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Investigación

La COVID-19 persistente en Cataluña podría estar infradiagnosticada, según un nuevo informe

El documento plantea diez recomendaciones para mejorar el diagnóstico y la atención de personas afectadas por COVID-19 persistente en Cataluña

31.01.2023
covid-19 persistent
Foto: Ariadna Creus y Àngel García (Banco de Imágenes Enfermeras)

Un nuevo informe estima la prevalencia de personas afectadas por COVID-19 persistente en Cataluña, revisa los recursos asistenciales disponibles y propone una serie de acciones con el objetivo de agilizar el acceso a la atención sanitaria para las personas que lo requieran.  El documento ha sido elaborado por el Comité Científico Asesor de la COVID-19 (CCAC) y el Grupo Colaborativo Multidisciplinar de Seguimiento de la COVID-19 (GCMSC), en el que participan personas expertas de diferentes disciplinas e instituciones, incluyendo a ISGlobal. El informe incluye la opinión y propuestas del colectivo de personas afectadas por la Covid persistente.

COVID-19 persistente: un problema de salud pública

La COVID-19 persistente se define como la continuación o el desarrollo de nuevos síntomas tres meses después de la infección aguda por SARS-CoV-2, con una duración de al menos dos meses y que no pueden explicarse por otra causa.

“Hay consenso en que la COVID-19 persistente representa un problema importante de salud pública, pero la mayoría de los países, incluyendo el nuestro, carecen de una respuesta coordinada a nivel nacional para medir y gestionar esta carga,” explica Silvia de Sanjosé, investigadora de ISGlobal y coordinadora del informe junto con Antoni Sisó, ddel Consorci d'Atenció Primária de Salut Barcelona Esquerra (CAPSBE) y Magda Campins, del Vall d’Hebron Institut de Recerca.

Situación actual de la COVID-19 persistente en Cataluña

Según las cifras de prevalencia descritas en la literatura científica y el número de infecciones por SARS-CoV-2 en Cataluña, se esperaría que entre 48.000 y 72.000 personas sufran – o hayan sufrido –alguna de las formas más graves de COVID-19 persistente. Sin embargo, en los sistemas de información sanitaria en Cataluña solo constan unas 14.000 personas registradas con dicha patología, una cifra varias veces menor a la esperada.

“Esto sugiere que tenemos un probable infradiagnóstico de este síndrome,” comenta Sisó. El desconocimiento de la enfermedad y la heterogeneidad de síntomas clínicos son parte del problema. El informe también destaca una desigualdad territorial en cuanto a centros y protocolos de atención de la COVID-19 persistente, y recomienda expandir estos protocolos a todo el territorio. 

Áreas de incertidumbre  

El informe incluye una revisión de lo que se sabe y lo que no se sabe sobre la patología, así como de los ensayos clínicos en marcha para encontrar tratamientos efectivos. Subrayan que la mejor estrategia para prevenir la COVID-19 persistente es la vacunación.

Recomendaciones para mejorar la atención de personas afectadas

Tras hacer la revisión de lo que han hecho otros países para abordar el problema, el informe reconoce la gran implicación del sistema sanitario catalán en la respuesta, y la necesidad de mantener y aumentar la sensibilización frente a esta patología, a todos los niveles.

Propone diez acciones para mejor medir y gestionar la COVID-19 persistente, incluyendo: reforzar el papel de la atención primaria, adoptar un abordaje holístico mediante equipos multidisciplinarios, estandardizar visitas y pruebas, mejorar la formación de todos los profesionales implicados, y escuchar las necesidades de las personas afectadas. 

Descargar el informe aquí: Situació actual de la COVID-19 persistent a Catalunya.