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¿De qué hablamos cuando hablamos de virus del papiloma humano (VPH)?

04.3.2024
VPH
Foto: NIH_NIAIS_Flickr - virus del papiloma humano (VPH)

Para prevenir los efectos indeseables de una infección por virus del papiloma humano (VPH) es importante informarse. Esto es lo esencial que has de saber.

¿Qué es el virus del papiloma humano y cómo se transmite?

Es un grupo de virus que afecta a la piel y las membranas mucosas, principalmente en áreas genitales y orales. Se transmite sobre todo mediante el contacto directo de piel a piel durante las relaciones sexuales. La infección por VPH es muy común.

¿Qué provoca el virus del papiloma humano?

Hay diferentes tipos de VPH: algunos causan verrugas genitales, mientras que otros, llamados VPH oncogénicos, están vinculados a un mayor riesgo de cáncer de cuello uterino o cervical, así como cáncer de vulva, vagina, anal, pene y cavidad oral.

¿Cómo prevenir la infección por virus del papiloma humano?

La mejor manera de prevenir la infección por la mayoría de VPH es a través de la vacunación. En edad escolar es cuando más eficaz resulta la vacuna ya que funciona como una gran barrera de antígenos guerreros que evitarán que la infección se instale en el organismo.

¿Se puede prevenir el cáncer de cuello uterino?

Sí. La infección persistente por el VPH causa este cáncer, que puede ser el más frecuente y mortal en algunos países. Detectado de forma temprana, se puede casi eliminar con medidas a nivel poblacional. Existen vacunas contra 9 tipos oncogénicos de VPH que, aplicadas antes de la infección, podrían eliminar el 90% de los casos de cáncer cervical en todo el mundo. Estas vacunas tienen un impacto significativo en niñas y niños de menos de 15 años.

Para prevenir los efectos indeseables de las infecciones por VPH es importante informarse, vacunarse y, en el caso de las mujeres, realizar exámenes de detección precoz del cáncer de cuello uterino. Consulta a un especialista si tienes dudas

¿Y si ya soy una mujer adulta?

Millones de mujeres adultas no pueden beneficiarse de estas vacunas. Por ello es crucial que realicen pruebas de cribado a partir de los 25-30 años, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Estas pruebas se realizan mediante muestras vaginales o cervicales. Una prueba negativa brinda tranquilidad por al menos 5 años. Esto sucede porque la enfermedad relacionada con la infección por VPH tarda muchos años en desarrollarse. En otras palabras, si no hay infección, en la mayoría de los casos no hay cáncer. Actualmente, estas pruebas se están realizando progresivamente en todo el territorio español y son mucho mejores que la prueba tradicional de Papanicolau. En España tenemos una baja incidencia de cáncer cervical gracias a la alta participación de la población en estos exámenes.

¿Qué ocurre en los países de renta baja?

En países con pocos recursos, el acceso a estas pruebas es muy limitado e incluso inexistente. El resultado es que en lugares como Mozambique el cáncer de cuello uterino es muy común, mientras que en España este cáncer ocupa el puesto 20 en frecuencia. Un dato: el riesgo de padecer cáncer de cuello uterino es 8,5 veces mayor en Mozambique que en España.

¿Han de vacunarse los hombres?

Sí, la vacunación contra el VPH también se recomienda en niños varones. Aunque la vacuna se introdujo para prevenir el cáncer cervical en mujeres, protege contra otros tipos de cáncer y verrugas genitales en ambos sexos. La vacunación en hombres ayuda a prevenir la transmisión del VPH y reduce el riesgo de complicaciones, como cáncer de pene, ano y ciertos tipos de cáncer de garganta. Cada vez hay más países que vacunan a niñas y niños en edad escolar, a partir de los 9 años y preferiblemente antes de los 15. Las vacunas son seguras y no se ha observado que induzcan una mayor promiscuidad sexual en las cohortes vacunadas.

¿Debería preocuparme si tengo una infección por VPH?

Como hemos dicho, el VPH es común y, en la mayoría de los casos, el sistema inmunológico lo eliminara de forma natural. La vacunación y el cribado son los elementos claves para conseguir la máxima prevención. Hoy no disponemos de ningún tratamiento de probada eficacia contra la infección. Una vez establecida, solo podemos monitorizar su evolución y, si se requiere, tratar la lesión. Ante la duda frente a cualquier anomalía ginecológica es importante consultar a un especialista.

 

Más información:

Asociación Española de Patología Cervical