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Investigación, Chagas

Europa no hace los deberes contra la enfermedad de Chagas

A pesar de que más del 4% de los latinoamericanos que viven en Europa tiene la enfermedad de Chagas, no existe una política sanitaria europea clara para evitar la transmisión de esta enfermedad en el continente

14.04.2015
Foto: Mrs Tee Pot

El Chagas era una enfermedad desconocida en Europa hasta hace 34 años. Originaria de Latinoamérica, en 1981 se reportó el primer caso en nuestro continente pero fue a partir del año 2000 cuando el número de casos en Europa aumentó de forma alarmante, especialmente en España. Hoy, Día Internacional de la Enfermedad de Chagas, la gran asignatura pendiente sigue siendo la misma: no existe una política sanitaria europea, clara y armonizada, que regule la transmisión de esta enfermedad en el continente y, de esta forma, ayude a prevenirla.

Según un reciente estudio liderado por ISGlobal, un 4% de los latinoamericanos que viven en Europa tiene Chagas crónico. Esta cifra, mayor de lo que se creía hasta la fecha, evidencia la necesidad de establecer medidas para prevenir y controlar la enfermedad, pues aunque el insecto transmisor del Chagas no se encuentra aquí, sí se puede transmitir mediante transfusiones de sangre, trasplante de órganos y, en el caso de mujeres embarazadas, de la madre al hijo.

Es precisamente en este capítulo sobre cómo controlar las potenciales vías de transmisión del Chagas en el que la Unión Europea suspende. Otro estudio dirigido por ISGlobal alerta de que aunque algunos países han implementado programas para regular la donación de órganos para trasplantes, no existe ninguna directiva europea o ley nacional que lo regule. Por otro lado, sólo seis países europeos poseen medidas de control de la enfermedad de Chagas en su legislación sobre donación de sangre (España, Italia, Francia, Suiza, Reino Unido y Suecia). En cuanto a la transmisión de madres a hijos, a pesar de que la mayor parte de los enfermos de Chagas en Europa son mujeres en edad fértil, tampoco existe ninguna ley nacional o directiva europea que exija controlar a este grupo de población. En España, por ejemplo, sólo cuatro comunidades autónomas -Cataluña, Valencia, Galicia y, recientemente, Andalucía- han puesto en marcha protocolos de cribado y diagnóstico de las mujeres embarazadas procedentes de países de alta incidencia, una medida fundamental para prevenir la transmisión de madre a hijo.

"Si queremos avanzar en la lucha contra el Chagas, es prioritario que los países no endémicos afronten los retos que supone la enfermedad dentro de sus fronteras", afirma el Dr. Joaquim Gascon, jefe de Medicina Tropical del Hospital Clínic y director de la Iniciativa de Chagas de ISGlobal. "La ausencia de una legislación clara, con disposiciones concretas, es uno de los desafíos que Europa deberá asumir en los próximos meses".

 

 

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