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¡Salud! Un buen momento para la lucha contra el Chagas

07.1.2019

Foto: Ana Ferreira

Hay momentos que huelen a buenas noticias. En la lucha contra el Chagas, la primera de esas buenas noticias consiste en que ahora todos estamos apuntando hacia un mismo blanco: la meta 3 del tercero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se aprobaron en la ONU para acabar, de aquí a 2030, con la enfermedad de Chagas como problema de salud pública.

Todos estamos apuntando hacia un mismo blanco: la meta 3 del tercero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se aprobaron para acabar, de aquí a 2030, con la enfermedad de Chagas

Siento el símil bélico pero al hablar de luchas es difícil sustraerse al poder simbólico de imágenes como las de las armas y un blanco. A un lado, estamos todos nosotros, los miembros de la comunidad de la lucha contra el Chagas, una alianza cada vez más fuerte, con las prioridades más claras. A diferencia de años anteriores, ahora todos nos hemos puesto de acuerdo en saber hacia dónde apuntar.

Lo vimos claramente en varios momentos claves del año pasado, 2018. El primero fue la reunión que organizó la Organización Panamericana de la Salud en Washington, el 3 y 4 de mayo, con los miembros más relevantes de la lucha contra el Chagas. En el documento de consenso de esa reunión se reconoció que si bien la principal vía de transmisión es la constituida por la infección del parásito T.cruzi a través de la picadura del insecto en áreas rurales, durante los últimos años “las corrientes migratorias desde zonas rurales a las ciudades, aun fuera de Latinoamérica, jerarquizan las formas de transmisión congénita y transfusional al conferirles un papel urbanizador que ha modificado la epidemiología de la enfermedad”. Y a todo ello se suman los brotes de transmisión oral que aún están por caracterizar adecuadamente, como los sucedidos en la cuenca amazónica.

 

Foto: Ana Ferreira

En muchos países donde se ha tenido éxito en el control vectorial y transfusional, es posible que la transmisión congénita (de madre a hijo) sea la principal vía. Por ello, tanto en las zonas endémicas como en las no endémicas se ha priorizado el control de la transmisión materno-infantil, que es ya la estrategia global más aceptada en estos momentos por estar dotada de mayores garantías de éxito. Hacia ese blanco estamos apuntando todos. Ello se enfatizó igualmente en la última reunión de la OMS, celebrada en Ginebra durante el 19 y 20 de noviembre.

En muchos países donde se ha tenido éxito en el control vectorial y transfusional, es posible que la transmisión congénita (de madre a hijo) sea la principal vía

Sabemos que nuestras armas no son de última generación. Tampoco vamos sobrados de munición. Las pruebas de diagnóstico aún necesitan mejorarse para ser más rápidas, accesibles y efectivas. Los medicamentos, casi medio siglo después de su descubrimiento, siguen siendo los mismos: el benznidazol y el nifurtimox. Eso es casi como ir hoy a una batalla con armas de la última guerra mundial. Sin embargo, las investigaciones en las que participan varios miembros de la Coalición Global de Chagas (entre los que están ISGlobal, DNDi o Mundo Sano, entre otros), permiten esperar que esas armas mejoren en cuanto a regímenes que simplifiquen el tratamiento y en cuanto a pruebas de curación más fiables. Y a un plazo más largo, los trabajos que desde Baylor College of Medicine realizan para encontrar vacunas, nos permiten soñar con la victoria final.

Pero esta dura batalla no la podemos ganar sin lucharla hombro con hombro con nuestros principales compañeros y compañeras: las personas afectadas por la enfermedad. Y precisamente, a inicios de octubre de este año, las asociaciones de afectadas y afectados por Chagas, aún con todas las limitaciones de recursos posibles, lograron reunirse en México para renovar su compromiso y elevar nuevamente su voz, recordando que sin su participación activa, no se puede vencer a la enfermedad.

Las asociaciones de afectadas y afectados por Chagas, aún con todas las limitaciones de recursos posibles, lograron reunirse en México para renovar su compromiso y elevar nuevamente su voz, recordando que sin su participación activa, no se puede vencer a la enfermedad

La puerta que se abrió a finales de 2017, con el registro de benznidazol en Estados Unidos, ofrece la posibilidad de obtener recursos adicionales para una campaña de acceso que pronto pondrán en marcha la Fundación Mundo Sano y DNDi con el apoyo de la Coalición Global de Chagas, entre otros. Por ello (en octubre de 2018) se celebró una reunión en la universidad de Harvard, auspiciada por Mundo Sano y Coalición Chagas para discutir una nueva agenda de lucha contra la enfermedad en Estados Unidos. “Rethinking Chagas” (como se tituló el evento) sirvió para conformar una nueva alianza de todas las organizaciones que trabajan en la enfermedad en Estados Unidos y para la propuesta de un plan piloto encaminado al control de la transmisión materno-infantil como puerta de entrada para llegar al resto de la comunidad afectada.

 

Foto: Ana Ferreira

Y finalmente, la reunión anual organizada por la Plataforma de Chagas de DNDi, junto con la Coalición Global de Chagas y el apoyo de AECID mediante la mediación de ISGlobal, emitió en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, un documento titulado Carta de Santa Cruz con cuatro peticiones básicas para allanar el camino hacia la derrota del Chagas. Entre ellas, la reivindicación del 14 de abril para día internacional de las personas afectadas, un intento de visibilizar un realidad que no puede volver a caer en el olvido.

Ahora, más que nunca estamos todos apuntando a las mismas dianas. Los tiempos prometen nuevos recursos y armas que acelerarán el acceso al diagnóstico y tratamiento para todos los que lo necesitan. ¿No es acaso un momento ideal para brindar por la derrota de la enfermedad como si la viéramos más cerca en el horizonte? Salud pues, amigos y amigas.