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Más allá de beneficiarias: las adolescentes como agentes activas de salud reproductiva

10.10.2025
las adolescentes como agentes activas de salud reproductiva
Foto: Ahmed Abdul Kargbo / SHARE project - Sierra Leona

Empoderar a las adolescentes como agentes activas en salud reproductiva garantiza decisiones informadas y un cambio sostenible.

 

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[Texto elaborado conjuntamente por Anna Lucas, coordinadora de la Iniciativa de Salud Materna, Infantil y Reproductiva; Clara Menéndez, Research Professor y directora de la Iniciativa y del Programa de Salud Materna, Infantil y Reproductiva; y Cristina Enguita, Assistant Research Professor en ISGlobal.]

 

Las adolescentes en el centro de la toma de decisiones en salud

Promover la participación de las adolescentes en las decisiones relacionadas con la salud les permite adquirir conocimientos fundamentales, desarrollar habilidades para la vida y cultivar actitudes positivas hacia su salud sexual y reproductiva. Si las niñas tienen oportunidades para expresarse y participar —a través de metodologías como la participación en grupos focales, la educación entre iguales y liderando actividades de sensibilización— es más probable que tomen decisiones informadas, eviten conductas de riesgo y demanden servicios que respondan a sus necesidades específicas.

De beneficiarias a cocreadoras en salud reproductiva

Superar la visión de ver las adolescentes como meras beneficiarias es esencial para posicionarlas como cocreadoras y defensoras de sus intereses tanto en la investigación como en la definición de programas de salud reproductiva. Ofrecer a las adolescentes la posibilidad de dialogar abiertamente con sus compañeras, investigadores, personal sanitario y docentes les permite formular preguntas, expresar preocupaciones y apoyarse mutuamente en la toma de decisiones. Sus voces pueden contribuir a informar y moldear políticas y servicios, haciendo que las intervenciones sean más pertinentes culturalmente, aceptables y sensibles a sus experiencias vitales.

Si las niñas tienen oportunidades para expresarse y participar, es más probable que tomen decisiones informadas, eviten conductas de riesgo y demanden servicios que respondan a sus necesidades específicas

Facilitar la participación de las adolescentes también puede contribuir a reducir el estigma tanto de los temas de salud reproductiva como las prácticas nocivas. La mejora sostenible de la salud reproductiva en la adolescencia pasa en gran medida por apoyar a las niñas para que actúen como agentes de cambio dentro de sus familias, escuelas y comunidades. Esto requiere crear entornos seguros para la expresión personal, implicarlas en el diseño de la investigación y los programas, y formarlas para que defiendan sus derechos.

La vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) y el caso de Sierra Leona

La vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) —que previene el cáncer de cuello uterino y está dirigida principalmente a niñas de entre 9 y 14 años, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)— es una intervención en la que sus voces deben ser escuchadas.

La vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), dirigida principalmente a niñas de entre 9 y 14 años, según las recomendaciones de la OMS, es una intervención en la que sus voces deben ser escuchadas

En Sierra Leona, como en la mayoría de países de ingresos bajos, el cáncer de cuello uterino, causado principalmente por una infección persistente por VPH, sigue siendo un problema de salud notable. Es el segundo cáncer más frecuente entre las mujeres y una de las principales causas de mortalidad, con aproximadamente 372 muertes cada año. La introducción de la vacuna contra el VPH en Sierra Leona en 2022, como medida preventiva clave, fue un éxito inicial, pero posteriormente su cobertura disminuyó de forma considerable. Para alcanzar los objetivos de eliminación del cáncer de cuello uterino, y a medida que se aproxima la próxima campaña de vacunación, que se ampliará a adolescentes de mayor edad (de 11 a 18 años), resulta fundamental comprender los factores que influyen en su aceptación.

Comprender las barreras a la vacunación contra el VPH

Los estudios que investigan las causas de la baja cobertura vacunal contra el VPH han identificado barreras estructurales, entre ellas sistemas de salud frágiles —a menudo muy dependientes del apoyo externo—, un suministro limitado de vacunas, dificultades geográficas de acceso y baja escolarización. Además, desafíos como la desinformación y la desconfianza —que incluyen preocupaciones sobre la fertilidad y la seguridad de la vacuna, influidas en el caso de Sierra Leona por experiencias previas con brotes epidémicos, especialmente de ébola—, junto con el estigma y las creencias socioculturales en torno a la salud sexual y reproductiva, pueden influir en la percepción de la vacuna y en las conductas de búsqueda de atención sanitaria entre adolescentes y mujeres jóvenes. Por ello, comprender sus puntos de vista es clave para diseñar una respuesta eficaz.

Lecciones del proyecto SHARE

En el marco del proyecto SHARE, se ha llevado a cabo recientemente en Sierra Leona una evaluación formativa con metodología mixta para examinar los conocimientos y la concienciación de las adolescentes sobre salud sexual y reproductiva, cáncer de cuello uterino, VPH y la vacuna contra el VPH. También se busca comprender los factores conductuales, sociales y estructurales que influyen en la toma de decisiones sobre la vacunación. Los resultados del estudio orientarán recomendaciones para una campaña de vacunación más sostenible y culturalmente sensible.

Es fundamental incluir a las adolescentes como participantes activas y priorizar un enfoque que implique a toda la comunidad para garantizar una vacunación eficaz y sostenible

La mayoría de las adolescentes participantes en el estudio mostró una percepción generalmente positiva de la vacuna, considerándola eficaz y fiable. Sin embargo, los miedos y las dudas siguen representando una barrera para su aceptación. El conocimiento y la sensibilización sobre el VPH, el cáncer de cuello uterino y la vacuna son desiguales —influenciados tanto por fuentes formales como informales—, lo que perpetúa mitos, malentendidos y estigmas. Las niñas perciben a sus compañeras y cuidadores tanto como facilitadores como obstáculos para la vacunación. Los docentes, trabajadores de la salud y las propias adolescentes se identifican como figuras clave para la implicación, y se demanda una mayor sensibilización comunitaria así como ampliar la administración de la vacuna.

Entre las barreras estructurales percibidas por las niñas se encuentran los posibles costes, la distancia y la deficiente estrategia de comunicación. En Sierra Leona, la aceptación de la vacuna contra el VPH está determinada por una serie de factores que pueden favorecer o dificultar su adopción y, por lo tanto, su cobertura. En este contexto, es fundamental incluir a las adolescentes como participantes activas y priorizar un enfoque que implique a toda la comunidad para garantizar una vacunación eficaz y sostenible.

Un enfoque comunitario para un cambio sostenible

En el Día Mundial de la Niña, reafirmamos la necesidad de reconocerlas como agentes activos en la construcción de su propia salud reproductiva, y no como receptoras pasivas de intervenciones. Su implicación es esencial para garantizar que los programas de salud sean eficaces, sostenibles y respetuosos con su autonomía y sus capacidades en desarrollo.