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El impacto de la migración en la salud de las personas

06.4.2022
migrantes ucrania pakkin leung.jpg
Foto: Pakkin Leung / Wikimedia Commons - Refugiada ucraniana en un tren. Polonia, 22 de marzo de 2022.

[Este texto ha sido escrito por Ethel Sequeira, investigadora predoctoral de ISGlobal y médica de familia y responsable de RSC en CAPSBE, y Ana Requena, Assistant Research Professor en ISGlobal]

 

Las imágenes de personas que se desplazan fuera de sus lugares de origen por diferentes causas llenan nuestras retinas en los últimos meses. Todos recordamos cómo los habitantes de la isla de La Palma en Canarias tuvieron que abandonar sus hogares sin apenas tiempo para decidir qué querían llevarse o a dónde se dirigían para escapar a la lava de un volcán. Las imágenes de los aviones cargados de pasajeros que buscaban desesperados alejarse del régimen talibán en Afganistán son difíciles de olvidar. Y, en las últimas semanas, impactan sobre nosotros colas interminables de personas que huyen de la guerra de Ucrania principalmente mujeres y niños y niñas con rostros serios y mirada desesperanzada. A su vez, en la valla de Melilla, no cejan los intentos de cruzarla con el deseo claro de buscar una vida mejor y no dejan de producirse muertes, casi a diario, en el Mediterráneo central y en las otras rutas marítimas migratorias.

En las últimas semanas, impactan sobre nosotros colas interminables de personas que huyen de la guerra de Ucrania principalmente mujeres y niños y niñas con rostros serios y mirada desesperanzada

Estos son solo algunos ejemplos ya que actualmente están activos más de sesenta conflictos armados en el mundo. Además, las condiciones climáticas en muchos puntos del planeta están privando de necesidades básicas a muchas personas. Economías empobrecidas y desigualdades flagrantes impulsan a muchas personas a salir de su casa para buscar una vida mejor. Espíritus aventureros, personas que quieren vivir experiencias de vida distintas, personas trabajadoras a los que se les ofrecen nuevos y distantes destinos. Muchas son las causas que pueden llevar a una migración y de una forma u otra tendrán una repercusión en las personas que las realizan.

El cambio climático, los desastres naturales, las decisiones político-económicas o las relaciones internacionales fallidas tienen un gran impacto sobre la salud de las personas tanto a nivel físico como psicológico. Los riesgos para la salud se pueden establecer en tres momentos: en la decisión de migrar, en el proceso migratorio y en la llegada y establecimiento en el país de acogida.

El cambio climático, los desastres naturales, las decisiones político-económicas o las relaciones internacionales fallidas tienen un gran impacto sobre la salud de las personas tanto a nivel físico como psicológico

Cuando una persona se ve obligada a migrar porque las condiciones de vida en su lugar de origen no son las idóneas se producen complejos mecanismos adaptativos que pueden ayudar a que esa persona realice la migración en mejores o peores condiciones. No es lo mismo tomar la decisión de forma reflexiva y consensuada, que tener que salir huyendo. No es lo mismo hacer la migración en condiciones adecuadas que enfrentarse a riesgos contra la integridad física evidentes.

Las niñas y niños y adolescentes tienen un papel muy relevante en este contexto, porque habitualmente no toman ninguna decisión y en muchas ocasiones no las comprenden y no las comparten. Es importante explicarles de forma adaptada lo que está ocurriendo y ofrecerles herramientas para incorporarlas en su nueva realidad. El hecho de dejar personas atrás, paisajes y lugares amados que quizás no volverán a verse tiene una gran relevancia en el inicio del proceso. Decidir en qué condiciones se hará la migración y si será en soledad o acompañada, si hay un destino final y medios para realizarla, así como el apoyo del grupo en origen son definitorios.

Muchas de las rutas migratorias van a tener un impacto muy alto en la salud de las personas que migran. Las condiciones en las que se producen estas migraciones pueden aumentar tanto los riesgos de contraer enfermedades infecciosas, como de sufrir lesiones traumatológicas, como de impactar psicológicamente. Muchas rutas no seguras facilitan que se produzcan agresiones físicas, sexuales y psicológicas que dejarán su huella en las personas que las sufren. Las características del desplazamiento, las condiciones climáticas en las que se producen y los medios para sortearlos son factores determinantes.

Foto: Julie Ricard / Unplash

Migrantes somos todas las personas

Es hora de darle otro significado a la palabra migrante que incluya la pluralidad que esconde y que, en vez de una connotación negativa, le dé un significado cargado de fuerza y valía.

Es hora de aceptar que un mundo globalizado las personas migrantes somos todos y todas, porque si no lo somos ahora, lo podremos ser un futuro como estamos siendo testigos ahora en Ucrania. Es hora de generar empatía y puntos de unión que traten de hacer más compresible la vida de los otros. Y es hora de mirar la migración como una oportunidad y no como una amenaza.

Es hora de aceptar que un mundo globalizado las personas migrantes somos todos y todas, porque si no lo somos ahora, lo podremos ser un futuro como estamos siendo testigos ahora en Ucrania

En este sentido, el papel de la sociedad de acogida tiene un papel fundamental en la salud de las personas que migran, Los determinantes sociales de la salud de la población migrante vienen determinados en parte por la sociedad que les acoge y es que los migrantes están en mayor riesgo de exclusión social, de desempleo, de acceso más limitado a los servicios de salud, o de tener menos tejido y red social.

El hecho de disponer de una red de apoyo, de sentirse acogido y de no sentir miedo en la llegada, después de todo lo vivido, ayudan a la persona a elaborar la situación. Las barreras legales y administrativas dificultan de gran manera los procesos migratorios. Sentir miedo ante la posibilidad de un arresto, o de ser devuelto al lugar de dónde se ha decidido salir es muy limitante. Y no poder acceder a los sistemas de salud y no sentirse acogido por ellos solo agravará los problemas sanitarios presentados. La posibilidad de mantener el contacto con las personas que se han dejado atrás y de recuperar de alguna manera sabores, idiomas u objetos que facilitan la identidad de la persona puede favorecer el mantenimiento de la salud. Disponer de las necesidades básicas cubiertas en cuanto a vivienda, alimentación, educación y trabajo es fundamental en la adaptación.

Es muy importante incorporar las particularidades de la población de inmigrantes al planear las medidas de salud pública, incluyendo el mejor acceso al diagnóstico y tratamiento

Por esto, es muy importante incorporar las particularidades de la población de inmigrantes al planear las medidas de salud pública, incluyendo el mejor acceso al diagnóstico y tratamiento. E, igualmente importante, es considerar la heterogeneidad de la población inmigrante. Esto incluye, entre otras, personas trabajadoras migrantes, migrantes en detención y en situación irregular, personas refugiadas, solicitantes de asilo y desplazadas internas.

Este 7 de abril, Día Mundial de la Salud, tengamos una mirada para todas las personas migrantes, sin olvidar que cualquier día podemos ser cualquiera de nosotras la que tenga que pasar por este proceso.