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¿Qué ha pasado con el zika?

19.12.2017

No sé si alegrarme de que el virus del Zika ya no sea noticia (...). Esto supone que cada vez se le preste menos atención -y menos recursos-

No sé si alegrarme de que el virus del Zika ya no sea noticia. Por una parte, este olvido mediático se debe a que, afortunadamente, el número de nuevos casos ha disminuido y la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha reportado transmisión autóctona del virus en nuevos países desde mayo de 2017 (el último fue India). Sin embargo, esto supone que cada vez se le preste menos atención -y menos recursos- tanto al virus como a las familias afectadas, que ni mucho menos han dejado de existir.

En muchas ocasiones, las enfermedades son tratadas como modas, que van y vienen

En muchas ocasiones, las enfermedades son tratadas como modas, que van y vienen, saturando los medios de comunicación con alertas de nuevas epidemias, sobre todo con temas tan “morbosos” como la microcefalia y otras anomalías graves en recién nacidos. De hecho, el virus tiene consecuencias dramáticas en la salud materna, reproductiva e infantil (abortos, mortinatos, neonatos con alteraciones neurológicas y oculares, entre otras).

El virus tiene consecuencias dramáticas en la salud materna, reproductiva e infantil

Desgraciadamente, el virus del Zika ha entrado a formar parte de un grupo de enfermedades infecciosas que afectan de manera desproporcionada a la salud de las mujeres en edad reproductiva como son las llamadas TORCHS (Toxoplasmoxis, Rubéola, Citomegalovius, Herpes simple, varicela y Sífilis). Por este motivo, la OMS declaró la epidemia de zika en Brasil “Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional” desde el mes de febrero de 2016 hasta noviembre de dicho año.

Ahora que hace un año que pasara la alarma, ¿podemos bajar la guardia? La respuesta es clara: “No”

Ahora que hace un año que pasara la alarma, ¿podemos bajar la guardia? La respuesta es clara: “No”. No podemos permitirnos que se nos escape ni un solo caso de infección en una embarazada sin diagnosticar, no podemos olvidarnos de las familias que ya han dado a luz, ni mucho menos de los recién nacidos, bebés en muchos casos asintomáticos pero que tendrán que realizar un seguimiento más estricto que los demás niños y niñas durante los primeros años de vida.

En los países endémicos -es decir, con transmisión del virus mediada por el mosquito-, son las poblaciones más pobres y vulnerables, de áreas peri-urbanas, las que han tenido más barreras que superar frente a esta nueva realidad. En nuestro entorno, aunque no endémico, también nos encontramos con poblaciones vulnerables: mujeres jóvenes, con varios hijos, sin pareja estable y sin trabajo, que viajan a su país de origen donde hay transmisión del virus, y que deben hacer frente a toda esta información durante el embarazo, sin el soporte familiar adecuado.

No se puede hablar del zika sin hablar de planificación familiar

No se puede hablar de una enfermedad como un hecho aislado, sin entender sus determinantes sociales asociados. Por ello, no se puede hablar del zika sin hablar de planificación familiar. Desgraciadamente, los países más afectados por esta epidemia tienen sistemas frágiles de planificación familiar, por no hablar de sus leyes restrictivas de aborto. Recordamos que en Brasil, el país más afectado por la epidemia, el aborto tan solo es legal en casos de violación o anencefalia (ausencia de gran parte del cerebro), siendo criminalizadas las mujeres que lo realizan por otras causas con penas de hasta tres años de cárcel.  

Por todo esto, es importante que, desde aquí, sigamos haciendo un seguimiento de mujeres potencialmente expuestas a zika, ya que es clave para la detección temprana de casos y de sus posibles consecuencias. Ahora, una vez pasado el pico más alto de consultas por riesgo de exposición, tenemos que seguir recomendando no viajar a zonas endémicas de zika si se está embarazada o se prevé estarlo en los meses posteriores al regreso, seguir diagnosticando los casos, y continuar evaluando la afectación a largo plazo.

En ISGlobal estamos recogiendo los datos de todas las mujeres que han estado expuestas al virus durante el embarazo

Desde hace dos años, en ISGlobal estamos recogiendo los datos de todas las mujeres que han estado expuestas al virus durante el embarazo y han consultado en algún servicio del área Clínic (Maternidad, Consulta de Medicina Tropical, del Hospital Clínic, Hospital Pediátrico Sant Joan de Déu o Servicio de Atención al Viajero), con el fin de poder analizar los factores de riesgo asociados a la infección y documentar el desarrollo prenatal y de los recién nacidos. La acción coordinada entre distintos servicios y hospitales de referencia ha sido fundamental para poder garantizar la mejor atención sanitaria y una recogida de datos fiable y optimizada.

Un rápido rastreo en uno de los buscadores más utilizados entre la comunidad científica (Pubmed) revela más de 3.400 artículos publicados que contienen la palabra “zika”; sin embargo, hasta principios de 2016 tan solo había 378. Como todo, tiene dos formas de verse: por una parte, la poca información que se había generado en los 69 años desde su descubrimiento (en 1947); pero por otra, muestra la gran capacidad de trabajar y de generar evidencia científica frente a una situación de emergencia, igual que ocurrió con el ébola.

Hemos aprendido con el ébola y con el zika que la investigación “en tiempos de paz” es necesaria, no sólo cuando ya es demasiado tarde

Ahora necesitamos que la financiación para estas enfermedades emergentes se mantenga de manera continuada para seguir respondiendo a las preguntas de investigación que aún quedan por resolver, incluyendo el desarrollo de una vacuna efectiva y segura contra el zika. Ya hemos aprendido con el ébola y con el zika que la investigación “en tiempos de paz” es necesaria, no sólo cuando ya es demasiado tarde. Esperemos que otras familias no tengan que pasar por lo mismo para prestarles atención y fondos.