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¿Deberíamos salir durante y después del confinamiento por la COVID-19?

Serie COVID-19 y estrategia de respuesta #5

24.04.2020

Este documento forma parte de una serie de notas de debate que abordan preguntas fundamentales sobre la COVID-19 y las estrategias de respuesta. Los trabajos han sido elaborados sobre la base de la mejor información científica disponible y pueden ser actualizados a medida que esta evolucione. 

El presente informe, junto con los de actividad física y movilidad, tienen como objetivo proporcionar apoyo a las políticas y los recursos para la comunidad de cara a gestionar el desconfinamiento y la salida al exterior.

 

Los españoles estuvieron confinados durante más de seis semanas, con una incertidumbre permanente acerca de las estrategias de desconfinamiento y sus horizontes temporales. Describimos algunas de las implicaciones fundamentales que el confinamiento y la incertidumbre prolongada pueden provocar sobre la salud. 

Comportamiento sedentario y obesidad

Una de las consecuencias del confinamiento es un exceso de tiempo sedentario, que conlleva riesgos significativos para la salud. Considerado hoy en día tan tóxico como el tabaco, un exceso de sedentarismo (durante nueve o diez horas por día) se asocia con el sobrepeso y la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad. La actividad física entre moderada y vigorosa compensa los riesgos de un sedentarismo prolongado. 

Estado de ánimo, depresión y bienestar mental y social

La duración del confinamiento, junto con la incertidumbre económica, ha generado aislamiento social, soledad, miedo y problemas de salud mental en personas de todas las edades y en muy variadas circunstancias. Entre las personas más vulnerables se incluyen: 

  • Personal sanitario, servicios de emergencia, policías, bomberos, farmacéuticos, profesionales de la salud mental y personal de apoyo que trabajen en primera línea de la pandemia
  • Personas confinadas en sus hogares que sufren violencia en la intimidad, tanto física como psicológica. La mayoría de personas afectadas son mujeres y niños. 
  • Personas mayores que se enfrentan a alteraciones de la rutina y a un aislamiento prolongado de sus amistades y familia, a la falta de acceso a servicios y contactos sociales con trabajadores de comercios y otras personas de la comunidad, y que tienen menores probabilidades de poder ayudarse de internet para facilitar el contacto interpersonal. 
  • Personas con trastornos de salud mental preexistentes, cuyos trastornos se agravan como consecuencia del aislamiento, la falta de acceso a los servicios sociales y al tratamiento, incluyendo la terapia y la prescripción de medicamentos. 
  • Las personas con enfermedades preexistentes y que no tienen acceso a los servicios de salud, incluyendo la obtención de medicamentos de repuesto en la farmacia. 

Déficit de vitamina D

La vitamina D, habitualmente conocida como "la vitamina de la luz solar”, es importante para el metabolismo óseo, la salud de los huesos, el funcionamiento muscular, la reducción del riesgo de sufrir infecciones víricas, la salud cardiovascular y el bienestar. La exposición directa a la luz solar es esencial para fomentar la producción de vitamina D. La producción de vitamina D durante los meses de verano puede ser la responsable de la reducción de las infecciones del tracto respiratorio hasta en un 50%. Aunque la exposición a la luz solar puede tener efectos perjudiciales (por ejemplo, el envejecimiento cutáneo y el cáncer de piel), aporta importantes beneficios para la salud.

Estrategias de promoción de la salud en los tiempos de la COVID-19

Mantenerse sano y gestionar el confinamiento empieza en casa, manteniendo las rutinas diarias: horarios de levantarse y de acostarse, comidas sanas y actividad física. 

Pasar tiempo al aire libre y tener acceso a la luz solar puede ser una forma de abordar los problemas de salud, al aumentar la circulación sanguínea, mejorar los patrones de sueño, reducir el estrés, aumentar la función inmunitaria, reducir la inflamación, fortalecer los huesos y permitir una mejor integración social en una época de aislamiento.

Es importante destacar que el hecho de estar al aire libre no debería incrementar el riesgo de transmisión del COVID-19, siempre que se mantenga la suficiente distancia entre personas y se eviten las aglomeraciones. 

Recomendaciones

Nuestras recomendaciones son: 

  • Pasar tiempo al aire libre como mínimo 30 minutos diarios para garantizar una exposición sensata a la luz solar y fomentar la producción de vitamina D.
  • Hacer ejercicio hasta 60 minutos al día, incluyendo andar, correr, tareas de jardinería, montar en bicicleta y jugar en espacios abiertos cercanos. 
  • Fomentar los mercados y tiendas de comestibles al aire libre.
  • Abrir calles, carriles bici, parques, plazas, cursos fluviales, playas, rutas y otros espacios públicos para facilitar el movimiento de personas.
  • Fomentar el trabajo conjunto de los gestores hospitalarios y los encargados de planificación del territorio. 
  • Preparar intervenciones tácticas y de señalización apropiadas en los espacios públicos.
  • Fomentar el uso del espacio público en los momentos en que su ocupación sea menor, y utilizar espacios menos frecuentados habitualmente. 
  • Adoptar el eslogan “Comparte el espacio, muévete y vuelve a casa”. 
  • Estimular a la ciudadanía a seguir las rutinas de higiene personal antes, durante y después de pasar tiempo al aire libre