Epidemia COVID-19: Lecciones y recomendaciones

COVID-19: Lecciones y recomendaciones

Coronavirus SARS-CoV-2
Foto: NIAID-RML - Imagen del coronavirus SARS-Cov-2 (amarillo) en medio de células humanas (rosa) obtenida por microscopía electrónica.

Publicado: 12 de marzo de 2020

1. Situación actual

2. Lecciones de China

La magnitud e impacto de una epidemia depende de una serie de factores clave, muchos de los cuales se desconocen para la COVID-19. Sin embargo, un análisis de la OMS sobre los casos en China arroja valiosa información sobre la dinámica de transmisión del SARS-CoV2:

  • Las personas infectadas son contagiosas desde el inicio de la enfermedad, incluso antes de presentar síntomas (lo cual dificulta el proceso de aislar enfermos e identificar contactos). Un estudio calcula que un 25% de transmisión es por individuos presintomáticos.
  • Las personas pueden tener una carga viral durante varios días / semanas después de recuperarse, pero no se sabe bien hasta cuándo son infecciosas.  Un estudio con pacientes alemanas que desarrollaron síntomas moderados sugiere que la capacidad de infección disminuye al cabo de unos 10 días después de la aparición de síntomas. 
  • Las infecciones verdaderamente asintomáticas son poco frecuentes  Sin embargo, algunos expertos piensan que la frecuencia de asintomáticos es mucho mayor y se necesitarán estudios serológicos a gran escala para tener una mejor idea del porcentaje.
  • No hay evidencia de reinfección tras haberse recuperado (tiene que ver más con la sensibilidad del test).
  • La transmisión en la comunidad parece ocurrir sobre todo en el ámbito domiciliario.
  • Hay relativa poca transmisión en los hospitales, o en las escuelas.
  • Los niños se infectan pero no desarrollan enfermedad grave. No se sabe en qué medida contribuyen a la transmisión del virus (quizás cerrar colegios no sea la medida prioritaria para frenar la epidemia)

Impacto de medidas adoptadas

Las medidas implementadas en China (cuarentena, distanciamiento social, y aislamiento de poblaciones infectadas) han tenido un impacto real en frenar la transmisión de la epidemia. Un análisis sugiere que el cordón sanitario de Wuhan retrasó en por lo menos tres días la propagación del virus a otras ciudades en China.

Singapur y Hong Kong, ambos países con la experiencia previa de la epidemia SARS, también están en camino de controlar la situación, al igual que Corea del Sur.

La lección es que las acciones tempranas del gobierno y las medidas de distanciamiento social tomadas a nivel individual son clave para ralentizar la epidemia.

 

3. Previsiones de evolución fuera de China

Con una R0 (tasa de contagio) estimada de 2,5 (basado en China), son diversos los expertos que predicen que entre un 20 y un 60% de la población mundial podría infectarse (lo cual significa por lo menos 0.5M de muertos).

Sin embargo, la R0 varía a lo largo de una epidemia, en respuesta a una serie de determinantes e intervenciones:

3.1. Medidas de contención y/o mitigación

Un modelo matemático sugiere que se tendría que identificar al 80% de contactos para poder contener una epidemia que comienza con 20 casos de COVID-19, (asumiendo una R0 de 2,5), en un periodo de tres meses. Sin embargo, la contención de la COVID-19 seguramente será insuficiente a la luz de la existencia de transmisión presintomática y de un periodo relativamente extendido de infecciosidad.

Por ello, la OMS instó a los países a practicar la contención (es decir, detectar y aislar los casos, identificar los contactos y ponerlos en cuarentena) y la mitigación (es decir, ralentizar la propagación del virus en la comunidad) al mismo tiempo. En este sentido, una serie de modelos realizados por un equipo de Harvard sugiere que la cuarentena y/o seguimiento de contactos, aunque imperfecta, actúa de manera sinérgica con el distanciamiento social para reducir la R0 y mitigar la epidemia de COVID-19. Según apunta un artículo en The Lancet, los países tendrán que priorizar medidas para evitar el impacto en salud por encima del impacto económico.

Un análisis comparando la evolución de la epidemia de gripe española (1918) en dos ciudades americanas, claramente pone en relieve el papel importante de las medidas proactivas (dos días después del primer caso) impuestas en St. Louis frente a las medidas reactivas (16 días después del primer caso) impuestas en Philadelphia.

En el caso de la COVID-19, estas medidas, si son tomadas a tiempo, servirán para aplanar la curva epidémica y así evitar que se desborden los servicios sanitarios.

