciales como vivienda, alimentación, atención sanitaria y educación, ayudando a reducir la exclusión social y económica. Reconociendo su importancia, una de las metas del ODS 1 es implementar sistemas universales de protección social para todos.

La pobreza determina quién enferma, quién recibe atención y quién se recupera, reflejando un mundo injusto donde la salud es un privilegio y no un derecho

La evidencia de países de ingresos bajos y medios (PIBM) muestra que los programas de protección social mejoran los resultados en salud y protegen frente a gastos catastróficos. Por ejemplo, el Seguro de Salud Comunitario, donde las comunidades agrupan recursos para cubrir costes sanitarios, ha reducido significativamente los gastos de bolsillo e incrementado el uso de servicios de salud en PIBM.

Durante la pandemia de COVID-19, los gobiernos de todo el mundo implementaron más de 1.600 medidas de protección social de emergencia, que beneficiaron a casi dos mil millones de personas en PIBM. Sin embargo, muchas de estas medidas se redujeron posteriormente, lo que mermó los logros. Con casi la mitad de la población mundial aún sin protección, es esencial un compromiso renovado con sistemas universales y capaces de responder a crisis.

Lecciones de Bolsa Família en Brasil

Los programas de transferencias monetarias son un tipo de protección social que brindan apoyo económico. Bolsa Família en Brasil, uno de los mayores programas de transferencias condicionadas del mundo, proporciona ayuda financiera para asegurar que los niños y las niñas asistan a la escuela y las familias utilicen servicios preventivos de salud. El programa ha mejorado de manera consistente los resultados económicos, de salud y educativos, especialmente entre las comunidades más marginadas. El programa redujo significativamente la desnutrición, la mortalidad infantil y la incidencia y mortalidad de VIH/SIDA y tuberculosis. En total, Bolsa Família previno aproximadamente 8,2 millones de hospitalizaciones y 710.000 muertes entre 2000 y 2019, con efectos particularmente destacables entre niños y personas mayores. Las proyecciones sugieren que ampliar la cobertura podría prevenir 680.000 muertes adicionales y ocho millones de hospitalizaciones para 2030.

Los sistemas de protección social se encuentran entre las herramientas más poderosas para acabar con la pobreza

Dignidad para todos, en todas partes

Erradicar la pobreza garantiza que todas las personas tengan la oportunidad de vivir con dignidad. Los sistemas de protección social se encuentran entre las herramientas más poderosas para acabar con la pobreza. Las políticas sociales inclusivas pueden cambiar vidas, mejorar la salud y fortalecer la resiliencia comunitaria. Debemos ir más allá de medidas temporales e invertir en sistemas equitativos y sostenibles que protejan a todas las personas, en todas partes. Acabar con la pobreza no solo es posible, sino esencial para conseguir un mundo saludable, justo y equitativo.