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¿Cómo afectan las olas de calor a nuestra salud?

30.6.2017

Una ola de calor es un período de al menos tres días consecutivos en los que las temperaturas previstas son superiores a unos valores extremos históricos

Hablar del tiempo se ha convertido en una tema de conversación muy habitual en los últimos días. Y es que hemos tenido uno de los finales de primavera más calurosos de las últimas décadas. Se han registrado temperaturas similares a las vividas durante el año 2003. Para los que nos dedicamos a estudiar los efectos de las temperaturas en la salud, el 2003 es el recuerdo de un año catastrófico. Europa occidental registró temperaturas inusualmente altas que se alargaron durante días y provocaron graves problemas de salud. En España, algunos estudios cifraron el exceso de mortalidad en 6.500 personas durante aquel episodio.

Los planes de prevención de los efectos del calor en la salud normalmente definen una ola de calor como un período de al menos tres días consecutivos en los que las temperaturas previstas son superiores a unos valores extremos históricos. Los efectos en la salud observados de las altas temperaturas dependen tanto de la intensidad de la ola de calor -las temperaturas máximas a las que se llega- como sobre todo de su duración.

Anomalía de la temperatura del aire superficial para mayo de 2017 en relación con el promedio de mayo para el período 1981-2010 (Fuente: ECMWF, Copernicus Climate Change Service)

El calor como factor desencadenante de mortalidad

Cuando la temperatura máxima se incrementa 1ºC, la mortalidad aumenta un 3,3%

En días con temperaturas altas, el número de defunciones aumenta. Esto no es debido a las muertes por golpe de calor, de las que, afortunadamente, se dan muy pocos casos, sino a que el calor puede empeorar los síntomas y desencadenar episodios fatales en personas que sufren determinadas patologías. Un estudio llevado a cabo en España, que analizaba datos del período 1990-2004, concluye que el incremento de mortalidad durante los meses de verano es del 14,6%. Dicho de otro modo, cuando la temperatura máxima se incrementa 1ºC, la mortalidad aumenta un 3,3%.

Barcelona es en una de las ciudades más afectadas por el calor, ya que la mortalidad se dispara un 27%

El impacto del calor, sin embargo, puede variar según las diferentes zonas geográficas. Este mismo estudio observa que las provincias del sur y oeste de España presentan mayor riesgo de mortalidad asociado al calor (con incrementos de entre el 19 y 29%), mientras que en las zonas del Mediterráneo la mortalidad en días de calor aumenta pero mucho menos, entre un 2 y 9%. Sin embargo, el caso de la ciudad de Barcelona es diferente, y se convierte en una de las ciudades más afectadas por el calor, ya que la mortalidad se dispara un 27%.

Las causas de mortalidad durante periodos de ola de calor son principalmente por problemas mentales y del sistema nervioso. La mortalidad por esta causa puede aumentar un 30%, según un estudio realizado en Cataluña, y las personas que se ven afectadas son, por un lado, pacientes con problemas psiquiátricos, pero también personas que toman medicamentos psicotrópicos (como enfermos de Alzheimer o demencia), que provocan una reducción de la eficacia de los mecanismos termorreguladores que los hace más vulnerables a las altas temperaturas. Otras causas de mortalidad que se han asociado a altas temperaturas son las enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias, diabetes y enfermedades del riñón y sistema urinario.

Las causas de mortalidad durante periodos de ola de calor son principalmente por problemas mentales y del sistema nervioso

El efecto de las altas temperaturas en la salud depende, también, de si se producen a principios o ya avanzado el verano. Esto es lo que se concluye de una investigación internacional, donde se observa que el riesgo de mortalidad se reduce a medida que va entrando el verano, posiblemente por factores como la aclimatización de las personas a las altas temperaturas o la adquisición de medidas preventivas.

Algunas personas, más vulnerables

El calor no afecta a todos por igual. Las personas mayores son las más vulnerables, sobre todo las que padecen enfermedades crónicas. Entre las personas de más de 60 años, el riesgo de mortalidad aumenta un 20% durante una ola de calor, según un estudio realizado en Cataluña, y este riesgo aumenta hasta el 40% en las personas de entre 80 y 90 años. Otro grupo especialmente vulnerable a las altas temperaturas son las personas trabajadoras. El riesgo de sufrir un accidente de trabajo en días extremadamente calurosos incrementa, según los resultados de algunos estudios. Las personas que realizan tareas en el exterior, como los agricultores o las que trabajan en la construcción, son más vulnerables a los efectos del calor.

A pesar de que se dan pocos casos, el riesgo de mortalidad infantil aumenta un 25% en días de calor extremo

Los bebés y las mujeres embarazadas son también dos colectivos de riesgo durante episodios de calor. A pesar de que se dan pocos casos, el riesgo de mortalidad infantil aumenta un 25% en días de calor extremo. En cuanto a las gestantes, en el caso de Barcelona, ​​se ha observado un avance medio del parto de hasta 5 días cuando se produce un episodio de calor extremo.

 

La importancia de las medidas preventivas

Tras el excepcional verano de 2003 y sus devastadoras consecuencias en salud, España, como otros países europeos, implementó un plan de prevención de los efectos en salud de las altas temperaturas. A partir de los avisos generados por los servicios meteorológicos, el plan establece diferentes recomendaciones y acciones dirigidas a la población ya los grupos más vulnerables para protegerlos de los efectos del calor.

En algunas zonas de España, el número de defunciones provocadas por el calor podría multiplicarse por 8 en 2050

Evitar la exposición al sol, beber mucha agua y asegurar una buena hidratación, o no realizar actividades al aire libre en las horas de máximo calor, son algunos de los consejos y recomendaciones a seguir durante episodios de intenso calor. Teniendo en cuenta que se ha estimado que en algunas zonas de España el número de defunciones provocadas por el calor podría multiplicarse por 8 en 2050, produciéndose más de 2.500 muertos, produciéndose más de 2.500 muertos, es importante seguir las medidas recomendadas en los planes de prevención, ya que constituyen una de las principales estrategias de adaptación al cambio climático.