Las medidas gobierno-dependientes incluyen: imponer cuarentena a personas potencialmente expuestas, prohibir las concentraciones masivas de gente, cerrar lugares de trabajo donde se hayan detectado casos, recomendar distanciamiento social sobre todo para grupos vulnerables (personas mayores y personas con enfermedades crónicas), aislamiento de domicilios y eventualmente de pueblos o ciudades con un alto número de infecciones (como está haciendo Italia actualmente).

El comportamiento individual es fundamental para implementar las medidas de distanciamiento social (cuarentena y aislamiento voluntarios, evitar desplazamientos, guardar al menos un metro de distancia —e idealmente dos— con personas enfermas), higiene de manos, y “buena etiqueta” respiratoria (taparse la boca al estornudar y toser). Estas medidas individuales son tanto o más importante como las medidas impuestas por el gobierno.

3.2. Temperatura

Se piensa que, como en lel caso de la gripe, la transmisión del virus pueda verse afectada por un alza de las temperaturas al llegar la primavera/verano. Sin embargo, no hay evidencia de esto por el momento (en Singapur hubo transmisión sostenida a pesar de temperaturas más elevadas) y podría no ser suficiente para disminuir la R0 por debajo de 1

3.3. Inmunidad colectiva

Se estima que el 50% de la población necesitaría desarrollar inmunidad para acabar con la epidemia.

3.4. Vacuna

En el mejor de los casos, no se tendrá una vacuna antes de 12-18 meses (solo una vacuna de la compañía americana Moderna está actualmente en fase I)

 

Muchos expertos prevén que el SARS-CoV-2, como el H1N1, acabe siendo un virus más en el repertorio de virus que nos afectan. Sin embargo, está claro que el impacto a nivel global será enorme y duradero, y afectará sobre todo a los más vulnerables desde el punto de vista médico y económico.

 

3. Recomendaciones

Partiendo de la evidencia generada sobre el impacto de las medidas tempranas tomadas en China y Corea del Sur, y en vista del contexto epidemiológico actual en España (focos de transmisión comunitaria sostenida en Madrid y el País Vasco, sin descartar que pueda estar ocurriendo también en otras zonas de España), deseamos trasladar algunas consideraciones de carácter general para todo el territorio.

De manera importante, las medidas proactivas de mitigación sugeridas a continuación, y que hacen énfasis en medidas de distanciamiento social, pretenden proteger especialmente a las poblaciones más vulnerables (personas mayores y personas con condiciones crónicas) que se pueden ver afectadas de manera directa e indirecta por la epidemia:

  • Considerar la suspensión / aplazamiento de los actos que impliquen la congregación de un gran número de personas (incluyendo eventos deportivos, culturales y de ocio).
  • Valorar, en la medida de lo posible, jornadas de trabajo no presenciales buscando para ello alternativas telemáticas (teletrabajo, reuniones no presenciales, etc.) y medidas de flexibilidad laboral y de horarios (para evitar horas punta en transportes públicos y facilitar la logística familiar).
  • Buscar alternativas en el ámbito docente (universidades y eventualmente el resto de centros de enseñanza) para evitar la presencia física de estudiantes y personal académico.
  • Recomendar a la población general evitar viajes que no sean imprescindibles, dentro y/o fuera del país.
  • Limitar / evitar las visitas a residencias para personas mayores y hospitales, particularmente por parte de personas que presenten síntomas de la enfermedad.
  • En casos justificados, considerar el aislamiento de localidades donde pueda existir una elevada transmisión.
  • Recordar / reforzar las medidas higiénicas (lavado de manos) y facilitar gel desinfectante de manos en lugares públicos y privados (centros de trabajo, centros deportivos, etc.).
  • A nivel individual, recomendar medidas de distanciamiento social, incluyendo la cuarentena voluntaria para personas potencialmente expuestas al virus, evitar dar la mano / besos, intentar mantener por lo menos un metro de distancia (e idealmente dos) con otras personas, evitar el transporte público en momentos de punta, en la medida de lo posible.

De manera complementaria, se sugiere:

  • Incorporar a los comités de emergencia, seguimiento y comunicación perfiles científicos que refuercen la capacidad de análisis en apoyo a la respuesta técnica.
  • Formular un plan de investigación a desarrollar de manera inmediata, identificando las áreas que de manera prioritaria precisan de un mayor conocimiento científico, propiciando la coordinación y las sinergias interdisciplinares y facilitando los recursos económicos y administrativos necesarios.

Estas medidas deberán ser aplicadas con determinación y proporcionalidad, ajustándose de manera dinámica a la situación epidemiológica de cada lugar.

 

Más información

www.isglobal.org/coronavirus

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