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La estrategia de eliminación de la COVID-19, no la de mitigación, es la que genera más beneficios para la salud, la economía y las libertades civiles

29.4.2021
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Foto: Victor He / Unsplash. - Un hombre con mascarilla en una calle vacía durante el confinamiento por la pandemia de la COVID-19 en Singapur. Los bares están cerrados.

Mientras que países como Nueva Zelanda, Japón o Australia han centrado su lucha contra la COVID-19 en la máxima eliminación del virus –máximo esfuerzo para reducir los contagios lo más rápido posible–, otros muchos países como Canadá, México, Francia o España, han apostado por la estrategia de mitigación –intervenciones para reducir los casos de coronavirus y no colapsar los sistemas de salud­–.

¿Cuál ha sido la mejor estrategia? ¿Cuál ha conseguido mayores beneficios para la salud, la economía y las libertades de la población?

Según un nuevo comentario que acabamos de publicar en The Lancet, los países con una estrategia de eliminación de la COVID-19 registraron menos muertes, mejor desempeño económico y menos restricciones .

Según un nuevo comentario que acabamos de publicar en 'The Lancet', los países con una estrategia de eliminación de la COVID-19 registraron menos muertes, mejor desempeño económico y menos restricciones

El trabajo, en el que he tenido el placer de participar, ha sido liderado por Miquel Oliu-Barton (Universidad de Paris-Dauphine) y Bary Pradelski (Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, Oxford-Man Institute, Universidad de Oxford) y se ha centrado en la gestión de la COVID-19 en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) durante los primeros 12 meses de la pandemia.

La conclusión es que las muertes por la COVID-19 (por millón de habitantes) han sido 25 veces menores en los países que optaron por su eliminación. El crecimiento del PIB, que se evaluó semanalmente, nunca se redujo más en estos países y, de hecho, ahora ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia.

En cambio, no solo de media sino también en casi todos los períodos, los países que se enfocaron en la mitigación registraron más muertes, un crecimiento negativo del PIB y unas restricciones más severas de las libertades de la población. Aquellos países que actuaron de manera preventiva y tomaron medidas rápidas contra los brotes locales pudieron controlar el virus, mientras que los otros siempre se hallaban un paso atrás.

Figura que aparece en el comentario de The Lancet: Muertes por COVID-19, crecimiento del PIB y rigurosidad de las medidas de confinamiento para los países de la OCDE que eligen la eliminación del SARS-CoV-2 frente a la mitigación. Los países de la OCDE que optan por la eliminación son Australia, Islandia, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda. Los países de la OCDE que optan por la mitigación son Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Colombia, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Israel, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, México, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.

Una llamada global a la coordinación

El comentario en The Lancet destaca que la acción nacional por sí sola es insuficiente y es necesario un plan global para salir de la pandemia. Los países que opten por vivir con el virus probablemente representen una amenaza para otros países, especialmente aquellos que tienen menos acceso a las vacunas de la COVID-19. Además, con la proximidad del verano y de la temporada turística en Europa, apostar por la eliminación con una estrategia coordinada puede evitar crear más divergencias económicas y políticas entre los países del norte y del sur de Europa.

La acción nacional por sí sola es insuficiente y es necesario un plan global para salir de la pandemia

La vacunación masiva de COVID-19 es clave para volver a la normalidad. Sin embargo, depender únicamente de las vacunas para controlar la pandemia es arriesgado debido a su distribución desigual, la duración de la inmunidad (seguramente tendrá un tiempo limitado) y la aparición de nuevas variantes. La historia ha demostrado que para controlar una enfermedad infecciosa se requiere una combinación de medidas sostenidas de salud pública, incluida la comunicación eficaz y el compromiso público .

Así pues, hacemos una llamada urgente a la coordinación entre países, y a la apuesta por la estrategia de la máxima eliminación del virus. Solo de esta manera, podremos ir un paso adelante –y no atrás– del virus.

Más información

Miquel Oliu-Barton, Bary S R Pradelski, Philippe Aghion, Patrick Artus, Ilona Kickbusch, Jeffrey V Lazarus, Devi Sridhar, Samantha Vanderslott. SARS-CoV-2 elimination, not mitigation, creates best outcomes for health, the economy, and civil liberties. The Lancet. Comment. 28 April 2021. doi.org/10.1016/S0140-6736(21)00978-8.