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Nuevas técnicas para el diagnóstico del mal de Chagas

01.3.2013

Un siglo después de su descubrimiento, la enfermedad de Chagas, causada por el parásito Trypanosoma cruzi, representa aún una amenaza importante asociada a la pobreza y es la causa principal de miocarditis en las regiones endémicas.

Herramientas de diagnóstico precisas y marcadores indirectos de respuesta terapéutica son prioridades en la investigación actual en este campo. En este contexto, las estrategias de amplificación de ADN han sido propuestas como herramientas de laboratorio altamente sensibles y específicas para detectar la infección por Trypanosoma cruzi en distintas situaciones clínicas. Dado el control logrado en la última década en la transmisión transfusional y vectorial del mal de Chagas, una de las fuentes prevalentes de nuevos casos es la transmisión vertical o congénita, por vía transplacentaria  de  una madre infectada a su bebé, situación emergente en zonas urbanizadas y en países no endémicos por causa de los movimientos migratorios. En estudios de rutina, sólo se dispone de pruebas parasitológicas directas para confirmar la infección congénita al momento del nacimiento, pero estas presentan baja sensibilidad de detección, de alrededor un 50% en manos expertas, y las pruebas serológicas sólo son útiles luego de los 9 meses de vida, debido a la circulación de anticuerpos maternos en el lactante. El período prolongado de seguimiento requerido para confirmar la infección en niños es entonces  un obstáculo importante, sobre todo para poblaciones de bajos recursos, donde hay una importante pérdida del seguimiento de los niños que salen del servicio de neonatología sin diagnóstico. En este sentido, se están validando  métodos de amplificación genética, como PCR y LAMP (Loop mediated isothermal amplification) para  el diagnóstico temprano de Chagas congénito en muestras de sangre periférica de neonatos.

Además, estas técnicas también están siendo cada vez más aplicadas en el seguimiento de pacientes infectados inmunosuprimidos, como aquellos transplantados o con coinfección por HIV, dado  que la alta sensibilidad del diagnóstico molecular específico, permite detectar casos de reactivación chagásica con antelación  a la presentación de síntomas clínicos.

Es de esperar que en el futuro próximo estos métodos moleculares sean incorporados en la práctica clínica, tal como ha sucedido con otras infecciones tales como tuberculosis, HIV y hepatitis virales.