Publicador de contenidos

Investigación

La protección social ha evitado más de tres millones de muertes infantiles en 46 países de ingresos bajos y medianos

Los programas de protección social redujeron significativamente la mortalidad y la malnutrición infantil entre el 2000 y el 2021, especialmente durante la pandemia de COVID-19

12.08.2025
Foto: Tri Le / Pixabay

Un estudio longitudinal en 46 países de ingresos bajos y medianos ha concluido que la expansión de la cobertura de protección social entre 2000 y 2021 contribuyó a evitar más de 3 millones de muertes en menores de cinco años. Los efectos protectores fueron aún más pronunciados durante la pandemia de la COVID-19, cuando se evitaron cerca de 600.000 muertes infantiles. El estudio, coordinado por ISGlobal, centro impulsado por la Fundación ”la Caixa”, co-fundado por el Rapid Social Response Trust Fund (World Bank Group) y publicado en eClinicalMedicine, destaca la importancia de mantener e incrementar estos programas para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La pandemia de COVID-19 supuso un fuerte retroceso en la lucha contra la pobreza y la malnutrición infantil. En 2021, la crisis había llevado hasta 115 millones de personas a la pobreza extrema. Esto, unido a las alteraciones en los sistemas alimentarios —exacerbados por la pandemia y los conflictos geopolíticos—, llevó a un aumento del hambre, que afectó a 828 millones de personas en todo el mundo en 2021. En respuesta, los gobiernos y las organizaciones internacionales ampliaron los programas de protección social (PS) en muchos países, incluyendo transferencias monetarias de emergencia, subsidios y otras intervenciones. Esto resultó clave para amortiguar los efectos colaterales del colapso económico en la salud infantil.

En este contexto, el estudio analiza el impacto combinado de todos los programas de PS sobre la mortalidad, el retraso en el crecimiento y la emaciación (bajo peso para la altura) infantiles, utilizando datos reales de 46 países entre 2000 y 2021. Hasta ahora, ningún análisis retrospectivo había evaluado estos efectos a lo largo de dos décadas, ni durante los años críticos de la pandemia.

Los beneficios de reforzar la protección social en tiempos de crisis

El equipo investigador recopiló más de mil observaciones anuales país por país, y empleó modelos estadísticos para evaluar el efecto de la cobertura de protección social, es decir, el porcentaje de la población que recibió algún beneficio.

“Nuestra muestra incluyó 46 países de ingresos bajos y medianos, con un mínimo de dos observaciones de cobertura de protección social a lo largo del periodo de estudio de 22 años”, explica Elisa Landin-Basterra, investigadora en ISGlobal y primera autora del estudio. “Estimamos los fallecimientos evitados comparando la situación real con un hipotético escenario sin protección social”, añade.

Los resultados muestran que por cada aumento del 1% en la cobertura de protección social, la mortalidad infantil se redujo un 0,34%, la emaciación un 0,14% y el retraso en el crecimiento un 0,29%. Estas asociaciones fueron más fuertes durante la pandemia, y especialmente en las niñas. La mayor reducción en la mortalidad se dio en niños y niñas de 1 a 2 años. En cifras absolutas, se calcula que la protección social evitó 3,05 millones de muertes en menores de cinco años entre 2000 y 2021, incluyendo 583.590 muertes durante la pandemia.

Hacia sistemas de protección más inclusivos y resilientes

Las disparidades en el acceso a una nutrición adecuada y a servicios de salud afectan al riesgo de mortalidad femenina, y estas brechas podrían reducirse mediante programas de protección social sensibles al género, que prioricen la educación materna, el fortalecimiento de la autonomía de las mujeres y el acceso oportuno a la atención perinatal. Ampliar los programas de protección social, especialmente con enfoque de género y atención específica a la primera infancia, generaría grandes beneficios en salud pública.

“Nuestros resultados destacan el papel de la protección social para abordar las desigualdades en la salud infantil, reforzar la resiliencia de los hogares y proteger a los niños y niñas que viven en países de ingresos bajos y medianos, especialmente en el contexto actual de policrisis”, concluye Davide Rasella, investigador ICREA en ISGlobal y coordinador del estudio.

 


Referencia

Landin Basterra E, Gentilini U, Medeiros Cavalcanti D, Ferreira da Silva A, Oliveira Ferreira de Sales L, Silva NJ, et al. Impact of social protection on child malnutrition and mortality across 46 LMICs: a longitudinal study over two decades with insights from the COVID-19 pandemic. eClinicalMedicine. 2025;87:103414. doi: 10.1016/j.eclinm.2025.103414