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La Agenda 2030 como marco innovador para la salud urbana

13.1.2020

Foto: IISD/ENB-Kiara Worth

Por Oriana Ramírez y Carolyn Daher (ISGlobal)

En ISGlobal creemos que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 ofrecen un marco útil para entender nuestra labor (ya se trate de investigación, de su aplicación en políticas o de formación) de manera sistémica, sostenible y equitativa. Para una organización como la nuestra, con una amplia cartera de actividades relativas a enfermedades transmisibles, salud materno infantil, trastornos crónicos y exposición a factores ambientales en el contexto nacional e internacional, los ODS cuadran perfectamente y nos ofrecen una hoja de ruta para identificar conexiones entre nosotros. En el terreno de la salud urbana, donde las partes interesadas y el conocimiento van desde investigadores en epidemiología y profesionales de la salud pública hasta planificadores urbanos y de transportes, esto es aún más importante.

Recientemente, escribimos sobre este asunto para un número especial de la revista Globalization and Health, donde personas expertas de diferentes áreas de ISGlobal analizaron en profundidad por qué pensamos que los ODS representan un valor añadido para entender el trabajo que realizamos en el ámbito de la salud urbana.  

Personas expertas de diferentes áreas de ISGlobal hemos identificado que al menos 48 metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 son relevantes para la salud urbana

Hemos comparado un marco tradicional de salud urbana sobre rutas causales con las 169 metas de los ODS e identificamos que al menos 48 metas de los ODS son relevantes para la salud urbana. Estas metas corresponden a 15 ODS y se encuentran principalmente en el ODS 3 (Salud y Bienestar) y el ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles), mientras que cuatro aspectos importantes (identificados con el símbolo “+”), incluidos en el marco teórico propuesto, no figuraban en los ODS (actividad física, contaminación acústica, calidad de vida y capital social).

Gráfico publicado en el estudio: Oriana Ramírez et al. Urban Health: an example of a “Health in All Policies” approach in the context of SDGs implementation. Global Health 15, 87 (2019) doi:10.1186/s12992-019-0529-z

 

Las principales conclusiones de este análisis son las siguientes:

1. Los ODS ofrecen una plataforma para el trabajo intersectorial.

Los ODS, firmados por 193 Estados miembros de las Naciones Unidas, constituyen el marco compartido más holístico que conozcamos y ofrecen, por lo tanto, un lenguaje compartido (una especie de esperanto) por los diferentes actores. A diferencia de los marcos teóricos y aquellos basados en la práctica, utilizados habitualmente en el ámbito de la salud pública, tales como la “Salud en Todas las Políticas”, los “Determinantes sociales de la salud” o teorías socioeconómicas aún más complejas, los ODS son entendidos y compartidos por todas las disciplinas y las partes interesadas (responsables de la formulación de políticas, sociedad civil, sector académico o sector privado) y, por lo tanto, los integran, pero yendo más allá, y nos exhortan a trabajar de manera intersectorial.  

2. Los ODS establecen compromisos y plazos concretos para 2030 y nos animan a buscar conexiones y a encontrar un equilibrio en los intercambios, a través de la coherencia en las políticas aplicadas. 

Los ODS nos ayudan a establecer un sentido de la urgencia. También nos instan a considerar el progreso de manera sistémica. Los esfuerzos para alcanzar determinados objetivos podrían reforzar o, al contrario, anular los efectos sobre la salud de la humanidad o del planeta. Se considera habitualmente la salud como un beneficio añadido, y los efectos en la salud son buenos agentes movilizadores de políticas de otros sectores que pueden resultar impopulares como, por ejemplo, las restricciones de tráfico o la limitación de la velocidad en las ciudades. Las ciudades que trabajan para disminuir la contaminación acústica y del aire, y para fomentar el ejercicio físico o los espacios abiertos verdes pueden reducir de manera drástica la incidencia, morbilidad y mortalidad, así como los costes asociados, de una amplia gama de enfermedades; desde las enfermedades cardiovasculares y los ictus hasta el cáncer y las enfermedades mentales. Estas patologías representan un alto coste social y económico para la sociedad.

3. Los ODS sitúan la equidad en el centro de nuestra investigación.

Los más vulnerables como, por ejemplo, la infancia, los mayores, las personas con discapacidad o los pobres, son habitualmente los más expuestos a los riesgos; es, por lo tanto, fundamental garantizar que los beneficios para la salud se distribuyen de manera equitativa. La equidad es una cuestión transversal en la Agenda 2030, cuyo lema es “no dejar a nadie atrás”; pero, asimismo, está incluida en ciertos objetivos específicos (ODS2, 5 y 10). En cuanto a la igualdad de género, las inmensas interacciones positivas con otros objetivos indican que las actividades llevadas a cabo para mejorar la igualdad de género pueden suponer un importante impulso general. 

Tradicionalmente, la mayoría de las intervenciones en la planificación urbana y de los transportes están basada en las necesidades y las perspectivas de los varones ricos y sanos. Se requieren procesos participativos para identificar prioridades inclusivas de las subpoblaciones vulnerables.  

4. Los ODS piden un estrecho seguimiento de los objetivos, con la utilización de información y de datos de alta calidad basados en la evidencia

En este aspecto, la experiencia de ISGlobal en las evaluaciones del impacto en la salud (HIA, por sus siglas en inglés) en ciudades de todo el mundo es fundamental. Basándonos en al menos 17 HIA en más de 40 ciudades de todo el mundo, debatimos sobre las fortalezas y limitaciones de tales procesos. En particular, aquellos que se han llevado a cabo en la ciudad de Barcelona corresponden a una colaboración y una confianza de muchos años entre ISGlobal y las autoridades locales, que han posicionado nuestra institución como una voz potente a la hora de cuantificar el impacto en la salud de los planes de movilidad regional, o para intervenciones específicas, tales como el modelo urbano de las supermanzanas.

Creemos firmemente que las políticas urbanas saludables pueden reducir considerablemente la carga enfermedades infecciosas y no transmisibles y mejorar el bienestar de las y los habitantes de las ciudades

Creemos firmemente que las políticas urbanas saludables pueden reducir considerablemente la carga enfermedades infecciosas y no transmisibles y mejorar el bienestar de las y los habitantes de las ciudades. Estamos comprometidos con participar en una comunidad de evidencia científica cada vez mayor, capaz de identificar los riesgos y de documentar la toma de decisión en el impacto sobre la salud de las políticas urbanas y de desarrollo sostenible, y de proporcionar herramientas para conseguirlo. Creemos que los ODS son un magnífico instrumento en este ámbito. Entonces, ¿estás dispuesta/o a incorporar este marco en tu trabajo diario también?

Más información

Oriana Ramírez; Carolyn Daher; Gonzalo Fanjul; Mireia Gascon; Natalie Mueller; Leire Pajín; Antoni Plasencia; David Rojas-Rueda; Meelan Thondoo; Mark J. Nieuwenhuijsen. Urban Health: an example of a “Health in All Policies” approach in the context of SDGs implementation. Global Health 15, 87 (2019) doi:10.1186/s12992-019-0529-z