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Salud Materna, Infantil y Reproductiva

Ana Langer: "Ningún país puede progresar marginalizando a la mitad de su población"

8/11/2012

La Iniciativa de Salud Materna, Infantil y Reproducitva de ISGlobal invitó el pasado 5 de octubre a la Dra. Ana Langer para ofrecer una conferencia en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona titulada "Mortalidad materna: una prioridad global". Al finalizar la presentación tuvimos la oportunidad de charlar con esta gran defensora de la salud reproductiva que lleva más de tres décadas dedicada a promover los derechos de la mujer.

Lleva más de 25 años dedicada a promover la mejora de la salud de las mujeres. ¿Qué ha cambiado en este tiempo? 

En las últimas dos o tres décadas la situación de las mujeres ha mejorado en general. Hay indicadores que así lo muestran: el número promedio de años de escolaridad ha aumentado en todo el mundo y, en política, cada vez hay más mujeres en puestos de decisión. En lo que se refiere a salud materna, se ha visto un descenso muy importante de la mortalidad en los últimos años. Por todo ello, diría que se puede ser optimista aunque siguen existiendo muchísimos contextos en los que las mujeres son muy vulnerables.

Estamos acostumbrados a hablar de salud materna pero la iniciativa que dirige en la Escuela de Salud Pública de Harvard es sobre salud y mujer.

Las mujeres y la salud se relacionan de muchas maneras. Las mujeres no son entes pasivos sino que son un actor fundamental en el cuidado tanto de su propia salud como de los que la rodean. Es muy importante que nosotros, profesionales de la salud, las apoyemos y les demos las herramientas necesarias para que puedan alcanzar todo su potencial, del que todavía están muy lejos tanto por cuestiones culturales y económicas como por las diferencias de género.

Y por cuestiones políticas también...

Las cuestiones políticas están muchas veces relacionadas con la cultura del país. Por ejemplo, en algunos países de Asia hay una situación muy dramática, el aborto selectivo por sexo. Los gobiernos tendrían que establecer marcos legislativos mucho más claros para impedir que eso suceda. Pero no se puede separar al gobierno de la sociedad. En la medida en que las mujeres no sean valoradas por la sociedad, los gobiernos tampoco harán lo suficiente para protegerlas.

Y hemos de pensar que ningún país puede progresar marginalizando a la mitad de su población. Es totalmente absurdo. Si se les diera a las mujeres la oportunidad de contribuir de distintas maneras, no solo económicamente sino más plenamente en la sociedad, la sociedad avanzaría. Existe una correlación muy estrecha entre marginalización de las mujeres y pobreza.

En las últimas décadas se han sucedido las iniciativas internacionales, como los Objetivos del Milenio (ODM), para reducir la mortalidad materna pero los avances han sido lentos y desiguales. ¿Qué falla?

Intervienen varios factores. Los ODM fueron establecidos a nivel global, no a nivel de país. Cuando los países los incorporaron, se pusieron las mismas metas y han demostrado ser muy ambiciosas. Además, para resolver los problemas de salud materna se requiere un sistema de salud muy funcional y que todas las mujeres tengan acceso a éste. Esto va muy ligado al desarrollo. No es nada fácil.

Y después de los ODM, ¿en qué situación quedará la salud materna en la agenda internacional?

Las ODM han servido para que los gobiernos presten más atención e inviertan más recursos en mejorar la salud materna, aunque siguen sin ser suficientes.

Probablemente, a partir de 2015 ya no tendremos objetivos específicos y los ODM estarán más enfocados hacia el desarrollo sostenible, del cual la salud es un elemento fundamental. Eso significa que vamos a tener que aprender un lenguaje diferente para explicar la relevancia de la salud materna.