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Los dispositivos móviles, o los ladrones de sueño adolescente

01.4.2019

Los problemas relacionados con el sueño, como las dificultades para iniciar o mantener el sueño, son frecuentes entre las y los niños y adolescentes. Se han descrito muchos factores que pueden alterar los patrones de sueño. Recientemente, se ha sugerido que el aumento en el uso de dispositivos de pantalla como teléfonos móviles, tabletas, ordenadores portátiles, televisores y videojuegos es uno de los principales determinantes del sueño.

En un nuevo estudio que hemos hecho desde ISGlobal y que ha sido publicado en la revista Environment Research, concluimos que hacer más llamadas telefónicas, usar más la tableta y la dependencia de los teléfonos móviles se relaciona con una peor calidad del sueño y un sueño más fragmentado en aquellas y aquellos adolescentes que usan más los teléfonos y las tabletas.

En un nuevo estudio, concluimos que hacer más llamadas telefónicas, usar más la tableta y la dependencia de los teléfonos móviles disminuye la calidad del sueño en las y los adolescentes

La investigación se hizo entre más de 250 adolescentes de 17 a 18 años de Menorca (Baleares), que forman parte de la cohorte de nacimiento del Proyecto INMA-Infancia y Medio Ambiente. Las y los adolescentes rellenaron un test sobre el uso de dispositivos móviles y calidad del sueño y, además, se evaluó la calidad del sueño de forma objetiva durante una semana mediante la pulsera de medición ActiGraph.

Es importante concretar que significa la calidad del sueño. La National Sleep Foundation la define como dormir al menos el 85% del tiempo total que se está en la cama, quedarse dormido en 30 minutos o menos, no despertarse más de una vez por noche y despertarse  durante un máximo de 20 minutos después de quedarse dormido por primera vez.

En los estudios epidemiológicos, la calidad del sueño a menudo se evalúa con la pregunta "¿Cómo duermes habitualmente?". Las personas participantes normalmente tienen cinco opciones de respuesta: muy mal, mal, regular, bien o muy bien. Este es una manera muy buena y fácil para evaluar la calidad del sueño y sospechar si un niño o niña no está logrando una de las condiciones mencionadas anteriormente.

Muchos estudios han informado que el uso de dispositivos de pantalla afecta el sueño infantil y adolescente. Sin embargo, los mecanismos subyacentes a esta asociación aún no están claros y hay diversas hipótesis

Muchos estudios han informado que el uso de dispositivos de pantalla afecta el sueño infantil y adolescente. Sin embargo, los mecanismos subyacentes a esta asociación aún no están claros y hay diversas hipótesis:

Contenidos inapropiados

Hoy en día, incluso las y los más pequeños están familiarizados con el uso de diferentes dispositivos móviles, el navegador de internet y la descarga y el uso de muchas aplicaciones. La mayoría de las veces, utilizan estos dispositivos solos o sin la supervisión de madres y padres, que probablemente exponen a la infancia a ciertos contenidos que pueden ser inapropiados para su edad y producen dificultades para iniciar el sueño.

Ir a dormir tarde

Además de los retrasos en la hora de ir a dormir debido a, por ejemplo, mirar la televisión después de cenar, usar dispositivos móviles en la cama también retrasa el sueño. En consecuencia, los y las niñas y adolescentes duermen menos de lo necesario durante los días entre semana, donde la hora de levantarse de la cama sigue siendo la misma debido a que se tiene que ir a la escuela, universidad o trabajo. La somnolencia diurna, que puede conducir a una disfunción diurna, es una de las principales quejas de niños y adolescentes que reportan esta falta de sueño.

Excitación mental

No es nuevo que antes de irse a dormir es importante hacer actividades relajadas y preparar el cerebro y el cuerpo para irse a la cama. Las pantallas estimulan mucho el cerebro y, por lo tanto, si se usan antes de ir a dormir, pueden retrasar el inicio de sueño debido a la activación mental.

Exposición a la emisión de la pantalla de luz azul

Los dispositivos de pantalla emiten luz azul, es decir, luz visible con longitudes de onda que van de 380 a 500 nm. La luz azul suprime la producción de melatonina más del doble que otras longitudes de onda de la luz, y altera los ritmos circadianos. Esto puede cambiar los patrones de sueño y afectar la salud.

Exposición a campos electromagnéticos de radiofrecuencia

Algunos dispositivos electrónicos emiten campos electromagnéticos de radiofrecuencia. Los estudios experimentales han demostrado que la exposición a ellos altera las ondas cerebrales durante el sueño, pero aún se desconoce la relevancia clínica de estas alteraciones. Además, estos efectos todavía no se pueden confirmar con los estudios observacionales debido a que sus resultados son inconsistentes. Esta hipótesis aún necesita más exploración.

 

 

Casi todas las investigaciones anteriores, incluido nuestro estudio, se han realizado utilizando un enfoque transversal. Esto significa que el uso de dispositivos de pantalla y la evaluación del sueño se realizaron en el mismo momento. Es una gran limitación en términos de evaluar la causalidad y los efectos a largo plazo.

Aunque se pueden aplicar diferentes técnicas estadísticas para tratar de inferir la causalidad (es decir, confirmar que el uso de nueva tecnología causa problemas de sueño), no se pueden extraer conclusiones sólidas debido a que muchos otros factores pueden interferir y sesgar la asociación estudiada.

Sin embargo, hasta la fecha, los estudios transversales han sido muy importantes para descubrir que la nueva tecnología afecta de manera aguda al sueño. Lo que sigue siendo una pregunta abierta son sus implicaciones a largo plazo.

Hasta la fecha, los estudios transversales han sido muy importantes para descubrir que la nueva tecnología afecta de manera aguda al sueño. Lo que sigue siendo una pregunta abierta son sus implicaciones a largo plazo

La existencia de estudios transversales que muestran una asociación entre las nuevas tecnologías y el sueño, el aumento espectacular del uso de estos dispositivos en los últimos anos y también su aumento entre la infancia y la adolescencia son mensajes para la salud pública muy importantes que tenemos que tener en cuenta para promover estudios con datos longitudinales (es decir, evaluar el uso de los dispositivos y el sueño en varias etapas del desarrollo en la infancia y la adolescencia). Este será un paso muy importante para abordar las posibles implicaciones a largo plazo en una realidad donde los dispositivos móviles con pantalla son aparatos indispensables para el día a día de muchas personas.

 

 

Siguiendo los resultados de nuestro estudio, la evidencia científica actual y las recomendaciones de salud pública existentes, para tener una mejor calidad del sueño recomendamos:

  • Limitar el tiempo de uso de pantallas en la infancia y adolescencia (televisión, teléfono móvil, tableta, ordenador o la videoconsola)
  • Evitar la exposición a la pantalla cuando se acerca la hora de ir a dormir. Si no es posible, utilizar una pantalla de protección de luz azul
  • Mantener los dispositivos móviles fuera del dormitorio. Si no es posible, ponerlos en modo vuelo

Hay que tener en cuenta que estas son recomendaciones generales y pueden variar entre edades. Además, todavía no hay suficiente evidencia científica para sacar conclusiones específicas para cada dispositivo y tipo de actividad (las recomendaciones de salud actuales los tratan a todos como "dispositivos de pantalla"). Sin embargo, creemos que mirar televisión es completamente diferente a enviar mensajes de texto por teléfono o usar la tableta, por lo que se necesitan recomendaciones de salud específicas por tipo de aparato y edad para familias, población infantil y adolescente, escuelas y pediatras.

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