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Elementos para una salida progresiva y segura tras el confinamiento

Serie COVID-19 y estrategia de respuesta #1

09.04.2020

Este documento es el primero de una serie de notas de debate que abordan preguntas fundamentales sobre la crisis de la COVID-19 y las estrategias de respuesta. Los trabajos han sido elaborados sobre la base de la mejor información científica disponible y pueden ser actualizados a medida que esta evolucione.

El documento aborda los elementos para una salida progresiva y segura tras el confinamiento.

 

Tras un periodo de confinamiento y la prórroga del estado de alarma por el coronavirus SARS-CoV-2, las medidas aplicadas y el refuerzo del sistema sanitario están demostrando su eficacia. La reactivación de la economía y la normalización de la vida de los ciudadanos exigen ir reduciendo de manera paulatina y controlada las medidas de confinamiento, al tiempo que se establecen controles epidemiológicos eficaces para evitar la reaparición de la pandemia. Tenemos la oportunidad y la responsabilidad de aprovechar el margen de maniobra ganado con el esfuerzo de los ciudadanos. Este documento ofrece elementos de lo que podríamos llamar una “salud pública de precisión”, que ayudarán a lograr una apertura controlada del confinamiento. 

 

Objetivos de la reapertura 

  1. Proteger a las poblaciones vulnerables (por edad o condiciones crónicas). Este control es necesario hasta que se haya alcanzado un nivel mínimo de población inmunizada.
  2. Reactivar la economía y recuperar el empleo de manera paulatina, amortiguando la caída prevista del PIB y el esfuerzo fiscal extraordinario realizado por los Estados y la Unión Europea. 
  3. Reducir los daños colaterales de la crisis en la salud, el bienestar y la educación de la ciudadanía. Estos incluyen: 

 

  • El impacto en la salud física y mental 
  • El impacto educativo para niños y jóvenes 
  • La desprotección añadida de grupos vulnerables como mayores en residencias o soledad, mujeres maltratadas, familias en situación de pobreza, inmigrantes sin papeles o personas sin hogar.
 

Elementos básicos de la estrategia de apertura 

  1. La detección de casos e identificación de los contactos 
  2. La evaluación de los niveles de inmunidad de la población 
  3. La estratificación de la población de acuerdo a criterios de vulnerabilidad y prioridad para la reactivación económica.

 

El uso de herramientas tecnológicas será de gran ayuda, pero las implicaciones éticas y legales deben ser abordadas con urgencia. 

 

  • ¿Qué herramientas nos permitirían dirigir de manera más precisa el aislamiento de casos para ir relajando el confinamiento total?
  • ¿Cómo estimar el nivel de inmunidad de la población para definir dónde, cómo y cuándo es posible relajar las medidas de confinamiento?
  • ¿Qué criterios nos ayudarán a completar la información epidemiológica e identificar de manera proactiva a la población que debe ser protegida?
 

Detección de casos e identificación de contactos

Más allá del distanciamiento social, que es la medida preventiva más eficaz, la detección y aislamiento de casos y de contactos son los pilares para controlar una epidemia. Por ello, todo esfuerzo para poner fin al confinamiento requiere contar con un sistema integrado de vigilancia permanente. 

 

Evaluación de la inmunidad de la población

Existe evidencia que sugiere que tras haber superado la infección se genera inmunidad (aunque aún no se sabe con certeza cuánto tiempo dura dicha inmunidad). Un modelo reciente calcula que hasta un 15% de la población española podría haber sido infectada, aunque esta estimación tiene un rango de incertidumbre elevado. Establecer algún mecanismo eficaz de identificación de aquellos que han adquirido inmunidad y que pueden regresar al trabajo y ocuparse de las poblaciones más vulnerables. 

  1. Los llamados “pasaportes serológicos” han sido sugeridos como una opción cuyas ventajas e inconvenientes deben ser considerados. 
  2. Estimar la prevalencia real de personas con inmunidad en una región o colectivo, para guiar o adaptar las medidas de restricción.
  3. Es posible llevar a cabo un muestreo aleatorio geográfico (por ejemplo, en municipios donde hay más del 30% o más de 5.000 personas mayores de 60 años); 
  4. También puede hacerse con criterios ocupacionales (en colectivos o sectores estratégicos incluyendo trabajadores sanitarios, aplicación de la ley y de defensa, industria no esencial de alto rendimiento /empleo, transporte, educación).

Poblacional (en personas con mayor riesgo de enfermar, incluyendo mayores de 60 años o con condiciones crónicas que viven en zonas densamente pobladas o con generaciones más jóvenes; e individuos con mayor riesgo de transmitir la enfermedad incluyendo niños y jóvenes en zonas densamente pobladas). 

 

Estratificación de las poblaciones de acuerdo a criterios

La transición a la siguiente fase busca aliviar el coste humano, social y económico de las medidas restrictivas. Para ello debe intentar circunscribirse a zonas, colectivos o individuos en mayor riesgo de enfermedad grave o de mayor prioridad para la recuperación económica. Para ello proponemos estratificar según indicadores de vulnerabilidad más allá de los epidemiológicos (número de casos y seroprevalencia), que inevitablemente reflejan una situación pasada.

Otros factores que considerar:

  • La densidad de población 
  • La movilidad de la población 
  • La capacidad del sistema sanitario en la zona
 

Otras consideraciones

La aparición de situaciones de alto riesgo o de reactivación de la transmisión de la infección en determinados lugares o colectivos puede obligar a recuperar de manera selectiva algunas de las medidas de limitación de movimientos.