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Espacios verdes: un recurso para la salud mental

08.1.2020

Los problemas de salud mental son una causa importante de enfermedad y discapacidad en todo el mundo. Actualmente, los trastornos adictivos y mentales contribuyen al 7% de todos los años de vida ajustados por discapacidad (DALYs, por sus siglas en inglés) de la carga global de enfermedad y al 19% de todos los años vividos con discapacidad. Por ello, existe una necesidad emergente de intervenciones para proteger y promover la salud mental. Un creciente cuerpo de investigación muestra que los espacios verdes podrían desempeñar un papel importante en este aspecto, ya que se ha demostrado que la exposición a la naturaleza proporciona beneficios significativos para la salud mental.

Se ha demostrado que la exposición a la naturaleza proporciona beneficios significativos para la salud mental

Los espacios verdes son espacios abiertos, parcialmente o completamente cubiertos por elementos naturales (es decir, vegetación), e incluyen parques urbanos, bosques, jardines y árboles a lo largo de la calle. Cuando están presentes en el vecindario residencial, cerca de lugares de trabajo o en rutas de viaje entre estos y otros destinos, estos entornos proporcionan contacto diario con la naturaleza. Debido a la rápida urbanización mundial, y a que un número creciente de personas vive en ciudades, los espacios verdes urbanos son cada vez más importantes. En la actualidad, más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas, y en España este número representa alrededor del 80% de la población. A menudo, estas áreas urbanas proporcionan entornos predominantemente construidos, donde la exposición a la naturaleza es escasa.

La exposición a la naturaleza puede ser indispensable para el bienestar humano. Se considera que los humanos tienen una necesidad intrínseca de conectarse con la naturaleza y otras formas de vida. El contacto con la naturaleza puede ayudar a reducir los sentimientos de estrés, restablecer la capacidad de concentración y de prestar atención, y mejorar el estado emocional. De hecho, los estudios experimentales han observado que los participantes del estudio tenían un mejor estado de ánimo, más autoestima y un menor nivel de estrés cuando estaban expuestos a entornos naturales. Con respecto a la exposición longitudinal, los estudios epidemiológicos observaron que una mayor exposición a largo plazo a los espacios verdes se asocia con una mejor salud mental. En estos estudios, la exposición a largo plazo al espacio verde se evaluó como, por ejemplo, la cantidad de vegetación que rodea la casa, el porcentaje de tierra en el vecindario residencial dedicado al espacio verde, o la distancia desde la casa al espacio verde más cercano. Estas exposiciones se asociaron con mejores resultados de salud mental en numerosos estudios observacionales, incluidos los grandes estudios basados ​​en la población y los estudios longitudinales.

Cómo los espacios verdes se pueden vincular con la salud mental

Una mayor disponibilidad y acceso a espacios verdes podría promover la salud mental al proporcionar un refugio tranquilo, restaurador y sereno. Incluso con solo acceso visual, la exposición a espacios verdes podría reducir el estrés y restaurar la capacidad de prestar atención y concentrarse. Además, los espacios verdes proporcionan un lugar para la actividad física y las interacciones sociales con el vecindario. La exposición al espacio verde se ha asociado también con una exposición reducida a otros factores estresantes ambientales, como la contaminación del aire y el ruido, que podrían dañar la salud mental.

Incluso con solo acceso visual, la exposición a espacios verdes podría reducir el estrés y restaurar la capacidad de prestar atención y concentrarse

Un estudio reciente de ISGlobal encontró una asociación protectora entre la cantidad y el acceso al espacio verde, y la ansiedad y la depresión. Se observó que esta asociación se explica, en parte, por una menor exposición a la contaminación del aire y el ruido y, en menor medida, por una mayor actividad física y apoyo social.

Espacios verdes e infancia

Se ha sugerido que la exposición a espacios verdes es especialmente beneficiosa para la población infantil. En las últimas décadas, ha habido un gran cambio en el lugar donde los niños y niñas crecen y juegan. Hoy en día, la mayoría crecen en vecindarios con poco espacio verde y, además, pasan la mayor parte del tiempo en el interior. Por el contrario, pasar tiempo en el espacio verde ofrece oportunidades para el "juego no organizado". Los elementos naturales pueden estimular el impulso de explorar los alrededores, no solo descubriendo otras formas de vida (insectos, plantas, árboles, etc.) sino también habilidades propias para correr, trepar y usar la imaginación. Como tal, el contacto con la naturaleza podría ser extremadamente beneficioso para el desarrollo infantil y la salud mental.

Los elementos naturales pueden estimular el impulso infantil de explorar los alrededores, no solo descubriendo otras formas de vida sino también habilidades propias para correr, trepar y usar la imaginación

Un número creciente de estudios epidemiológicos han confirmado esta asociación beneficiosa entre la exposición al espacio verde y la salud mental en la población infantil y adolescentes. Una revisión sistemática reciente de 21 estudios informó que la mayoría de los estudios observaron una asociación beneficiosa entre la exposición a espacios verdes y la salud mental en niños, adolescentes y adultos jóvenes, incluyendo los resultados de las dificultades emocionales y de comportamiento, el bienestar mental y el desarrollo neurocognitivo. La revisión encontró las asociaciones más fuertes entre el aumento de la exposición al espacio verde y la disminución de los problemas de hiperactividad y falta de atención en la población infantil. 

Espacios verdes y personas adultas de más edad

También para las personas adultas de más edad, los espacios verdes podrían tener un impacto beneficioso importante en la salud mental. En general, pasan más tiempo en su entorno vecinal directo que las generaciones más jóvenes debido, por ejemplo, a la jubilación o a la movilidad reducida. Los espacios verdes en el vecindario brindan incentivos para las caminatas diarias y oportunidades de interacción con los y las vecinas, lo que les ayuda a mantenerse activos física y socialmente, y a su vez beneficia la salud mental.

Un número cada vez mayor de estudios ha investigado la asociación entre la exposición a espacios verdes a largo plazo y los resultados de la salud mental (incluyendo estrés, depresión y ansiedad) en población adulta de mediana edad y mayor. La mayoría de estos estudios mostraron una asociación significativa y protectora. Uno de los estudios cuyo diseño de investigación era más sólido observó una reducción del 13% en el riesgo de depresión entre las mujeres mayores (54-91 años) que vivían en el quintil más alto del espacio verde residencial, en comparación con las que vivían en el más bajo, durante un seguimiento de 10 años.

Uno de los estudios cuyo diseño de investigación era más sólido observó una reducción del 13% en el riesgo de depresión entre las mujeres mayores (54-91 años) que vivían en el quintil más alto del espacio verde residencial

Estos resultados son especialmente relevantes si tenemos en cuenta el rápido crecimiento de las personas mayores y el creciente número de esta que vive principalmente en entornos urbanos, donde pueden ser más vulnerables a la exposición a la contaminación del aire, al calor, al ruido y al aislamiento social, que los grupos de edad más jóvenes.

En las últimas décadas ha habido un gran cambio en los lugares donde vivimos y trabajamos. En generaciones anteriores, muchas personas dependían de la agricultura y vivían en zonas rurales. Hoy en día, la mayoría de las personas viven en ciudades y pasan la mayor parte del tiempo en sus hogares, oficinas, escuelas, etc. Nuestro contacto diario con la naturaleza depende ahora, en gran medida, del acceso a los espacios verdes urbanos. Una creciente base de evidencia de investigación muestra que una mayor exposición a estos entornos está asociada con una mejor salud mental. Por lo tanto, los espacios verdes tienen contribuciones importantes para una vida urbana saludable y deben considerarse un recurso significativo para la salud pública.