Publicador de contenidos

Investigación

Nadar en una piscina clorada se asocia con cambios en niveles de metabolitos en la sangre

Es el primer estudio que analiza el efecto de una breve exposición a subproductos de desinfección del agua sobre el ‘metaboloma’

13.12.2017

Un estudio internacional coordinado por ISGlobal, centro impulsado por la Obra Social ”la Caixa”, identifica numerosos cambios moleculares en la sangre tras nadar 40 minutos en una piscina clorada.  Los resultados del estudio, publicado en Environment International, ayudarán a descifrar las vías metabólicas que asocian exposición a subproductos de la desinfección del agua (o DBPs, por sus siglas en inglés) y efectos adversos sobre la salud.

El cloro que se utiliza para desinfectar el agua, incluida la de las piscinas, reacciona con materia orgánica (como el cabello, la saliva o la transpiración), resultando en la formación de subproductos químicos no deseados de la desinfección, como trihalometanos y ácidos haloacéticos. Estudios epidemiológicos y experimentales indican que la exposición a DBPs tiene efectos adversos sobre la salud, pero se conoce poco sobre los mecanismos biológicos.

El objetivo de este estudio —llamado PISCINA II y realizado en Barcelona en el marco del proyecto EXPOsOMICS—  fue investigar los efectos a corto plazo de la exposición a DBPs sobre el ‘metaboloma’ (es decir, el conjunto de pequeñas moléculas químicas o metabolitos en la sangre), con la idea de identificar posibles vías metabólicas asociadas con el efecto adverso de estos compuestos sobre la salud.

Para ello se seleccionó a 60 personas sanas que nadaron durante 40 minutos en una piscina interior y clorada. Se extrajeron muestras de sangre de los voluntarios antes y dos horas después del nadar, y se hizo un perfil metabólico (usando cromatografía líquida y espectrometría de masas de alta resolución). En paralelo, para cada persona midieron niveles de DBP en el agua de la piscina y también en el aire exhalado y orina antes y después de nadar.  Los niveles de DBPs en aire exhalado fueron significativamente más elevados después de haber nadado, y la absorción de DBPs se relacionó con el nivel de actividad física. En total, se identificaron 293 características metabólicas asociadas con al menos un DPB en aire exhalado. De esas, se pudieron identificar 20 que correspondían a metabolitos, incluyendo moléculas implicadas en el metabolismo del triptófano.  

Los autores reconocen el reto que supone desentrañar los efectos negativos de los DBPs de los efectos positivos de la actividad física. Sin embargo, es el primer estudio que analiza tantos DBP en aire exhalado, que incluye datos de exposición externa, y que mide el nivel de actividad física.

Para Manolis Kogevinas, investigador de ISGlobal y coordinador del estudio, “esta investigación puede ayudar a identificar las vías moleculares afectadas por la exposición a los DBPs y así arrojar luz sobre los mecanismos subyacentes a su toxicidad”. 

Reference

van Veldhoven K, Keski-Rahkonen P, Barupal DK, Villanueva CM, et al. Effects of exposure to water disinfection by-products in a swimming pool: A metabolome-wide association study. Environ Int. 2017 Nov 24;111:60-70. doi: 10.1016/j.envint.2017.11.017