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Combatir la resistencia a los antibióticos sin tener superpoderes: ¿qué puedes hacer tú?

18.11.2014

Hacer frente a esta situación requiere medidas urgentes para frenar el consumo de antibióticos en humanos y animales, vigilar atentamente la diseminación y la aparición de bacterias resistentes y desarrollar nuevas alternativas terapéuticasHoy, 18 de noviembre, es el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, una iniciativa europea para concienciar a la ciudadanía y al personal sanitario del grave problema de salud pública que suponen las bacterias resistentes a los antibióticos. La expansión global de la resistencia antimicrobiana que observamos en esta década, más de 70 años después de la introducción de los antibióticos para el tratamiento de las enfermedades infecciosas bacterianas, responde a una respuesta adaptativa de las bacterias frente a la enorme presión selectiva a que las hemos sometido, en definitiva, tiene su origen en la liberación masiva de antibióticos tanto en los ámbitos clínico y veterinario, en el medio ambiente y en la comunidad. Hacer frente a esta situación requiere medidas urgentes para frenar el consumo de antibióticos en humanos y animales, vigilar atentamente la diseminación y la aparición de bacterias resistentes y desarrollar nuevas alternativas terapéuticas, medidas todas ellas que conllevan una implicación directa de nuestros políticos y científicos, así como una considerable inversión económica.

Los antibióticos tan solo curan infecciones causadas por bacterias y NO sirven para tratar infecciones causadas por virusNo obstante, a nivel individual, la ciudadanía también puede (¡y debe!) aportar su granito de arena para contribuir a frenar la aparición de bacterias resistentes. Para poder seguir tratando con éxito las infecciones bacterianas es esencial comprender que los antibióticos no son superhéroes invencibles de los que podemos abusar cada vez que los necesitamos. Estos fármacos son muy especiales y requieren de nuestra colaboración si no queremos que dejen de ser eficaces. Para ello es de vital importancia hacer un uso racional de los antibióticos y conocer cuándo y cómo los podemos usar.

Desde la Iniciativa de Resistencia a Antibióticos de ISGlobal hemos creado el cómic Superhéroes contra SuperbacteriasHemos de comprender que los antibióticos tan solo curan infecciones causadas por bacterias y NO sirven para tratar infecciones causadas por virus, como por ejemplo la gripe o el resfriado común. Los seres humanos poseemos, además, un sistema inmunitario que es capaz de eliminar la mayoría de infecciones bacterianas leves sin su ayuda. El uso indiscriminado y no justificado de antibióticos no sólo no nos aporta ningún beneficio, sino que contribuye a aumentar la presión selectiva sobre los microorganismos, favoreciendo así que estos se vuelvan resistentes y reduciendo el número de fármacos de que disponemos para eliminarlos. Hacer un uso responsable de los antibióticos implica utilizarlos tan solo cuando los recete el médico y cumplir rigurosamente la prescripción (número de tomas, días de tratamiento, dosis…).

El uso no razonable es una de las principales causas de la resistencia a los antibióticos. Para contribuir a que sigan siendo efectivos, debemos evitar automedicarnos y no guardar en casa los antibióticos que nos han sobrado después de un tratamiento. Es importante tener en cuenta, asimismo, que los antibióticos sobrantes no deben tirarse a la basura sin más, ya que contaminarían el medio ambiente y contribuirían también a la aparición de bacterias resistentes. Las dosis que no hemos usado hay que llevarlas de vuelta a la farmacia para que sean eliminadas correctamente.

Desde la Iniciativa de Resistencia a Antibióticos de ISGlobal hemos creado el cómic Superhéroes contra Superbacterias con el objetivo de concienciar a la ciudadanía que el uso prudente de los antibióticos nos concierne a todos y que para contribuir a frenar la aparición de bacterias resistentes tan sólo es necesario un ligero cambio de hábitos. Si no hacemos nada al respecto, nos espera un futuro en el cual infecciones bacterianas que hoy en día eliminamos con facilidad, como por ejemplo una neumonía bacteriana, carezcan de tratamiento y se vuelvan mortales.

¡Frenar la aparición de bacterias resistentes depende de todos y cada uno de nosotros!