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La COP30 en Belém pone la salud en el centro de la acción climática

24.11.2025
COP30 in Belém Putting Health at the Heart of Climate Action

En la COP30, la salud tuvo un papel central en la acción climática, con nuevos marcos y fondos para proteger a las poblaciones más vulnerables y reforzar sistemas resilientes.

 

Al entrar en la Zona Azul de la COP30 en Belém, me impresionó la magnitud del evento: más de 50.000 delegados y delegadas, desde funcionarios gubernamentales hasta investigadores, líderes juveniles y representantes indígenas, moviéndose a través de un laberinto de carpas que bullían de actividad. La urgencia de la crisis climática era palpable en todas partes. En medio de este caos, estaba ocurriendo algo extraordinario: por primera vez, el mundo parecía comprender la relación entre clima y salud.

Un paso histórico: el Plan de Acción de Salud de Belém

El Ministerio de Salud de Brasil, junto con la OMS y la OPS, lanzó el Plan de Acción de Salud de Belém (BHAP), el primer marco internacional de adaptación climática dedicado específicamente a la salud. Posteriormente, más de 35 instituciones filantrópicas globales anunciaron la Coalición de Financiadores de Clima y Salud, alineándose con el BHAP para acelerar soluciones frente a las olas de calor extremas, la contaminación del aire y las enfermedades infecciosas sensibles al clima. Su objetivo es también fortalecer sistemas de salud resilientes. Los nuevos compromisos son el resultado de años de trabajo.

Por qué es importante

Estas iniciativas marcan un cambio en la agenda global clima-salud, y destacan el papel esencial de la investigación, la adaptación y la equidad. El BHAP establece una hoja de ruta para fortalecer los sistemas de salud resilientes al clima mediante la mejora de la vigilancia de enfermedades, la integración de la salud en los compromisos climáticos nacionales, el fortalecimiento de la capacidad de los y las profesionales de la salud y la priorización de la equidad y justicia climática para las poblaciones más vulnerables (personas mayores, personas con enfermedades crónicas y comunidades socialmente marginadas). La Coalición de Financiadores de Clima y Salud busca catalizar enfoques escalables basados en la evidencia, centrados en las regiones de mayor riesgo, y su compromiso inicial de 300 millones de dólares (realizado por un grupo de financiadores que incluye la Fundación Gates, el Wellcome Trust y la Fundación Rockefeller) está vinculado al BHAP, lo que asegura cierto nivel de aplicabilidad.

El lado humano de la COP30

Vivir la COP30 de primera mano me permitió observar a los delegados debatir con precisión milimétrica el lenguaje de los tratados. Se dedican horas a discutir términos, como si los acuerdos deberían usar “should” o “shall”. Aunque al principio me parecía tedioso, entendí que los detalles del lenguaje de los tratados pueden determinar la fuerza de los compromisos, la aplicación de la rendición de cuentas y la financiación que llegará a las poblaciones vulnerables al clima. Estas negociaciones demuestran cómo la política global está estrechamente vinculada a la salud poblacional, y cómo los profesionales de la salud e investigadores pueden abogar por políticas que protejan a los más vulnerables.

Fuera de los salones de negociación, los pabellones de países, institutos de investigación, agencias de la ONU y ONG funcionaban como centros de incidencia, innovación y, con suerte, colaboración intersectorial. La visibilidad de la salud en los pabellones fue notable. Ministros de salud participaron en paneles sobre calidad del aire, exposición al calor, seguridad del agua, salud mental y sistemas de salud resilientes. Y, en medio del frenesí, los delegados indígenas trajeron al foro global sus experiencias vividas del cambio climático, con sus lenguas, su vestimenta tradicional y su narración de historias, que resultaban difíciles de ignorar.

Sí se puede

Al dejar Belém, he sentido que el cambio es posible. La COP30 no solo ha reconocido la conexión entre clima y salud, sino que también ha ofrecido un plan concreto y recursos coordinados para actuar. El BHAP, alineado con los compromisos filantrópicos, tiene el potencial de generar una acción real. Aun así, sé que cada COP es importante pero que el progreso ocurre entre ellas, así que ahora es el momento de mantener el impulso.