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¿Tenemos que alzar más la voz respecto a la contaminación del aire y la salud en nuestro entorno diario?

02.4.2014

Las personas que viven en un entorno urbano están expuestas, simultáneamente, a niveles oscilantes de contaminación del aire relacionada con el tráfico (TRAP, por sus siglas en inglés) y ruido. Este es el caso particular de los usuarios de transporte activo que son físicamente activos muy cerca de las emisiones relacionadas con el tráfico. Los datos actuales destacan asociaciones medibles entre exposición a corto plazo a TRAP, ruido y efectos cardiovasculares agudos. Se sabe que el ruido relacionado con el tráfico influye en los resultados cardiovasculares, pero todavía continúa la incertidumbre respecto al impacto combinado de TRAP y ruido en la salud cardiovascular. Concretamente, algunos datos sugieren que el ruido en entornos influidos por el tráfico puede modificar los efectos de la contaminación del aire en la salud cardiovascular. Esta interacción ya ha sido investigada en algunos estudios y las asociaciones han resultado contradictorias; por lo tanto,  está justificado que se continúe estudiando dicha interacción.

El proyecto TAPAS, dirigido por CREAL, utilizó un componente experimental para investigar dichos resultados en entornos de tráfico motorizado alto y bajo con adultos sanos. Se utilizó un escenario de ejercicio de ciclismo intermitente para imitar el desplazamiento en bicicleta y, por otro lado, un escenario de descanso para imitar un desplazamiento pasivo, como al utilizar el transporte público. Se monitorizaron de manera continua los niveles oscilantes de TRAP (incluyendo PUF, NC, PM2.5, NOx) y ruido (como LAeq concretamente) del entorno en los dos escenarios. Simultáneamente, se monitorizó de manera continua la variabilidad del ritmo cardiaco (VRC) de los participantes —se ha observado que la exposición aumentada a TRAP, especialmente a PUF (diámetro < 0,1 µm), provoca cambios en el control autónomo cardiaco, demostrado por disminución de la VRC. Los hallazgos del estudio, que se publicarán en breve, destacaron la existencia de una interacción compleja entre TRAP, ruido, sexo y actividad física con respecto al impacto en la función autónoma cardiovascular en el entorno urbano. Esto sugiere que a mayor ruido ambiental, mayor aumento del efecto negativo de TRAP en la función autónoma cardiovascular, y que la sensibilidad a dicho efecto puede existir en mujeres y con la realización de actividad física, como el desplazamiento activo. La aparente modificación del efecto del sexo y la interacción de TRAP y ruido indican que estas relaciones deben tenerse en cuenta en futuras investigaciones.

La exposición crónica a niveles de ruido elevados y la provocación de la respuesta a estrés asociada en el individuo puede perjudicar la salud cardiovascular (por ejemplo, hipertensión) y disminuir la calidad de vida. Para futuras investigaciones, y como medida preventiva, dichas mediciones de ruido, contaminación del aire y VRC con sensores ambulatorios podrían transmitirse a un servidor en línea personal compartido con el profesional sanitario del paciente. El proyecto CITI-SENSE está investigando más a fondo este tema, con la participación de CREAL en la dirección de uno de los paquetes de trabajo y como ubicación para el estudio de caso de la calidad urbana exterior.