Colaboración en investigación en salud ambiental en Manhiça

Colaboración en investigación en salud ambiental en Manhiça

Iniciativa impulsada por el Programa Severo Ochoa

Foto: Ariadna Curto / ISGlobal

Todavía disponemos de poca evidencia epidemiológica ambiental en países de ingresos bajos, especialmente en África subsahariana. Esta limitación se explica principalmente por la inexistencia de estudios poblacionales longitudinales consolidados, la falta de datos que aporte una vigilancia ambiental rutinaria, y la capacidad local limitada. Mozambique, situado en el sureste de África, es uno de los diez países menos desarrollados a nivel mundial, según las Naciones Unidas. Allí, la transición epidemiológica de enfermedades transmisibles a no transmisibles apenas está comenzando. Ello hace de Mozambique un escenario estratégico para estudiar cómo influyen las exposiciones ambientales en un amplio abanico de enfermedades transmisibles y no transmisibles.

Bajo el Programa Severo Ochoa de ISGlobal, nos disponemos a sentar las bases para el establecimiento de un sistema de vigilancia ambiental en la región para promover estudios de salud ambiental en el sur de África. Para llevarlo a cabo, tenemos el privilegio de contar con el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM), institución con la cual mantenemos una larga colaboración y que es una auténtica referencia en investigación biomédica en el país africano. Desde 1996, el CISM ha estado recopilando datos demográficos y de salud mediante un sistema de vigilancia rutinaria en el distrito de Manhiça, situado a 80 km al norte de Maputo, la capital mozambiqueña. Actualmente, el sistema de vigilancia demográfica y sanitaria (HDSS, por sus siglas en inglés) abarca un área de 2.380 kilómetros cuadrados y una población de 186.000 personas, que es la población total de la zona semi-rural del distrito de Manhiça.

CISM Demography Staff
Personal del Grupo de Demografía del CISM que, desde 196, desempeña un sistema de vigilancia rutinaria en Manhiça, Mozambique. (ISGlobal, 2018)

Objetivos y metodología

Partiendo del liderazgo contínuo en HDSS por parte del CISM, esta nueva colaboración en investigación en salud ambiental tiene por objetivo diseñar e implementar un sistema de vigilancia ambiental el el sur de África que integre tres métodos o herramientas de evaluación de la exposición:

  • datos satelitales,
  • elaboración de modelos de exposición, y
  • recopilación de datos primarios.

Ante la falta de redes de vigilancia ambiental en los países de ingresos bajos, los datos satelitales son una importante fuente de datos, ya que proporciona mediciones repetidas y gratuitas de los factores ambientales durante un largo período de tiempo. Los modelos de exposición anteriores realizados en países de ingresos bajos se basan en modelos globales que no están optimizados para la predicción local, ni calibrados localmente con mediciones, y tienen un error de medición considerable. Por ello un componente esencial de la nueva colaboración en investigación en salud ambiental con el CISM es establecer un punto permanente de vigilancia ambiental en Manhiça.

Actualmente, ISGlobal y CISM están trabajando en la instalación del punto permanente de vigilancia ambiental en la región con el objetivo de caracterizar la variación espacio-temporal a largo plazo de la contaminación del aire y las condiciones climáticas, y desarrollar modelos de exposición que luego se pueden aplicar en estudios de salud. La estación se ubicará en Palmeira, una aldea rural a 10 km por carretera de las instalaciones del CISM. El sitio es seguro y adecuado porque el CISM ya lo está utilizando para el estudio de la resistencia a insecticidas en mosquitos.

Por ahora, la estación de vigilancia estará compuesta por dos monitores de referencia que miden datos meteorológicos en tiempo real (es decir, temperatura, humedad, lluvia, viento y radiación ultravioleta) y partículas finas (o PM2.5). El monitor de contaminación del aire, el monitor Beta Attenuation Mass o BAM 1022, nos permitiría validar monitores de contaminación del aire más pequeños y menos costosos que se utilizarán para la recopilación de datos primarios.

Mientras pone en marcha la estación de vigilancia, nuestro equipo de investigación trabajará en la identificación de los riesgos ambientales que influyen en la salud infantil en la zona. La salud infantil se controla de manera sistemática y diaria gracias al sistema de vigilancia de la morbilidad pediátrica del CISM y abarca todos los niños y niñas menores de 15 años de Manhiça, los cuales representan cerca del 44% de la población total del distrito. A corto plazo, utilizaremos los datos de exposición existentes, como base de futuras propuestas que involucren la recopilación de nuevos datos. Inicialmente, nos centraremos en:

  • la exposición a la combustión de biomasa,
  • la contaminación del aire en hogares, y
  • la calidad y condiciones de vida en hogares.

Toda ellas son exposiciones ambientales significativas en la región y se han vinculado con la morbilidad y mortalidad infantil.

Nuestro equipo

En esta nueva colaboración sobre investigación en salud ambiental en Manhiça está involucrado un equipo multidisciplinario de personas, que incluye administradores de datos, estadísticos, analistas geoespaciales y epidemiólogos de ISGlobal y del CISM.

Los estudios específicos de salud ambiental están dirigidos por el investigador predoctoral de ISGlobal y del CISM Jovito Nunes y por la investigadora postdoctoral de ISGlobal Ariadna Curto, ambos reclutados a través del Programa Severo Ochoa. Los dos profesionales actúan bajo la supervisión de Quique Bassat, experto en epidemiología de enfermedades infecciosas, y Cathryn Tonne, experta en epidemiología ambiental.

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