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Los padres deben mantener sus casas libres de humo por el bienestar de los niños

15.01.2014

Más de 700 millones de niños de todo el mundo están expuestos regularmente al humo de los cigarrillos. Las nuevas conclusiones científicas advierten que los efectos cardiovasculares del tabaquismo pasivo en un niño recién nacido se manifiestan desde sus primeros días de vida y, en algunos casos, pueden llegar a ser graves.

Concretamente, investigadores de Suecia, Grecia y España (CREAL-Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental, centro de investigación de la alianza ISGlobal) informan que la presión arterial de los bebés fumadores pasivos se alteró con una diferencia 20 veces superior. Estos niños respiraron directamente aire lleno de humo durante varios meses después de su nacimiento, lo más probable, en el hogar.

En este estudio, publicado en la revista Acta Paediatrica, los investigadores estudiaron los cambios en los niños de la cohorte RHEA en Creta. Los investigadores compararon niños de 4 a 6 meses edad de padres no fumadores (controles, n=9) y otros frecuentemente expuestos al humo del tabaco (fumadores pasivos; n =10) con los nacidos de fumadores habituales (n = 6). Se midió la presión arterial (PA) de los lactantes durante las maniobras de reposicionamiento breves realizadas durante una siesta.

"Respirar aire lleno de humo es mucho más peligroso para el desarrollo temprano del que nos creemos, por lo que los padres deben mantener la casa libre de humo", remarcó el Dr. Manolis Kogevinas, codirector del CREAL y coautor de este estudio.


Artículo de referencia: Adverse circulatory effects of passive smoking during infancy: surprisingly strong, manifest early, easily avoided. Cohen G, Vardavas C, Patelarou E, Kogevinas M, Katz-Salamon M.Acta Paediatr. 2013 Dec 12. doi: 10.1111/apa.12538.