Cobertura mundial de vacunación: mucho camino recorrido y, sin embargo, mucho por hacer

Del 22 al 28 de abril de 2013 se celebra la Semana Mundial de la Vacunación, con el objetivo de fomentar la toma de conciencia relativa a la importancia de la inmunización. Esto es necesario porque, pese a los avances de las últimas décadas, muy significativos, una quinta parte de los niños en todo el mundo siguen sin recibir las vacunas que necesitan. Aproximadamente una quinta parte de las muertes de niños menores de cinco años es evitable, es decir, existen vacunas para atajar las enfermedades que la causan, pero no se distribuyen adecuadamente.

Constatar que la mayoría de estas muertes se producen en países en vías de desarrollo no sorprenderá a nadie. Existe una relación evidente entre la renta del país en el que nace una persona y sus probabilidades de acceder a programas de vacunación adecuados. Según la organización Save the Children, el 90% de la población sin inmunizar se encuentra en países de renta baja de África y el Sureste asiático, principalmente en India, indonesia y Nigeria. Más sorprendente puede ser que las mayores desigualdades se den dentro de los países, en los que los niños provenientes de las familias más pobres son también los que menos vacunas reciben. Otros factores que inciden directamente en el acceso a vacunas son el nivel de educación materna, o vivir en un medio rural o urbano. El lugar en el que nace una persona condiciona enormemente, por lo tanto, sus posibilidades de supervivencia. 

La desigual distribución de la riqueza en el mundo tiene causas múltiples y complejas. Sin embargo, es difícil rechazar la idea de que estas desigualdades, y la inequidad que generan, son el efecto de la aplicación de diferentes políticas económicas y sociales, y que no responden, por lo tanto, a una ley natural, inapelable. O, lo que es lo mismo, su solución pasa por la existencia de un compromiso firme para con todas las personas cuya posibilidad de vivir una vida plena es una cuestión de “suerte”. En este sentido, la Década para las Vacunas, un compromiso colectivo que ha producido el Plan de Acción Global para las Vacunas, aparece como una posibilidad real de superar las barreras que persisten en el suministro de vacunas a todos los rincones del mundo. Pese a no poder evaluar todavía hasta qué punto este compromiso se traducirá en acciones efectivas, parece que se han sentado bases fuertes, y que existe la posibilidad real de que en 2020 todos los niños del mundo sean iguales, al menos en lo que a vacunas se refiere. En cualquier otro ámbito esta idea sería simplemente utópica, pero no lo es al hablar de inmunización.