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¿Cuántos mosquitos se eliminan con insecticidas?

07.10.2013

La fumigación de interiores con insecticidas de acción residual y las mosquiteras tratadas con insecticidas son las dos herramientas de control de los vectores de la malaria más importantes, pero ambas se enfrentan a una amenaza inminente: la resistencia de los mosquitos. Con el fin de ganar esta carrera armamentística, la ciencia y la industria perseveran en el desarrollo y evaluación de una variedad de nuevos compuestos y productos; al menos por ahora.

El nivel de resistencia en poblaciones naturales de mosquitos y la eficacia de nuevos compuestos y productos para mosquitos se prueban a 25-27 ºC, según recomienda el Plan de evaluación de plaguicidas de la OMS (WHOPES). Pero, generalmente, los mosquitos de la malaria son activos durante la noche, cuando la temperatura es considerablemente más baja. ¿Podría esto significar que la eficacia de una mosquitera en el interior de una vivienda no se corresponde con la que nos harían creer las pruebas de laboratorio? ¿Se verán afectadas de un modo diferente dos especies de mosquito bajo las mismas condiciones ambientales? ¿Se diferencia la proporción de una población de mosquitos que todavía es susceptible a un producto químico rociado en una pared del nivel de resistencia detectado bajo condiciones estándar del laboratorio? Creemos que la respuesta a todas estas preguntas es «sí».

Los insecticidas afectan al sistema nervioso del mosquito. El sistema nervioso y la actividad metabólica del mosquito, implicado en la degradación de los insecticidas, son dependientes de la temperatura. Hodjati y Curtis demostraron en sus experimentos con Anopheles gambiae y Anopheles stephensi que la toxicidad de la permetrina se ve afectada por la temperatura. Incluso la OMS destacó dichos resultados en su informe «Procedimientos de la prueba para el monitoreo de la resistencia a los insecticidas en los vectores de malaria, bioeficacia y persistencia de insecticidas en superficies tratadas» y reconoció que la temperatura es una variable crucial en el monitoreo de la resistencia a los insecticidas. Sin embargo, continuó con la recomendación de que la temperatura ideal para las pruebas es de 25 ºC.

El hecho de que las condiciones ambientales locales podrían alterar la eficiencia de una mosquitera o de un producto químico rociado en la pared es preocupante, por no decir otra cosa. En especial porque la capacidad de estas herramientas para eliminar mosquitos puede disminuir rápidamente tras su despliegue. La temperatura podría jugar a nuestro favor si se eliminaran más mosquitos, ya que habría menos que fueran resistentes en condiciones nocturnas más frías. Pero imaginemos que la temperatura actúa en nuestra contra en la lucha contra los vectores de la malaria, que estamos subestimando los niveles de resistencia reales. Esto añadiría un bache en el camino hacia la eliminación de la malaria.

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