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Análisis y Desarrollo Global

¿Cómo hacer frente a la epidemia de gripe en el contexto de una pandemia de coronavirus?

Serie | COVID-19 y estrategia de respuesta #21

09.10.2020

Este documento forma parte de una serie de notas para el debate que abordan preguntas fundamentales sobre la crisis de la COVID-19 y las estrategias de respuesta. El trabajo se basa en la mejor información científica disponible en el momento y puede ser actualizado cuando aparezca nueva información.

Escrito por Anna Vilella (Hospital Clínic-ISGlobal), Gemina Santana (Hospital Clínic), Marta Tortajada (Hospital Clínic) y Antoni Trilla (Hospital Clínic-ISGlobal), este documento aborda qué puede pasar cuando este invierno (en el hemisferio Norte) circulen simultáneamente el virus de la COVID-19 y el de la gripe, y qué podemos hacer para evitar la gripe y la coinfección, y para aliviar la tensión del sistema sanitario.

 

Este año, la situación con la que nos vamos a enfrentar al virus de la gripe será totalmente distinta a la de otros años. Estamos inmersos en una segunda ola de COVID-19, con un sistema sanitario muy tensionado y con los profesionales sanitarios muy cansados. Una epidemia de gripe destacable e incluso moderada podría desbordar un sistema que ya está funcionando al límite, además de aumentar la morbilidad y mortalidad globales.

La COVID-19 presenta un cuadro clínico muy similar al de la gripe: fiebre, tos, malestar general, dolores musculares y algún que otro síntoma más particular (pérdida brusca del olfato o el gusto, por ejemplo). La sintomatología es, en general, leve, aunque un 15% de pacientes puede presentar complicaciones que requieren ingreso en el hospital y un 5% de pacientes, complicaciones más graves que requieren ingreso en unidades de cuidados intensivos. La mortalidad de la COVID-19 se sitúa alrededor del 1%, diez veces más que la de la gripe.

Algunas teorías apuntan que la circulación simultánea de dos virus respiratorios comporta el desplazamiento de uno de ellos. Por eso, podría ser que prevaleciera la ley del más fuerte y que el SARS-CoV-2 desplazara al virus de la gripe. Hasta ahora no dejan de ser especulaciones, que no siempre se cumplen. Por ejemplo, durante la pandemia de gripe de 2009 circularon de manera simultánea dos virus de la gripe, el H1N1 y el H3N2.

El panorama que se nos presenta este año es incierto: frente a dos infecciones víricas que tienen en común el órgano diana (pulmón y vías respiratorias), que comparten los mismos factores de riesgo de gravedad y complicaciones, y que tienen la misma vía de transmisión, ¿qué podemos esperar de este invierno que nos llega?

Podemos teorizar e intentar extrapolar lo ocurrido en el invierno del hemisferio Sur, pero en ningún caso asegurar que se repita la misma situación en el hemisferio Norte. Se podría repetir el patrón y pasar la temporada 2020-2021 sin una epidemia gripal pero no podemos relajarnos, debemos estar preparados para lo peor y no tenemos mucho margen de maniobra.

Posibles escenarios para el invierno de 2020 en el hemisferio Norte

  1. Podría ocurrir que el SARS-CoV-2 desplazara al virus de la gripe y este último no circulara.
  2. Podría ocurrir que los dos virus circularan de manera simultánea, pero que no existiese ninguna interacción entre ambos más allá de un posible aumento del número absoluto de casos de infección respiratoria.
  3. Podría ocurrir que los dos virus interaccionaran y esta interacción comportara una mayor morbilidad y mortalidad, además del aumento del número absoluto de casos.
  4.  Podría ocurrir que el virus de la gripe sufriera un cambio mayor (no detectado en el hemisferio Sur hasta ahora), por lo que su vacuna sería menos eficaz y, por lo tanto, tendríamos más gripe en el contexto de un número elevado de casos de COVID-19.
  5. Podría ocurrir que las medidas de prevención individual aplicadas a la COVID-19 –distancia, manos, mascarillas– limitaran significativamente la circulación de ambos virus o de uno de los dos preferentemente, incluso en ausencia de medidas más drásticas como el confinamiento.

Conclusiones

  • El futuro inmediato es incierto. No sabemos cómo se comportará el SARS-CoV-2 en tiempos de gripe, ni el virus de la gripe en tiempos de COVID-19.
  • Las medidas que venimos aplicando para la prevención de COVID-19 son eficaces también para prevenir la gripe. Mascarilla, distancia e higiene de manos han de ser nuestra bandera para los próximos meses.
  • La coinfección por ambos virus es poco probable, pero es posible y puede incrementar el riesgo de complicaciones y de muerte.
  • Para evitar la gripe, para evitar la coinfección y para aliviar la tensión del sistema sanitario es muy importante vacunarse. Especialmente todas aquellas personas con factores de riesgo –edad superior a 60-65 años, enfermedades de base y embarazadas, entre otros– y otros colectivos esenciales que pueden resultar transmisores de la gripe, como personal sanitario y personal docente.
  • La vacuna de la gripe no aumenta el riesgo de infección, complicaciones o muerte por COVID-19.