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Investigación

El aire limpio, los espacios naturales, las dietas saludables y los fuertes vínculos sociales se asocian con una menor inflamación en la infancia

El entorno de los primeros años de vida influye en la regulación inmunitaria a nivel celular y proteico, favoreciendo la salud cardiometabólica, respiratoria y del neurodesarrollo

02.09.2025
Foto: Canva

Según un nuevo estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación ”la Caixa”, en colaboración con INSERM - Université Grenoble Alpes, una mejor calidad del aire interior, la proximidad a espacios naturales, una dieta saludable y una buena red social están asociadas a una menor inflamación y mejor regulada en la infancia. Los resultados, publicados en Environment International, ofrecen nuevas perspectivas sobre cómo las exposiciones ambientales tempranas moldean la función inmunitaria a largo plazo y la salud general.

El entorno en el que crecemos juega un papel clave en nuestra salud a lo largo de la vida. El exposoma se refiere al conjunto de exposiciones ambientales desde la concepción, incluyendo factores como la contaminación del aire, la nutrición, el estrés y el contexto social. Aunque muchos estudios han explorado cómo los factores ambientales individuales afectan la salud infantil, pocos han examinado su impacto conjunto, especialmente sobre la regulación del sistema inmunitario, que es una vía central en el desarrollo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y los trastornos respiratorios.

Este estudio se basa en la cohorte Human Early Life Exposome (HELIX), en el marco del proyecto ATHLETE, que incluye a 845 niños y niñas de seis cohortes de nacimiento poblacionales en el Reino Unido (BiB), Francia (EDEN), España (INMA), Lituania (KANC), Noruega (MoBa) y Grecia (RHEA). “Investigamos cómo una amplia gama de exposiciones ambientales prenatales y postnatales influyen en la función inmunitaria infantil y cómo estos perfiles inmunitarios se relacionan con su salud cardiometabólica, respiratoria/alérgica y del neurodesarrollo”, explica Léa Maitre, coordinadora del Exposome Hub de ISGlobal y última autora del estudio.

El impacto del entorno en los primeros años de vida

Los autores examinaron 91 exposiciones ambientales distintas durante el embarazo y la infancia. Estas se agruparon en 13 familias de exposición, incluyendo exposiciones exteriores como la contaminación del aire y los espacios verdes y azules; exposiciones interiores, como contaminantes del hogar y agentes químicos; factores de estilo de vida, como la dieta, la actividad física, el sueño y la exposición al tabaco; e indicadores socioeconómicos como el nivel educativo de los padres, los ingresos y el apoyo social.

“Para evaluar la salud inmunitaria, analizamos tres niveles biológicos a partir de las muestras de sangre de cada niño o niña: la composición de glóbulos blancos, las concentraciones de proteínas plasmáticas y la metilación del ADN en glóbulos blancos”, indica Ines Amine, investigadora de INSERM - Universidad Grenoble Alpes y primera autora del estudio.

Se utilizaron modelos estadísticos avanzados para identificar “firmas” inmunitarias —patrones en el sistema inmunitario— asociadas con un índice compuesto de salud que combina resultados respiratorios, metabólicos y cognitivos. Para ello se aplicó un algoritmo de reducción de alta dimensión, el Análisis Canónico Generalizado Regularizado (RGCCA), especialmente adecuado para la integración de datos multi-ómicos en estudios del exposoma. Este trabajo se llevó a cabo en colaboración con la Universidad París-Saclay, CNRS y CentraleSupélec.

Perfiles inmunitarios asociados con mejores resultados de salud

El estudio identificó en los niños y niñas tres tipos de firmas inmunitarias relacionadas con una mejor salud general. Dos de ellas se basaban en proteínas en sangre y mostraban niveles más bajos de inflamación. El tercer patrón, basado en glóbulos blancos, indicaba un sistema inmunitario más equilibrado y bien regulado. Estas ‘firmas beneficiosas’ se relacionaban con exposiciones ambientales específicas durante la infancia: una mejor calidad del aire interior, proximidad a espacios azules (lagos, ríos o costas), patrones dietéticos más saludables y mayor capital social (por ejemplo, participación social y apoyo familiar y comunitario).

“Nuestros resultados destacan la importancia de estos factores ambientales en la mitigación de la inmunotoxicidad relacionada con la salud infantil”, concluye Léa Maitre. “Mejorar la calidad del aire interior, fomentar dietas saludables, preservar el acceso a espacios naturales y fortalecer los sistemas de apoyo comunitario son estrategias viables que pueden mejorar procesos inflamatorios clave, con gran relevancia clínica para la salud cardiometabólica, respiratoria y del neurodesarrollo en la infancia”.

 

Referencia

Amine, I., Anguita-Ruiz, A., Guillien, A., Basagaña, X., Bustamante, M., Borràs, E., Cirach, M., Dedele, A., Dobaño, C., Garcia-Aymerich, J., Granum, B., Grazuleviciene, R., González, J. R., Julvez, J., Keun, H., López-Vicente, M., McEachan, R., Moncunill, G., Nieuwenhuijsen, M., … Maitre, L. (2025). Early-life exposome and health-related immune signatures in childhood. Environment International202(109668), 109668. https://doi.org/10.1016/j.envint.2025.109668