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Investigación, Eliminación de la malaria

Un estudio aporta evidencia para guiar la práctica de la transfusión sanguínea en niños y niñas con malaria grave

Los resultados muestran que la transfusión podría mejorar la supervivencia, incluso a niveles de hemoglobina por encima del umbral actualmente recomendado

20.10.2020
Transfusión sanguínea en niños y niñas con malaria grave
Foto: ISGlobal

La transfusión sanguínea mejora la supervivencia de los niños y las niñas que llegan al hospital con complicaciones por malaria grave, y puede ser benéfica incluso cuando los niveles de hemoglobina son superiores a los recomendados actualmente. Estos son los principales resultados de un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación ”la Caixa”, y publicados en la revista The Lancet Haematology.

La mortalidad de los niños y las niñas que llegan al hospital con malaria grave es muy elevada, sobre todo si hay complicaciones. La mayoría muere en las primeras 24 horas, lo cual deja un espacio de tiempo limitado para intervenir. Además de iniciar el tratamiento antimalárico, una de las intervenciones más frecuentes es la transfusión sanguínea. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la transfusión en niños o niñas con malaria si los niveles de hemoglobina están por debajo de los 40 g/ litro o de los 60 g / litro si hay complicaciones como el coma o la acidosis. A pesar de estas recomendaciones, existe aún mucha incertidumbre sobre qué pacientes pueden salir beneficiados –o perjudicados– por una transfusión de sangre.

En este estudio, el equipo liderado por Climent Casals-Pascual, investigador de ISGlobal, analizó la asociación entre transfusión sanguínea y muerte en casi 26.000 pacientes de cinco países diferentes de África subsahariana, con el objetivo de identificar el umbral de hemoglobina óptimo para realizar transfusiones en niños o niñas con malaria grave. “El valor de este estudio es que incluye a países en donde las prácticas de transfusión varían con respecto a las recomendaciones internacionales, por lo que pudimos comparar resultados a lo largo de un amplio rango de valores de hemoglobina”, explica Casals-Pascual.

Los datos utilizados en el estudio provienen de 25.893 pacientes menores de 15 años que ingresaron en el hospital con infección confirmada por P. falciparum, entre los años 2000 y 2005, en seis centros hospitalarios (en Gambia, Ghana, Malaui, Gabón y Kenia) que participan en la red SMAC (Severe Malaria in African Children). El 33% de esos pacientes (8.513) recibió una transfusión sanguínea.

Los resultados indican que la transfusión mejoró la supervivencia de los pacientes con malaria grave. En aquellos casos con complicaciones como coma o niveles elevados de lactato en sangre, la transfusión mejoró notablemente la supervivencia incluso a niveles de hemoglobina por encima del umbral de 60 g/l actualmente recomendado. Por ejemplo, en caso de pacientes en coma, los autores observan mejoras considerables en la supervivencia en los pacientes transfundidos con valores de hemoglobina de 105 g /l. Sin embargo, en los casos más leves, la transfusión innecesaria se asocia a un aumento de la mortalidad.

“Este estudio aporta evidencia valiosa para guiar la práctica de la transfusión sanguínea en niños y niñas africanos con malaria grave, y apunta a la necesidad de realizar ensayos clínicos controlados para evaluar umbrales más elevados en aquellos casos con complicaciones”, concluye Casals-Pascual.

 

Referencia

Ackerman H, Ayestaran A, Olola CH, et al. The Association of Blood Transfusion with Outcome among African Children Hospitalized with Plasmodium falciparum Malaria: A Prospective Multicentre. The Lancet Haematology.