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¿Por qué es necesario un mejor método para descartar las meningitis?

06.3.2017

[Este artículo ha sido publicado en Planeta Futuro-El País]

La simple mención a la posibilidad de un diagnóstico de meningitis es suficiente para desencadenar escalofríos en cualquier persona que conozca las devastadoras consecuencias que esta temible infección puede causar. Y no es para menos. Con una altísima tasa de letalidad asociada, la infección de las meninges, membranas que envuelven al cerebro, causa, anualmente, cerca de 380.000 muertes, la mayor parte de las cuales (hasta un cuarto de millón) en niños menores de cinco años de edad y recién nacidos.

La infección de las meninges, membranas que envuelven al cerebro, causa, anualmente, cerca de 380.000 muertes, la mayor parte en niños menores de cinco años de edad y recién nacidos

La implementación de nuevas y muy eficaces vacunas en la últimas dos décadas contra los principales patógenos causantes de la meningitis bacteriana ha permitido disminuir de forma notable la incidencia de esta enfermedad, sobre todo en Occidente. Sin embargo, los países pobres, y el continente africano en particular, siguen sufriendo de forma desproporcionada la lacra de esta infección. Además de los brotes epidémicos que afectan puntual y recurrentemente a la zona geográfica del cinturón del Sahel, y que pueden causar decenas de miles de casos anuales, existen otros factores que favorecen en África una incidencia exageradamente alta de casos, incluyendo la fragilidad de sus sistemas de salud, la falta de implementación o ausencia de vacunas para algunos de los patógenos que las causan, o la alta prevalencia de coinfecciones predisponentes (como por ejemplo el SIDA) a este tipo de infecciones bacterianas graves. Pero lo peor de todo es que las cifras de casos que la comunidad científica maneja son probablemente tan sólo una modesta fracción de la totalidad de casos que realmente se producen.

Líquido cefalorraquideo turbio, diagnóstico de meningitis. Autor: Quique Bassat

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