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Alianzas público-privadas: ¿una herramienta útil para la salud global en 2017?

29.3.2017

[Florence Gignac es estudiante del Máster en Salud Global ISGlobal-UB]

De acuerdo, seamos realistas. En 2017, las fuentes de financiación tradicionales están bajo presión

De acuerdo, seamos realistas.

En 2017, las fuentes de financiación tradicionales están bajo presión, la investigación y desarrollo (I+D) para combatir la carga de viejas y nuevas enfermedades requiere la colaboración de diferentes disciplinas, las desigualdades sanitarias son a todas luces evidentes tanto en los países en vías de desarrollo como en los desarrollados y varios actores con diferentes intereses surgen en el panorama de la salud global.

Entonces, ¿cuál es la solución?

Para abordar esta complicada situación, no es necesario considerar nuevas opciones. Ya tenemos una a punto: las alianzas público-privadas

En mi opinión, para abordar esta complicada situación, no es necesario considerar nuevas opciones. Ya tenemos una a punto: las alianzas público-privadas (APP). Creo que la relevancia de las APP radica en su capacidad de responder a una sola necesidad inherente a la naturaleza del ámbito de la salud global que es el enfoque multidisciplinar para ampliar la innovación y el conocimiento a través de la movilización de fondos y recursos. Pongamos como ejemplo el Proyecto Vacunas contra la Meningitis, que ha producido una nueva vacuna en el África subsahariana por menos de 0,50 USD por dosis y es una alianza entre cuatro entidades completamente diferentes: la ONG PATH, la OMS, el grupo filantrópico Fundación Bill & Melinda Gates y el laboratorio farmacéutico indio Serum Institute.

¿No es lo bastante convincente?

Las APP son capaces de reunir la mayoría de los recursos normalmente limitados: técnicos, estructurales y, especialmente, financieros

Es cierto, el desempeño de las APP sigue siendo un tema de debate. Por ejemplo, algunos opinan que las APP conducen a una mala coordinación. Dicho esto, y teniendo en cuenta que los problemas sanitarios están relacionados con unos y otros, su interconectividad acabará por impedir que una sola organización consiga sus objetivos. La alianza es, por tanto, la clave para vencer este problema porque las APP son capaces de reunir la mayoría de los recursos normalmente limitados: técnicos, estructurales y, especialmente, financieros. El coste se reduce para cada entidad y, lo más importante, se evita la duplicación de esfuerzos. Echemos un vistazo al caso de las enfermedades tropicales desatendidas (ETD). Al no ser económicamente atractivas y aportar pocos beneficios, resultan indiferentes a las organizaciones individuales. La alianza con una APP proporcionaría a una compañía farmacéutica una menor exposición a la bancarrota porque sus gastos en I+D se compartirían con otros inversores. Este beneficio mutuo conduce a la innovación y algunas estimaciones hablan por sí solas: el 75% de los proyectos de I+D para las ETD fueron dirigidos por APP en 2004 y las APP fueron capaces de comercializar
10 nuevos productos sanitarios, con 122 medicamentos y tratamientos en proceso hacia el año 2010.  

¿Todavía no es lo bastante convincente?

Las APP ponen la multidisciplinariedad sobre la mesa, con habilidades intercomplementarias entre el sector privado —capaz de aportar conocimiento científico y técnico, propiedad intelectual y experiencia en el desarrollo de producto— y el sector público —capaz de aportar responsabilidad social, incidencia política y asequibilidad de los servicios. El diafragma SILCS, una nueva opción anticonceptiva asequible para prevenir embarazos no deseados en contextos de bajos recursos, ha sido el resultado de una combinación de experiencia en diseño especializado del sector privado y estudio de determinantes sociales en la salud reproductiva de las mujeres desde el sector público.

¿Preparados para creer en las APP?

Muchos critican las APP por desalinear sus acciones con las prioridades del país receptor. Sin embargo, la mayoría de APP no se crean con el propósito de imponer sus propias soluciones y puntos de vista. En lugar de eso, es el propio país receptor el que parece insistir en la importancia del desarrollo de APP. De hecho, hace apenas nada, Nigeria, Kenia y la India expresaron abiertamente la necesidad de APP para fortalecer su prestación sanitaria.

¡Venga, vamos a «aliarnos»!

La contribución de las APP todavía parece ser apropiada y relevante para abordar algunos de los temas más importantes de la salud global

En resumen, la contribución de las APP todavía parece ser apropiada y relevante para abordar algunos de los temas más importantes de la salud global. Obviamente, las imperfecciones en este tipo de colaboraciones existen; pero aunque solo puedes llegar rápido, juntos podemos llegar lejos.


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