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Comienza el trabajo de campo del proyecto ATENC!Ó, ¡nos vamos a las escuelas!

22.11.2018

Queremos averiguar si la contaminación atmosférica puede afectar la capacidad de atención de los y las adolescentes

Acabamos de empezar el trabajo de campo del proyecto ATENC!Ó: queremos averiguar si la contaminación atmosférica puede afectar la capacidad de atención de los y las adolescentes, que está muy ligada al aprendizaje y el rendimiento académico. En la iniciativa, participan 35 institutos de secundaria de la provincia de Barcelona, ​​y esperamos la participación de más de 2.000 alumnos y alumnas de 3º de ESO.

El proyecto está financiado por RecerCaixa, un programa impulsado por la Obra Social "la Caixa" con la colaboración de la ACUP, está liderado por ISGlobal y el Centro de Investigación para la Educación Científica y Matemática (CRECIM) de la UAB, y cuenta con la colaboración del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) y el Departamento de Economía y Empresa de la Universidad Pompeu Fabra (UPF).

Es un proyecto de ciencia ciudadana, donde las personas colaboran con los científicos y las científicas para hacer avanzar nuestro conocimiento

La mayoría de institutos ya están implementando una secuencia didáctica cocreada por CRECIM y el profesorado de ciencias, donde el alumnado aprende sobre química, física y biología a través del hilo conductor de la contaminación atmosférica. También, aprenden a pensar como personal científico, a hacerse preguntas, a diseñar experimentos, y colaboran en la creación de herramientas que el personal científico utilizaremos en la parte experimental del proyecto.

En este sentido, estamos hablando de un proyecto de ciencia ciudadana, donde las personas colaboran con los científicos y las científicas para hacer avanzar nuestro conocimiento.

Cuando visitamos un instituto, dividimos cada clase en dos grupos de manera aleatoria. La única diferencia es que una de ellas tiene un purificador de aire

Un estudio previo de ISGlobal realizado en 39 escuelas de Barcelona y Sant Cugat ya detectó que si la escuela tenía niveles de contaminación más altos, los niños y niñas tenían peores puntuaciones en las pruebas de atención. En el proyecto ATENC!Ó queremos confirmar este hallazgo, ahora en los y las adolescentes, con un experimento en el que cambiaremos artificialmente los niveles de contaminación de las aulas.

Para ello, cuando visitamos un instituto, dividimos cada clase de 3º ESO en dos grupos de manera aleatoria, y cada grupo va a un aula diferente a realizar exactamente las mismas tareas, por ejemplo, completar pruebas tipo test que miden la atención. La única diferencia entre las dos aulas es que una de ellas tiene un purificador de aire que reducirá los niveles de contaminación que respiran los estudiantes. La otra aula tiene un aparato aparentemente igual, pero modificado para que no purifique el aire, y por tanto, el alumnado en aquella aula respirará aire normal. Los chicos y chicas no sabrán en ningún momento si están en el aula del purificador real o falso.

Estos días hemos visitado el primero de los institutos donde hemos hecho el experimento, el IES Icària

Estos días hemos visitado el primero de los institutos donde hemos hecho el experimento, el IES Icària. Después de muchos meses de planificación, hemos podido probarlo todo en una situación real, en el instituto, y la verdad es que ha sido un éxito. El centro, y en particular el profesor de ciencias encargado de coordinar el estudio, han hecho un gran esfuerzo para que todo estuviera a punto: tener las aulas libres en las horas del experimento, perseguir a los estudiantes para que devolvieran el consentimiento informado firmado por los padres y madres, disponer de espacios para guardar el material, etc.

Somos conscientes de todas las dificultades logísticas que conlleva y estamos muy agradecidos a los institutos por hacer este trabajo imprescindible para poder realizar el experimento. El alumnado también ha aceptado con paciencia participar en todas las actividades que les proponíamos, con muy buena actitud en todo momento. La interacción con ellos ha sido muy gratificante, y nos han hecho comentarios que nos serán muy útiles para las próximas sesiones.

La gran pregunta que se formulaban casi todos los y las estudiantes era: ¿estamos en el aula del aire limpio o no?

La gran pregunta que se formulaban casi todos los y las estudiantes era: ¿estamos en el aula de aire limpio o no? En eso no les hemos podido complacer y, para garantizar el buen funcionamiento del experimento, se han tenido que quedar con la duda. ¡Esperamos que no se lo tomen mal! Su contribución y la de los docentes es lo que hará posible este estudio y sus conclusiones, que naturalmente compartiremos con todos ellos y con toda la ciudadanía. ¡Gracias por ayudarnos a hacer ciencia!