Publicador de continguts
javax.portlet.title.customblogportlet_WAR_customblogportlet (Blog Health is Global)

Vacuna contra la malaria: un paso de gigante para la ciencia

20.11.2014

La vacuna contra la malaria se ha considerado durante muchos años el grial de la ciencia médica. La dificultad principal se debe a que se trata de una vacuna que se dirige contra un parásito —y no existe ninguna vacuna contra ningún parásito— que es además extremadamente complejo y que cambia constantemente. Por ello, estar a las puertas de poder disponer de una primera vacuna contra la malaria constituye un paso de gigante para la ciencia y para la lucha contra la malaria.

Tras más de 30 años de esfuerzos colectivos público-privados, la vacuna contra la malaria está ahora en la última fase de evaluación para poder ser comercializada Mucho se ha hablado sobre la vacuna contra la malaria y es importante explicar en qué momento exacto se encuentra. Tras más de 30 años de esfuerzos colectivos público-privados en los que han participado muchas instituciones, compañías farmacéuticas,  centros de investigación americanos, europeos y africanos, agencias financiadoras y filántropos, la vacuna contra la malaria está ahora en la última fase de evaluación para poder ser comercializada como una vacuna. Esto significa que la Agencia Europea del Medicamento está revisando todos los datos del producto, incluyendo los del ensayo clínico que se llevó a cabo en 11 países del África Subsahariana y que ha incluido a cerca de 16.000 niños, para evaluar su registro como vacuna. A partir de ahí, la Organización Mundial de la Salud (OMS) será la encargada de recomendar su uso como política de salud en los países endémicos.

Los resultados del ensayo muestran que la vacuna es capaz de prevenir la malaria clínica y las formas más severas de malaria en niños lactantes, tanto cuando se aplica con las otras vacunas comunes de la infancia a las pocas semanas de edad, como si se aplica a niños algo mayores, entre cinco y 17 meses de vida. Sin embargo, puesto que la protección mostrada es moderada y limitada en el tiempo, será finalmente la OMS y los propios países endémicos los que tomen la decisión de aplicarla o no. En este sentido, es importante apuntar que la vacuna podría jugar un papel importante como medida de control, especialmente si se une a las otras herramientas que ya se utilizan para prevenir la enfermedad como las mosquiteras impregnadas con insecticida, el tratamiento intermitente en mujeres embarazadas y en lactantes y, por supuesto, el tratamiento oportuno y adecuado de los episodios clínicos de malaria.

Sea cual sea la decisión final, el gran avance para la ciencia es haber desarrollado una vacuna eficaz contra un parásito. Hasta el momento solo habíamos sido capaces de desarrollar vacunas contra virus y bacterias, organismos mucho más sencillos que el parásito contra el cual se ha desarrollado esta vacuna. Por ello, esta primera vacuna contra la malaria debe valorarse como lo que es: un hito histórico que no deja de ser, sin embargo, un primer paso en un camino del que todavía queda mucho por recorrer.