Rebrote de malaria en Gabón vinculado a la pandemia de COVID-19
Un estudio en la costa occidental de África Central muestra cómo la interrupción de los programas de control durante la pandemia podría haber contribuido al aumento de casos de malaria
10.09.2025
La pandemia de COVID-19 desencadenó una crisis sanitaria global sin precedentes, con consecuencias que fueron mucho más allá del propio virus. Un estudio realizado en Lambaréné (Gabón), publicado en el International Journal of Epidemiology y liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación ”la Caixa”, sugiere que la pandemia pudo haber tenido un efecto secundario importante: un repunte de los casos de malaria en la población general.
La pandemia de SARS-CoV-2 afectó gravemente a los servicios de salud, lo que a su vez tuvo un impacto negativo sobre la carga de varias enfermedades. En el caso de la malaria, los efectos fueron tanto directos como indirectos. Por un lado, la coincidencia de síntomas entre la malaria y la COVID-19 dificultó el diagnóstico diferencial. Además, las coinfecciones posiblemente dieron lugar a una mayor carga parasitaria y a síntomas más graves. Por otro lado, la interrupción de los programas de control de la malaria aumentó la exposición al contagio, mientras que los retrasos en el diagnóstico y tratamiento provocaron casos más graves y tasas de mortalidad más altas. La saturación de los laboratorios, la escasez de pruebas diagnósticas rápidas y el temor a contagiarse de COVID-19 en los hospitales también dificultaron la detección del aumento de casos, según indican los coautores del Centre de Recherches Médicales de Lambaréné: Scherif Adegnika, Yabo Josiane Honkpehedji, Bertrand Lell y Ayôla Akim Adegnika.
Los casos de malaria aumentaron en 2021, superando los niveles previos a la pandemia
“Analizamos datos de dos hospitales de referencia en Lambaréné entre 2018 y 2023, aplicando modelos de series temporales para examinar la evolución de los casos de malaria antes y después del inicio de la pandemia”, explica Friederike Roeder, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio. “Usamos modelos comunes de series temporales (ARIMA) en un marco de series temporales interrumpidas (ITS): la combinación de ambos enfoques hizo que nuestro análisis fuera innovador”, añade Iris-Lopes Rafegas, investigadora de ISGlobal y co-líder del estudio. Manuel Huth, coautor de la Universidad de Bonn, también contribuyó al desarrollo metodológico.
En los primeros meses tras el inicio del brote, se observó una disminución inicial en los diagnósticos de malaria, probablemente relacionada con una menor utilización de los servicios de salud y cambios en el comportamiento de la población, como la automedicación. Sin embargo, a partir de finales de 2021, los datos revelan un aumento progresivo y sustancial de los casos, incluso por encima de los niveles prepandemia.
“Este repunte probablemente se debe a interrupciones en actividades clave de control de la malaria, como las campañas de fumigación interior o la distribución de mosquiteras, así como a una posible disminución en la eficacia de las herramientas de control que se habían distribuido antes de la pandemia”, añade Roeder.
Varios estudios anteriores en otras regiones de Gabón, así como en Zambia y Gambia, además del informe nacional de malaria de la OMS, también reportaron aumentos de casos. De manera diferencial, al incluir información sobre la capacidad hospitalaria y variables climáticas, el análisis en Lambaréné permite descartar en parte que el aumento se debiera exclusivamente a factores no relacionados con la pandemia, como lluvias inusualmente intensas o una reducción en las pruebas diagnósticas.
Mujeres embarazadas, protegidas mediante el tratamiento preventivo intermitente
No se detectó un aumento inmediato de los casos de malaria entre mujeres embarazadas durante la pandemia, lo que sugiere que las medidas preventivas —como la administración del tratamiento preventivo intermitente en el embarazo (IPTp)— siguieron siendo una prioridad. Sin embargo, se observaron picos posteriores en la incidencia, lo que resulta preocupante dada la alta peligrosidad de la malaria para la salud materna e infantil.
Este estudio representa una importante contribución en el marco del proyecto ORCHESTRA de la iniciativa Horizon 2020 de la UE. Sus hallazgos coinciden con informes nacionales e internacionales que indicaban un aumento de casos de malaria durante la pandemia, y al mismo tiempo ofrecen una visión más detallada de las dinámicas locales y los factores que afectan a las poblaciones más vulnerables. “Es fundamental garantizar la continuidad de los programas de control de enfermedades transmisibles incluso en tiempos de crisis o emergencias sanitarias globales”, concluye Elisa Sicuri, responsable del grupo de Economía de la Salud Global de ISGlobal y autora sénior del estudio.
Referencia
Roeder F, Adegnika OS, Honkpehedji YJ, Huth M, Lell B, Adegnika AA, Lopes-Rafegas I, Sicuri E. Malaria amidst the COVID-19 pandemic in Gabon: an application of autoregressive integrated moving average (ARIMA) models within an interrupted time series (ITS) framework to hospital-based data. Int J Epidemiol. 2025 Aug 18;54(5):dyaf140. doi: 10.1093/ije/dyaf140.

