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Importante disminución de la mortalidad materna e infantil

El CREAL participa en un estudio de The Lancet sobre la mortalidad materno-infantil

22.05.2014

Tras el enorme esfuerzo internacional para hacer frente a la mortalidad materno-infantil, millones de vidas se han logrado salvar, sobretodo en el sur y el sudeste de Asia, de acuerdo con dos estudios publicados por separado a principios de mayo en The Lacet y liderados por el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington, con la participación de investigadores de CREAL, centro de investigación ISGlobal.

Uno de los principales Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), establecidos por Naciones Unidas el año 2000, era disminuir la mortalidad materna e infantil hacia 2015, que había estado cayendo en la mayoría de los países desde la década de 1980. No obstante, el ritmo se aceleró tras establecerse los ODM. En el sur y el sudeste de Asia, las tasas de mortalidad infantil y materna están cayendo más rápido que el promedio mundial. “Si los países siguen en este curso, las muertes de niños pasarán de más de 6 millones en 2013 a menos de 4 millones en 2030”, especifica Mark  Nieuwenhuijsen, investigador de CREAL.

Los resultados de los estudios indican que la tasa de mortalidad infantil se redujo casi la mitad, un 48%, a nivel global entre 1990 y 2013. Sin embargo, 6,3 millones de niños todavía morían antes de cumplir cinco años en 2013. Las muertes maternas se redujeron significativamente durante el mismo período, sin embargo aún 293.000 mujeres siguen murieron en 2013 por causas relacionadas con el embarazo.

La gran mayoría de los países han visto una reducción importante de la mortalidad materno-infantil, con la disminución de la mortalidad infantil en un 3,5 % por año desde 2000 y las muertes maternas con una disminución anual del 2,7 %  desde 2003. En el sur y el sudeste de Asia, se ha logrado un progreso significativo en la reducción de la mortalidad materna, más rápido que las tasas alcanzadas en el nivel global.

En la reducción a nivel mundial de la mortalidad infantil hay varios factores clave que incluyen la educación materna, las innovaciones médicas y de salud pública, y el aumento de los ingresos. Por cada año adicional que las madres completaban en la escuela, la tasa de mortalidad infantil caía en más de un 8%. Los nuevos medicamentos, vacunas y otras innovaciones de salud disminuyeron unas 4,2 millones de muertes infantiles en 2013, en comparación con 1990; y el aumento de ingresos per cápita salvó más de 900.000 vidas de niños. “Las políticas que reducen la anemia y la desnutrición, previenen la malaria durante el embarazo, proporcionan calcio y suplementos de micronutrientes y fomentan la asistencia cualificada en el parto probablemente conducirán a una mejora aún mayor de la salud infantil y materna”, señalan los investigadores.