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Eliminar la hepatitis vírica: el nexo entre investigación y política

28.7.2017

El día 28 de julio, más de 150 países celebran el Día Mundial contra la Hepatitis (...) para expresar la sensación de urgencia que sentimos

El día 28 de julio, más de 150 países celebrarán el Día Mundial contra la Hepatitis con diversos y destacados eventos. Es el momento de expresar la sensación de urgencia que sentimos tanto investigadores, personal sanitario, pacientes y funcionarios de la salud pública como responsables políticos y de incidencia política a la hora de abordar los problemas de las hepatitis virales. Y también es el momento de evaluar los progresos recientes y los desafíos a los que nos enfrentamos.

Hace poco más de un año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó su primera Estrategia mundial del sector de la salud contra las hepatitis víricas. El contexto de dicha estrategia es importante. Las resoluciones sobre las hepatitis víricas aprobadas por la Asamblea Mundial de la Salud en 2010 y 2014 encomiendan a la OMS el desarrollo de una respuesta integral a este grupo de enfermedades tras muchos años de escasa atención.

Distribución regional de las muertes por hepatitis viral

 Fuente: Estrategia mundial del sector de la salud contra las hepatitis víricas. Stanaway and Cooke (personal communication)

Las muertes por hepatitis víricas superan las muertes por VIH, malaria o tuberculosis

En el año 2016, un análisis de la carga mundial de morbilidad determinó que las muertes anuales por hepatitis víricas superan las muertes por VIH, malaria o tuberculosis. Cerca de la mitad de estas muertes (el 48%) son causadas por el virus de la hepatitis C (VHC).

Antes de la introducción de antivirales de acción directa (AAD) en 2013, la tasa de curación de los pacientes infectados por el VHC tratados con interferón era baja. Además, muchas personas diagnosticadas de infección crónica por el VHC rechazaban el tratamiento debido a los efectos secundarios especialmente desagradables. Incluso había personas con alto riesgo de infección por el VHC que ni siquiera se preocupaban de realizarse las pruebas porque pensaban que el diagnóstico no les ayudaría, ya que no estaban dispuestas a tomar interferón.

Los tratamientos con AAD curan más del 90% de los casos de infección crónica por el VHC, en los que la mayoría de los pacientes reciben un tratamiento de 12 semanas de duración con pocos efectos secundarios. Sin los AAD, se pone en duda si la OMS habría introducido una estrategia con el objetivo de eliminar las hepatitis virales como un problema esencial de salud pública para 2030.

Los tratamientos con AAD curan más del 90% de los casos de infección crónica por el VHC

La estrategia propone una serie de metas cuantitativas en apoyo a este objetivo, que abarcan el virus de la hepatitis B y el VHC. Las metas del VHC incluyen el diagnóstico del 90% de las infecciones crónicas por el VHC para 2030 y conseguir una reducción del 65% de la mortalidad por hepatitis vírica C para 2030. La estrategia requiere aumentar la cobertura del tratamiento de la infección por el VHC hasta alcanzar el 80% de las personas que cumplen las condiciones para recibirlo.

Pósters de la campaña de la OMS para el Día Mundial contra la Hepatitis, el 28 de julio de 2017

Únicamente el 7% de los 71 millones de personas con infección crónica por el VHC recibieron tratamiento en 2015

El carácter ambicioso de estas metas resulta obvio si se tienen en cuenta las cifras de la situación inicial: las últimas estimaciones publicadas por la OMS indican que en 2015, únicamente el 7% de los 71 millones de personas con infección crónica por el VHC recibieron tratamiento. Una parte importante del problema fue el infradiagnóstico: aproximadamente el 80% de las personas con infección crónica por el VHC no saben que están infectadas.

Al igual que la mayoría de los problemas de salud pública, eliminar el VHC también es un desafío político

Todas estas cifras nos indican que eliminar el VHC es un problema de salud pública al igual que lo fue en el campo de la biomedicina antes de la llegada de los AAD. Los tratamientos con altas tasas de curación resultan inútiles si se quedan en un estante. Y al igual que la mayoría de los problemas de salud pública, eliminar el VHC también es un desafío político.

Esta es la razón por la que la primera cumbre catalana sobre la eliminación de la hepatitis brinda una oportunidad tan importante. El evento, convocado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, tendrá lugar en septiembre de 2017. A la cumbre se sumarán reuniones de grupos de trabajo de expertos centradas en dos asuntos: pruebas de detección del VHC, en especial a las poblaciones clave, y acceso al tratamiento de la infección por el VHC.

Quizá no todo el mundo sepa hasta qué punto España se encuentra al frente del abordaje de la infraestructura política necesaria para manejar el avance contra el VHC. La estrategia mundial de la OMS insta a los países a que apliquen estrategias y planes nacionales basados en pruebas, que pueden entenderse como la base de todos los desafíos que supone la eliminación de las hepatitis víricas. Pero la mayoría de los países han tardado en dar este paso tan importante. España, sin embargo, cuenta con un plan estratégico para el abordaje de la hepatitis C desde 2015.

Además, hace solo unas semanas, el Gobierno de España actualizó su plan estratégico con el fin de eliminar las restricciones para el tratamiento. Ahora, todos los pacientes con infección crónica por el VHC que cumplan las condiciones médicas pueden comenzar el tratamiento. Esto vuelve a diferenciar a España de la gran mayoría de países, incluidos varios países europeos cuyos Gobiernos han impuesto restricciones para el tratamiento basándose en la fase de la enfermedad y el uso ilícito de medicamentos.

Lo más importante es saber que trasladar la investigación a la práctica requiere abordar directamente las dimensiones políticas de la salud pública

Lo más importante es saber que trasladar la investigación a la práctica requiere abordar directamente las dimensiones políticas de la salud pública. La creación de un foro para estudiar lo que esto significaría en términos de prácticas y políticas específicas en Cataluña supone que la próxima cumbre para la eliminación proporcionará una apasionante experiencia de aprendizaje para todas las partes interesadas tanto de España como a nivel mundial.

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