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¿Qué peligros representa el calor para la salud y cómo podemos evitarlos?

09.8.2018

[Este artículo se ha publicado en el boletín "Espai Salut" de la Diputació de Barcelona]

¿Realmente el calor puede tener consecuencias negativas para la salud? Ciertamente puede tenerlas, aunque no hay que crear alarmismo

Con la ola de calor que hemos vivido estos días nos empiezan a llegar también consejos y recomendaciones para proteger nuestra salud. ¿En qué se basan estas recomendaciones? ¿Realmente el calor puede tener consecuencias negativas para la salud? Ciertamente puede tenerlas, aunque no hay que crear alarmismo, sí es bueno tenerlo presente y seguir las recomendaciones que en muchos casos son sencillas y de sentido común, y plantear acciones preventivas.

Mecanismos de termoregulación en el cuerpo humano

El cuerpo humano debe mantener una temperatura de 36,5ºC y, para ello, cuenta con diferentes mecanismos de termorregulación

Como es sabido, el cuerpo humano debe mantener una temperatura interna constante alrededor de los 36,5ºC, independientemente de la temperatura ambiente. Por ello, el cuerpo cuenta con diferentes mecanismos de termorregulación. Un mecanismo para disminuir el calor corporal es desplazar volúmenes de sangre del interior del cuerpo hacia la piel, para así perder calor interno con el ambiente. Este mecanismo, obviamente, sólo funciona cuando la temperatura ambiente es más baja que la del cuerpo, es decir, de menos de 37ºC.

Otro mecanismo es el sudor, que con su evaporación ayuda a disminuir la temperatura corporal. Estos, y muchos otros (cambio del ritmo respiratorio, de la presión arterial, de la viscosidad de la sangre, etc.) contribuyen a mantener el equilibrio entre la temperatura interior y la que recibimos del exterior. Todos estos cambios son perfectamente tolerados en personas jóvenes y sanas, pero en personas delicadas pueden suponer un estrés extra que puede conducir a problemas agudos de salud.

 ¿Qué personas están en riesgo?

Las personas con enfermedades crónicas, sobre todo de tipo cardiovascular, respiratorio, renal, mental o del sistema nervioso tienen más riesgo

Las personas con enfermedades crónicas, sobre todo de tipo cardiovascular, respiratorio, renal, mental o del sistema nervioso tienen más riesgo de sufrir estas consecuencias. En el caso de las enfermedades mentales pueden confluir diferentes factores, como la incapacidad de cuidarse por sí mismas, el hecho de que el calor pueda provocar brotes de determinadas enfermedades, y el hecho de que algunos medicamentos interfieren con los mecanismos de termorregulación.

Aparte, las personas mayores también tienen más riesgo ya que los mecanismos de termorregulación pierden eficiencia con la edad. Por ejemplo, las personas mayores pierden la sensación de sed y tardan más en sudar. Las embarazadas y los bebés son otros colectivos de riesgo.

Consecuencias del calor en la salud

La consecuencia más grave es el llamado golpe de calor

La consecuencia más grave es el llamado golpe de calor. Este se da cuando fallan los mecanismos de termorregulación y en consecuencia la temperatura corporal no deja de subir, excediendo los 40ºC. Esta es una condición muy grave y, si no se actúa con rapidez, puede conducir a la muerte o dejar secuelas permanentes. Afortunadamente, se registran muy pocos casos de golpes de calor, sobre todo de mortales, y en muchos veranos no se registra ninguno.

De golpes de calor hay de dos tipos:

  • El primero se da en personas jóvenes y sanas que hacen ejercicio físico intenso expuestas al sol y que, a pesar de empezar a encontrarse mal, continúan realizando este esfuerzo. Se dan sobre todo en deportistas, por ejemplo en carreras en días muy calurosos, o en personas trabajadoras que realizan su trabajo expuestas al sol.
  • El otro tipo de golpes de calor son los que se dan en personas mayores y con problemas de salud.

 

El calor provoca una media de 300 muertes prematuras cada año en Cataluña

Además del golpe de calor, como se ha comentado antes, el calor puede suponer un estrés extra en personas con problemas de salud, y esto puede provocar eventos agudos como ataques de corazón que pueden conducir a muertes prematuras.

En el Tercer Informe sobre el Cambio Climático en Cataluña se cuantifica que el calor provoca una media de 300 muertes prematuras cada año en Cataluña. Estos aumentos de mortalidad se dan en mayor magnitud durante las olas de calor, con días consecutivos de calor extremo. Sin embargo, hasta un 40% de estas muertes prematuras se dan en días no catalogados como olas de calor, por lo tanto hay que ser prudente en todas las situaciones de calor - no sólo en las extremas. El verano de 2003, muy caluroso y uno de los más recordados por sus efectos en la salud, registró 8.000 muertes adicionales en España.

Medidas para contrarrestar el calor

Desde 2004, Cataluña cuenta con el Plan para prevenir los efectos de las olas de calor en la salud (POCS). Este plan, coordinado por el Departamento de Salud de la Generalitat, cuenta con la participación de diferentes instituciones y entidades. El plan incluye, entre otras acciones, la predicción de situaciones de riesgo, la coordinación de los recursos existentes, la creación de un censo de personas frágiles, la difusión de material informativo, y la necesidad de tener planes de emergencia por parte de ayuntamientos residencias de ancianos y centros sanitarios.

Como se ha dicho, las acciones preventivas que se pueden llevar a cabo a nivel individual son sencillas. Evitar el sol en días de mucho calor, vestir adecuadamente, beber agua regularmente (incluso si no se tiene sed), visitar y ayudar a gente enferma o que vive sola, etc. En caso de que no se pueda refrescar la casa, los días de mucho calor puede ser conveniente pasar unas horas en lugares climatizados como bibliotecas o centros comerciales.

A nivel de ciudad también se puede actuar, sobre todo en las grandes urbes, donde se puede producir el fenómeno de la isla de calor urbana

A nivel de ciudad o municipio se puede actuar con medidas para contrarrestar el calor, sobre todo en las grandes ciudades, donde se puede producir el fenómeno de la isla de calor urbana. Este se caracteriza por el hecho de que las ciudades tienen una temperatura más alta que sus alrededores, sobre todo de noche, debido principalmente a que el asfalto y el material de los edificios acumulan calor que luego liberan. Medidas para reducir este efecto incluyen aumentar el verde urbano, incluyendo cubiertas verdes, utilizar materiales con alta reflectividad para las cubiertas de los edificios o para asfaltar las calles, o pintar los edificios de blanco, como se hace en muchas áreas calurosas.

Los modelos climáticos predicen un aumento de la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor

En conclusión, el calor puede incidir en la salud y es necesario que la población sea consciente de estos riesgos y aplique medidas de prevención simples. Al mismo tiempo, es necesario que las instituciones implementen medidas preventivas y también que estén preparadas para situaciones de emergencia, en las que puede haber aumentos importantes de las necesidades de asistencia en una época –el verano- donde puede ser difícil movilizar efectivos. Los modelos climáticos predicen un aumento de la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor. Por lo tanto, debemos estar lo más preparados posible para hacerles frente.

Más información en ciudadesquequeremos.isglobal.org