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Invertir en verde urbano, invertir en salud

29.1.2019

[Este artículo se ha publicado en catalán en el boletín “Espai Salut” de la Diputació de Barcelona]

 

En un mundo en constante proceso de urbanización, los retos para un desarrollo sostenible se concentran y se concentrarán en las ciudades, que se espera que para el 2050 acojan el 75% de la población a escala mundial.

En efecto, los problemas derivados de la vida en las ciudades (la contaminación del aire y acústica, el diseño urbano, las temperaturas extremas, etc.), estrechamente ligados al cambio climático, son y serán el centro de atención en materia de salud pública. En este sentido, en los últimos años los hallazgos científicos han ido demostrando los beneficios directos e indirectos del verde urbano.

En los últimos años, los hallazgos científicos han ido demostrando los beneficios directos e indirectos del verde urbano

Varios estudios, por ejemplo, han demostrado la capacidad que tiene el verde urbano de reducir el estrés, que conlleva beneficios en el bienestar físico y psíquico de las personas que están expuestas. Algunas investigaciones han observado que a mayor exposición al verde urbano, menos probabilidades de sufrir problemas y enfermedades de salud mental (e.g. la depresión), y más probabilidades de tener un mejor neurodesarrollo en niñas y niños, y menor deterioro cognitivo en personas mayores.

Además de la reducción del estrés, la capacidad que ciertas especies de árboles tienen para retener contaminantes del aire también podría explicar, en parte, los beneficios observados en la salud mental y cognitiva de las poblaciones estudiadas.

Por ejemplo, un estudio reciente realizado en 39 escuelas de Barcelona, ​​con casi 3.000 niños y niñas y teniendo en cuenta factores socioeconómicos, demostró que los y las escolares que estudiaban en centros con más verdor a su alrededor obtenían mejor puntuación en memoria de trabajo que quienes estudiaban en escuelas con menos verdor. Además, a lo largo de un año, las diferencias de puntuación entre los dos grupos de estudiantes se fueron acentuando. El estudio también observó menos problemas de atención en los niños y niñas de escuelas con más verdor. Según los autores, una parte del efecto observado (entre el 20% y el 65%) se explica por el efecto del verde alrededor de las escuelas en la reducción de contaminantes atmosféricos.

Verde urbano que limpia el aire

El proceso por el que el verde urbano ayuda a reducir los niveles de contaminación atmosférica se denomina deposición seca y tiene lugar cuando las partículas presentes en la atmósfera se depositan sobre la superficie, disminuyendo la concentración atmosférica de materia particulada (PM, en inglés). Un estudio realizado en 55 ciudades de los Estados Unidos estimó el total de contaminación eliminada por los árboles urbanos en 711.000 de toneladas al año, con una equivalencia de impacto económico de 3.800 millones de dólares.

Los efectos observados en la reducción del estrés, de la contaminación del aire y también del ruido (en muchos lugares se usa arbolado y arbustos para reducir el impacto del ruido, siendo especialmente efectivo en zonas con mucho ruido) también podrían explicar la asociación que se ha observado en varios estudios entre verdor y mortalidad. Un estudio que agrupó los resultados de varias investigaciones observó que la probabilidad de muerte prematura -que se produce antes de la edad media de muerte en una población determinada- era de un 4% más en aquellas poblaciones expuestas a menos verdor respecto aquellas expuestas a más verdor. Los resultados eran especialmente consistentes cuando se miraba específicamente para mortalidad prematura debida a enfermedades cardiovasculares, enfermedades en las que el estrés, la contaminación del aire y el ruido juegan un papel relevante.

Un estudio, que agrupó los resultados de varias investigaciones, observó que la probabilidad de muerte prematura era de un 4% más en aquellas poblaciones expuestas a menos verdor

Vegetación contra el cambio climático

Incrementar el verde urbano en las ciudades también es una de las estrategias clave para apaciguar el impacto del cambio climático y las islas de calor. Se conoce como isla de calor el efecto que produce una diferencia de temperatura entre las zonas urbanizadas y su entorno más naturalizado. Este efecto se produce por la alta densidad de edificios y especialmente por los materiales que se utilizan en las ciudades y que absorben el calor, como el cemento, el asfalto o el caucho que encontramos en los parques infantiles o incluso los alcorques de los árboles.

Hay estudios que han demostrado hasta 12ºC de diferencia en la noche entre el entorno urbano y el entorno periurbano más natural. El papel que el verde urbano puede jugar en la adaptación al cambio climático es bastante relevante, pues según las predicciones, las olas de calor en verano cada vez serán más frecuentes y severas como consecuencia del cambio climático.

 

 

Por lo tanto, la sombra y el vapor de agua -por vaporización- que el verde urbano provee son aspectos a tener en cuenta a la hora de planificar el entorno urbano. Un estudio publicado el año 2016 cuantificaba los beneficios de los árboles de 245 ciudades a nivel mundial y estimaba que si las ciudades llegaran a los máximos posibles plantando árboles en sus calles, la mortalidad asociada a las altas temperaturas se reduciría entre un 2,4% y un 5,6%. La medida también permitiría reducir el consumo eléctrico y aumentar la absorción de dióxido de carbono.

¿Cómo maximizar los efectos de los árboles?

A la hora de planificar el verde urbano y obtener el máximo beneficio, es importante tener en cuenta que un factor que influye en la efectividad de los árboles para reducir las concentraciones de partículas y la temperatura es la proximidad a las personas. Se sabe que la mayor parte de la mitigación se da cuando los árboles están a menos de 300 metros de las personas (o de zonas residenciales, escolares, etc.). También es importante que los árboles estén en un buen estado de salud y bien mantenidos si queremos que la reducción de contaminantes y de temperatura sea la máxima posible.

Es importante tener en cuenta que un factor que influye en la efectividad de los árboles para reducir las concentraciones de partículas y la temperatura es la proximidad a las personas

Recomendamos ver estos vídeos como fuente de inspiración e ideas para empezar a hacer el cambio hacia ciudades más sostenibles y saludables:

Y este enlace de interés: "Urban zonas verdes and health. A review of evidence" (Organización Mundial de la Salud, 2016).